Corrupción y burocracia son las barreras para las compras públicas en Latam: UNOPS

La directora de la Oficina Andina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) aseguró que las adquisiciones públicas enfrentan alta tramitología y baja capacidad de ejecución en la región

Por

Bloomberg Línea — Las adquisiciones públicas, entendidas como las compras de bienes y servicios por parte de un organismo del Estado, representan un 30% del gasto público en la mayoría de los países de América Latina. Sin embargo, la burocracia y la corrupción son los principales desafíos que hacen que este tipo de compras tarden en impactar la vida social y, muchas veces, generen sobrecostos.

En Latinoamérica, y sobre todo en la región Andina, hay una mayor burocracia en el sector público”, dijo Mónica Siles, directora de la Oficina Andina de UNOPS, en entrevista a Bloomberg Línea, al señalar que esta agencia tiene como objetivo apoyar a los países en la implementación de proyectos de infraestructura, las adquisiciones (compras públicas) y la gestión de proyectos.

Ver más: Latinoamérica vive “una verdadera fase expansiva del mercado de la cocaína”, advierte ONU

El objetivo, más allá de destrabar la contratación públicas de bienes y servicios, es también reducir los tiempos de implementación y generar ahorros económicos para los países. Según Siles, hay países de la región en donde el desarrollo de algunos proyectos tiene ya más de 15 años, entre estudios técnicos -que no son de la mejor calidad- y otros procesos, todavía sin ejecución.

Desde su visión, el sector público en la región necesita más y mejores profesionales capaces de implementar este tipo de proyectos y contratos. El cambio constante de funcionarios, como ha sucedido en Perú por las vacancias presidenciales de los últimos años, ha concluido en que “muchos proyectos quedan detenidos”. “Los funcionarios están forzados a tomar decisiones complejas, pero no todos tienen la capacidad”, explicó.

Un estudio de la UNOPS realizado en Perú en 2023 encontró que había más de 2.300 proyectos detenidos por la falta de toma de decisiones. “¿Y qué pasa? Esto se convierte en más de 2.000 arbitrajes. Mientras se resuelven los arbitrajes, estas obras se han detenido”.

Esta oficina viabilizó recursos y proyectos por US$1.900 millones en 120 países del mundo en 2023, de los cuales se ejecutaron US$426,5 millones en América Latina y el Caribe.

El impacto de la corrupción y la falta de voluntad política

Más allá de los asuntos técnicos y burocráticos que “detienen y rezagan la infraestructura pública”, Siles aseguró que la corrupción tiene un peso considerable en la inversión de los países.

La corrupción es un problema creciente para la mayoría de América Latina y el Caribe. Las cifras y estudios recientes de Naciones Unidas han identificado que más del 5% del PIB mundial y hasta el 25% del PIB regional se pierde debido a la corrupción.

“La corrupción tiene dos partes: sector público y también el sector privado, porque es el que más recibe [recursos]. Por eso es importante trabajar no solamente en poner estos servicios y ayudar a que los proyectos sucedan. Cuando nosotros implementamos nuestros proyectos, también trabajamos en el lado de la creación de capacidades, asegurando que existe un mecanismo de control”, fueron las palabras de Siles sobre el papel de la UNOPS para evitar el desvío de recursos y los sobrecostos en los procesos de adquisición pública.

Uno de sus ejemplos se enmarca en Ecuador, en donde la oficina de la ONU participó en un proyecto para la compra de 311 ambulancias, un proceso que tardó 12 años en concluirse por cuenta de alegaciones y falta de participación de oferentes.

La asesoría de UNOPS resultó en el ahorro de US$4 millones en la compra final y la adquisición de 28 ambulancias adicionales a las previstas, pues por las demoras en el proceso Ecuador ya acumulaba un déficit de ambulancias del 42% (600 vehículos).

Y para evitar la permeación de la corrupción en este tipo de procesos, por ejemplo, la oficina implementó en las ambulancias un aplicativo que le permite tener una trazabilidad sobre las unidades y los equipos médicos que contienen, “poniendo barreras para que se pierdan los recursos”.

Así mismo, la UNOPS hace seguimientos de 12 a 36 meses en los proyectos en los que se vincula, una vez se entregan, para identificar fallas o incumplimientos de los contratistas. Aunque no siempre se trata de multas económicas, la oficina puede “calificar al proveedor por malas prácticas o por no cumplir con sus condiciones en el contrato, con sanciones que pueden hacer que algunas empresas no puedan volver a presentarse a contratación pública en meses, años o de manera definitiva, una “lista negra” que es pública y que también se comparte con organismos como el Banco Mundial.

Así mismo, Siles señaló que los problemas de desarrollo y ejecución en América Latina no necesariamente está vinculados a la falta de recursos, pues cuando se evalúa el nivel de ejecución este es bajo. “Hay carteras con 20% de ejecución (al final de un año). Simplemente no hubo la capacidad de ejecución y hubo falta de voluntad política”.

Ver más: Objetivos de Desarrollo Sostenible se estancan globalmente: ¿en qué avanza y en qué retrocede LatAm?

Los “ahorros” que genera la UNOPS en Latam

La oficina compartió a Bloomberg Línea algunos de los sectores en los que su gestión ha impactado en reducción de tiempos de ejecución y también ahorros monetarios para los países:

  • Salud: 49 proyectos de infraestructura de salud en la región, con 50.000 equipos hospitalarios y la adquisición de 1.800 millones de dosis de medicamentos en Brasil, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua. Por ejemplo, esto significó ahorros por US$246 millones en Guatemala y US$40 millones en Honduras.
  • Transporte: modernización del sistema de transporte en la Ciudad de México, con la adquisición de 158 trolebuses y autobuses, con ahorros de US$183 millones.
  • Educación: adquisición de equipos tecnológicos y servicios asociados en Argentina, con el impacto de US$92 millones de ahorros sobre el presupuesto inicial.

No ejecutar a tiempo estos proyectos y no tener el personal calificado para sacarlos adelante está generando altas pérdidas para la región, añadió Siles. Los países “están limitando su capacidad de cumplir los compromisos de desarrollo sostenible. Estamos perdiendo la oportunidad de invertir hoy para asegurar y no comprometer el futuro”, finalizó.