Bloomberg Línea — La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ajustó este miércoles al alza su previsión de crecimiento para la región en el 2024 desde el 1,8% de su reporte de agosto al 2,2% en su más reciente proyección, mientras que para el 2025 la subió levemente, del 2,3% al 2,4%.
En 2024, las economías de Sudamérica crecerían un 2,1%, las de Centroamérica un 2,8% y las del Caribe un 11%; aunque sin incluir a Guyana, la expansión del PIB sería de apenas el 2,5%.
“El desempeño de la región previsto para 2025 incorporaría un repunte de la actividad económica del 2,6% en Sudamérica y una dinámica similar a la de 2024 en Centroamérica, con un crecimiento del 2,9%”, dijo la Cepal.
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En el caso del Caribe, el crecimiento de la economía en el 2025 sería del 5,7%, pero sin incluir a Guyana presentaría una tasa del 2,6%, dice el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2024, presentado en la sede de la entidad en Santiago de Chile.
Con estas cifras, la región presentará un crecimiento promedio anual en la década 2015-2024 de 1%, lo que implica un estancamiento del PIB per cápita durante ese período.
Se estima que en 2024 la inflación continuará reduciéndose en la región hasta alcanzar un 3,4%. “Aunque la mediana de la inflación regional se ha acercado al valor central del rango de la meta de muchos bancos centrales (3,0%), el nivel proyectado para 2024 sigue siendo superior a los valores registrados antes de la pandemia”, explicó.
“En el ámbito interno, deberían persistir en 2025 las condiciones para que el consumo privado se mantenga como el principal motor del crecimiento en la región”, explicó. En contraste, “las perspectivas para 2025 siguen siendo desalentadoras en materia de inversión, en un contexto de debilidad del gasto público”.
En el mundo, el crecimiento de la economía mundial se mantendría estable el próximo año con respecto de 2024, con una tasa del 3,2%, “principalmente impulsado por la expansión de las economías emergentes de Asia (5%), que contrastaría con la moderación que presentaría el crecimiento en las economías avanzadas, incluido Estados Unidos, en desaceleración respecto de 2024″.
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La Cepal prevé que el comercio internacional de bienes y servicios se recupere y crezca a una tasa del 3,4% (frente a un 3,1% en 2024), “superando en esta ocasión el crecimiento de la actividad mundial”.
También espera que las condiciones financieras a nivel internacional “se tornen más propicias”, como resultado de la continuidad de la flexibilización de la política monetaria en las economías avanzadas y una moderación de la inflación global.
Aunque “dada la coyuntura económica proyectada para fines de 2024 y 2025, el espacio de política macroeconómica se mantendría limitado, en un contexto de baja contribución de la demanda externa, precios aún elevados de las materias primas y difíciles condiciones de financiamiento, entre otros factores, lo que tiende a alterar los equilibrios macroeconómicos interno y externo”.
Las economías de mejor y peor desempeño en Latinoamérica y el Caribe, según la Cepal
Entre las mayores economías regionales, la Cepal espera que la economía de Brasil crezca este año un 3,2% y en el 2025 un 2,3%, mientras que México crecería un 1,4% y 1,2%; Chile un 2,3% y un 2,2%; Colombia un 1,8% y un 2,6%; y Perú un 3,1% y un 2,7%, respectivamente.
Guyana (41,5%), Belice (7%), Venezuela (6,2%), Antigua y Barbuda (6%), República Dominicana (5,2%), Dominica (4,6%), San Vicente y las Granadinas (4,5%), Paraguay y Granada (ambos con 4,2%), Costa Rica (4,1%), serían las economías de mejor desempeño en este 2024.
En cambio, las economías que más decrecerían este año son Haití (-4%), Argentina (-3,2%) y Cuba (-1%). Ecuador crecería apenas un 0,8%.
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Para 2025, se espera que Guyana (13,6%), Antigua y Barbuda (5,8%), San Vicente y las Granadinas (4,7%), República Dominicana (4,6%), Dominica (4,2%) y Belice (4,1%) sean los países de mayor crecimiento en la región.
Y en la otra cara, las economías de peor desempeño serían Haití (-0,5%) y Cuba (-0,1%).
Latinoamérica y el Caribe deben enfrentar la trampa del bajo crecimiento
La Cepal dijo que para enfrentar la trampa de baja capacidad para crecer “se requiere, por una parte, una gran movilización de recursos financieros y, por otra, la implementación de políticas productivas que dinamicen la inversión y la productividad”.
Según el organismo de la ONU, la movilización de recursos internos requiere del fortalecimiento de las finanzas públicas, lo que implicará concentrar esfuerzos en aumentar la recaudación tributaria e incrementar su progresividad mediante el uso de impuestos a la renta, la propiedad y la riqueza.
Asimismo, “es necesario reducir los niveles de evasión tributaria y realizar evaluaciones de costo-beneficio de los gastos tributarios vigentes. El fortalecimiento de las capacidades institucionales es central para potenciar la movilización de recursos y hacer un uso más eficiente de estos”, dijo en el reporte.
Además, ha propuesto la necesidad de aprovechar las cadenas de valor mundiales para diversificar las economías.
De otra parte, expresó que es importante avanzar en políticas “de nueva generación” para impulsar una transformación productiva, priorizando áreas como la ciencia, tecnología e innovación; extensión tecnológica; transformación digital; fomento al emprendimiento; reducción de brechas de talento humano; financiamiento a lo largo del ciclo de vida empresarial; atracción de inversión (incluida la IED); desarrollo de infraestructura específica y otros bienes públicos; adecuación de marcos normativos y regulatorios, e internacionalización.
El organismo indicó que “implementar políticas de desarrollo productivo requiere de una institucionalidad robusta, capaz de diseñar, gestionar, monitorear y evaluar iniciativas en diversas áreas. Las capacidades técnicas incluyen la habilidad para formular e implementar estrategias de desarrollo productivo integradas con otras dimensiones del desarrollo, en el marco de una planificación coherente”.
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