Bloomberg Línea — Inmersas en una sociedad de consumo masivo, las nuevas generaciones se están enfrentando cada vez más a un dilema: vivir el momento o construir un futuro financiero sólido.
Lo que separa una meta de la otra es el llamado “gasto presente”, que es el hábito de destinar gran parte de los ingresos a gastos inmediatos como entretenimiento, tecnología, viajes o compras, aunque también incluye otras categorías como vivienda, alimentación, cuotas de créditos o tarjetas, impuestos, entre otros.
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“Las personas jóvenes no tienen un presupuesto de gastos y su estructura está determinada por las emociones que viven en el día a día, que los inclina a gastar más de lo que ganan, entrando en una espiral de endeudamiento para poder encajar en una sociedad de consumo”, explicó Juan Manuel González, consultor financiero y especialista en gestión patrimonial, a Bloomberg Línea.
Para González, el reflejo del gasto presente es más “endeudamiento y estrés financiero”, tendencias que están llevando a las generaciones del presente a que tengan una “vejez angustiosa” y que los sistemas de seguridad social sean incapaces de garantizar un retiro digno para ellas.
La ilusión de la inmediatez
Luis Barrios, CEO de Arkangeles, una plataforma de inversiones y crowdfunding, dijo a Bloomberg Línea que el gasto presente está impulsado por la cultura del consumismo y la “presión de las redes sociales”, un mundo en el que las personas sienten la necesidad de seguir el ritmo de las tendencias y las experiencias, lo cual deja poco espacio para la planificación financiera a largo plazo.
“Estudios muestran que las generaciones jóvenes, como los millennials y la Generación Z, tienen niveles más altos de endeudamiento, especialmente en tarjetas de crédito, y menores tasas de ahorro comparado con las generaciones anteriores”, destacó Barrios.
Ambos expertos coinciden en que la limitada educación financiera y el gasto presente llevarán a que los más jóvenes se encuentren en una posición “vulnerable” en el mediano y largo plazo, sin suficientes ahorros para enfrentar emergencias económicas o sin poder disfrutar de un retiro tranquilo, dependiendo de lo que hereden de sus familias baby boomers.
“En décadas anteriores, las generaciones mayores tenían una mentalidad financiera más conservadora. Priorizaban el ahorro y la inversión en activos como bienes raíces y fondos de pensiones”, añadió Barrios, al referirse a la consolidación de las generaciones anteriores, en donde el gasto presente no era un hábito.
De acuerdo con González, especialista en gestión patrimonial, los millennials “subestiman el poder del ahorro periódico” y prefieren reemplazarlo gastos inmediatos, dejando un “vacío de tranquilidad en el largo plazo”.
Ahorro e inversión, las soluciones
Pese al predominio del gasto presente, los expertos destacaron que el interés por invertir también está creciendo en las personas de menor edad.
En Arkangeles, dijo Barrios, los jóvenes que invierten en la plataforma generalmente buscan diversificar sus portafolios y obtener retornos más atractivos que los que ofrecen los productos financieros tradicionales, a través de activos alternativos como startups, la copropiedad de bienes inmuebles y los modelos de regalías.
Las personas que invierten en esta plataforma “suelen estar entre los 25 y 40 años, y pertenecen a un segmento ‘mass affluent’ o clase media-alta”, agregó.
Sin embargo, en las generaciones jóvenes es común que no tengan claro su objetivo y horizonte de inversión, según González. “El problema está en la consistencia, no solo tener el deseo, sino empezar y no desfallecer en el intento” de invertir, dijo.
Para darle un giro al gasto presente, el experto en gestión patrimonial señaló que se necesita mucha educación financiera: “Que tomen decisiones consientes, que no olviden el futuro y que el bienestar financiero se alcanza tomando buenas decisiones en el presente. El ahorro debe ocupar por lo menos un 20% de la ecuación”.
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¿Cómo cambiar el gasto presente?
Desde Arkangeles, se entregaron las siguientes recomendaciones para que los más jóvenes cambien la tendencia y fortalezcan su futuro financiero:
- Automatizar el ahorro y las inversiones: establecer un sistema en el que un porcentaje de los ingresos se destine automáticamente a inversiones. Esto ayudará a crear un hábito de inversión constante.
- Diversificar en activos alternativos: aprovechar las nuevas plataformas para invertir en startups, regalías y copropiedad de bienes raíces, entre otros productos.
- Educación financiera: informarse sobre las opciones de inversión disponibles y tomar decisiones conscientes.
- Portafolio diversificado: esto puede cambiar el panorama financiero de las nuevas generaciones. “La clave está en dejar de priorizar el consumo inmediato y comenzar a construir un patrimonio sólido a través de inversiones que ofrecen mayores retornos a largo plazo”, finalizó Barrios.