Preocupada desde su infancia por el cambio climático, la ambientalista mexicana desarrolló un sistema para la captura y el procesamiento de CO2 para ser utilizado como gas o combustible. Su invención está enfocada en negocios pequeños y medianos, como restaurantes, lo que permitiría la masificación de estas acciones, que ya forman parte de los esfuerzos de grandes empresas.