Inversionistas esperan que China anuncie un nuevo estímulo de US$283.000 millones

Más allá de la cuantía de cualquier paquete fiscal, el objetivo de la ayuda indicará hacia dónde busca el gobierno dirigir su economía a través de la inversión

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Bloomberg — Los inversionistas y analistas esperan que China despliegue hasta 2 billones de yuanes (US$283.000 millones) en nuevos estímulos fiscales mientras Pekín busca apuntalar la segunda economía más grande del mundo y aumentar la confianza.

Eso es lo que esperan que anuncie el ministro de Finanzas del país en una esperada reunión informativa el sábado, según la mayoría de los 23 participantes en el mercado encuestados por Bloomberg. La mayoría de los encuestados espera que la financiación llegue en forma de bonos del Estado.

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Más allá de la cuantía de cualquier paquete fiscal, el objetivo de la ayuda indicará hacia dónde busca el gobierno dirigir su economía tras años de expansión impulsada por la deuda a través de la inversión, especialmente en el sector inmobiliario y de infraestructura.

“El estímulo debería ser plurianual y estar dirigido a los hogares y no a reiniciar la historia de crecimiento impulsada por la inversión inmobiliaria”, afirmó Pushan Dutt, profesor de economía de INSEAD. “Lo importante es el enfoque del estímulo y no su tamaño”.

La conferencia de prensa del fin de semana, en la que el gobierno dijo que introduciría medidas para fortalecer la política fiscal, se produce mientras los inversionistas evalúan hasta dónde piensan llegar las autoridades con los esfuerzos de estímulo que provocaron un repunte bursátil que batió récords mundiales.

Los funcionarios también tienen prevista una sesión informativa el lunes sobre el impulso al apoyo a las empresas.

China ya ha recortado las tasas de interés y aumentado el apoyo a los mercados inmobiliario y bursátil en un aluvión de medidas anunciadas a finales de septiembre. Pero los inversionistas han clamado por intervenciones fiscales que los economistas consideran cruciales para levantar la confianza.

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Las acciones de china continental se mantuvieron volátiles a lo largo de la semana tras poner fin el miércoles a un rally de 10 días, ya que las autoridades decepcionaron al no anunciar ningún nuevo estímulo importante tras una semana de festivos nacionales. El índice de referencia CSI 300 cerró el viernes con una caída del 2,8%, culminando su peor semana desde finales de julio.

“Ahora se espera que los organismos gubernamentales tomen el pulso al mercado antes de publicar sus políticas”, afirmó Ding Shuang, economista jefe para China y el Norte de Asia de Standard Chartered Plc. “Deben evitar que las expectativas suban y se desplomen para asestar un golpe al optimismo del mercado”.

La mayoría de los encuestados, incluidos economistas, estrategas y gestores de fondos, esperan nuevos estímulos fiscales en los próximos seis meses si el ministro de Finanzas, Lan Fo’an, no los anuncia el sábado.

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Pronostican que China venderá más deuda gubernamental para ampliar el gasto público hasta finales del próximo año, siendo los bonos especiales la opción más probable. Cuatro encuestados prevén un paquete superior a los 3 billones de yuanes.

Se espera que una parte del estímulo se dirija al consumo, que ha sido un punto débil en la recuperación china tras la pandemia. Los encuestados dijeron que las medidas podrían incluir:

  • Más subsidios para grupos específicos, como los ancianos y los pobres
  • Vales de consumo
  • Más ayudas para las familias con hijos
  • Mayor red de seguridad social
  • Más subvenciones para la compra de bienes de consumo y automóviles

Impulsar el consumo ayudaría a reequilibrar la economía y reducir su dependencia de las exportaciones para impulsar el crecimiento en medio de las cada vez mayores tensiones comerciales, aunque Pekín se ha abstenido de entregar subsidios directos a gran escala debido a la preocupación por lo que denomina “asistencialismo”.

China solía confiar en la inversión en infraestructuras para sacar a la economía de anteriores recesiones. Pero una saturación en el sector de infraestructura tras décadas de urbanización significa que arrojar dinero al sector puede ser menos eficaz para estimular el crecimiento esta vez.

Lo que dice Bloomberg Economics...

“En el centro de la vacilante economía se encuentran la caída del sector inmobiliario y la grave salud financiera de los gobiernos locales, una combinación tóxica que plantea retos políticos únicos. El gobierno ha mostrado nuevas ideas para abordarlos. De cara al futuro, esperamos un periodo de exploración y experimentación con nuevas herramientas aplicadas en diferentes áreas y a diferentes escalas y ritmos”.

- Chang Shu, David Qu y Eric Zhu.

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