Bloomberg Línea — El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo su previsión de crecimiento para Latinoamérica en 2025 en 2,5% y de 2026 en 2,7%, aunque será más débil en comparación con las economías de mercados emergentes y en desarrollo, que crecerían este año un 4,2% y el próximo un 4,3%, según se desprende de la publicación World Economic Outlook.
La economía de Latinoamérica en todo caso avanzará frente a la estimación de crecimiento de 2,4% tanto del 2024 como del 2023, según el FMI.
El organismo internacional aún espera que, luego de haber retrocedido un −1,6% en 2023 y un −2,8% en el 2024, la economía de Argentina crezca este año 5%, la misma tasa que había consignado en el reporte de octubre.
Entre tanto, para el 2026 el PIB argentino se expandiría al mismo ritmo del 5%, lo que supone una mejora en el pronóstico de 0,3 puntos porcentuales (pps).
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Otro caso es el de Brasil, la mayor economía del continente, que se desaceleraría del 3,7% estimado en el 2024 al 2,2% en el 2025, manteniéndose la misma previsión de octubre.
En el 2026, la economía brasileña crecería igualmente un 2,2%, una diferencia de –0,1 pps frente a la proyección de octubre.
México continuaría en la senda de la desaceleración, en tanto que en 2024 creció un 1,8% y en el 2025 se espera que el PIB se expanda solo un 1,4%, aunque ahora el FMI es más positivo frente al informe de octubre (una diferencia de 0,1 pps).
Ya para el 2026, espera que la economía mexicana avance un 2%, igual pronóstico en comparación a octubre.
Las proyecciones a nivel global
En el mundo, el FMI proyecta que el crecimiento sea del 3,3 % tanto en 2025 como en 2026, por debajo del promedio histórico (2000-2019) del 3,7 %.
“La previsión para 2025 se mantiene prácticamente sin cambios respecto al Informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) de octubre de 2024, debido principalmente a una revisión al alza en Estados Unidos que compensa las revisiones a la baja en otras economías importantes”, explicó.
De otra parte, espera que la inflación global general disminuya al 4,2% en 2025 y al 3,5% en 2026, “convergiendo hacia los objetivos antes en las economías avanzadas que en los mercados emergentes y las economías en desarrollo”.
“Las interrupciones generadas por políticas en el proceso de desinflación en curso podrían interrumpir el cambio hacia la flexibilización de la política monetaria, con implicaciones para la sostenibilidad fiscal y la estabilidad financiera”, añadió.
El crecimiento proyectado por otros organismos para Latinoamérica y el Caribe en 2025
Según el informe de Perspectivas Económicas Mundiales divulgado el jueves 16 de enero por el Banco Mundial (BM), la economía de Latinoamérica y el Caribe creció un 2,2% en 2024, mejor de lo esperado y a pesar de la disminución del consumo, mientras que para 2025 prevé una expansión del PIB de un 2,5%, por debajo de sus estimaciones previas.
El Banco Mundial estimó que en 2026 la economía de Latinoamérica y el Caribe crecería un 2,6%.
En 2025, “el desempeño económico de la región dependerá de una combinación de factores internos e internacionales, en que los precios de los productos básicos y la demanda mundial tendrán un papel moderado”.
Para 2025, dijo el Banco Mundial, “los precios de los productos básicos respaldarán las exportaciones de la región, aunque el tenue crecimiento de China podría limitar la demanda de los principales productos básicos”.
El organismo multilateral señaló que “Argentina comenzó a recuperarse en el segundo semestre del año, respaldada por los ingresos procedentes de la agricultura y la minería”.
Además, “la inflación se mantuvo un poco persistente hacia la segunda mitad del año, y se produjo un repunte de los precios de los alimentos y un ligero aumento de la inflación básica”.
Entre tanto, el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DESA, por sus siglas en inglés) indica que el crecimiento del PIB de América Latina y el Caribe se aceleraría este año al pasar de una estimación del 1,9% en 2024 al 2,5% en 2025 gracias a una combinación de factores que van desde la mejora del consumo privado hasta el mayor crecimiento de las exportaciones, aunque existen una serie de “importantes riesgos a la baja”.
Entre los factores pueden incidir en el desempeño de la economía regional este año están principalmente la relajación de las políticas monetarias y la resistencia de los flujos de capital, según el Informe titulado Situación y Perspectivas para la Economía Mundial (WESP) 2025, considerado el principal informe económico de la ONU.
En 2026, proyecta que la economía de Latinoamérica y el Caribe crecería un 2,3%.
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