Los futuros del café arábica siguieron subiendo y los futuros de este commodity alcanzaron su nivel de cierre más alto desde marzo de 1977, debido a las malas perspectivas de la cosecha en Brasil. A pesar de las recientes lluvias, el tiempo seco anterior ha causado daños duraderos, con precipitaciones por debajo de la media desde abril que afectan a los cafetos durante la crucial fase de floración y reducen las perspectivas de la cosecha brasileña de café arábica en 2025/26.
Para colmo, además de Brasil, las condiciones climáticas tampoco acompañan en otro país cafetero como Costa Rica y hay algunas alarmas en relación a Honduras y Colombia.
¿Qué pasa en Brasil?
Una severa sequía a principios de este año en Brasil, el principal productor de café del mundo, ha generado preocupaciones sobre la producción de café arábica. El Servicio Agrícola Exterior (FAS) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) pronosticó recientemente una producción brasileña de café en 2024/25 de 66,4 millones de toneladas, inferior a la anterior previsión del USDA de 69,9 millones de toneladas. El FAS del USDA también ha estimado las existencias de café brasileño en 1,2 millones de sacos al final de la temporada 2024/25 en junio, un 26% menos que en la temporada anterior.
Esto se suma a los temores sobre la oferta de arábica, que ya venía de varias temporadas de cosechas mediocres no solo en Brasil, sino también en otros países productores clave, según explica un artículo publicado por Bloomberg.
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Los caficultores en Brasil no están vendiendo grandes volúmenes en este momento, señaló el corredor Thiago Cazarini. Los productores ya han vendido un porcentaje elevado de la cosecha actual, lo que deja a los compradores con suministros limitados hasta que se coseche la próxima, que comenzará en mayo.
¿Qué ocurre en Costa Rica, Honduras y Colombia?
Además de la compleja situación climática que atravesó Brasil y que afectó a sus cultivos cafeteros, las fuertes lluvias en Costa Rica han provocado una emergencia nacional, destruyendo casi el 15% de la cosecha anual de café del país, según estimaciones del instituto del café ICAFE.
Según la zona productora, las inundaciones, deslizamientos de tierra y la caída del fruto en los cafetales fueron causados por los efectos indirectos del huracán Rafael y la tormenta tropical Sara, en el mar Caribe, afectando momentos clave para la maduración o recolección de la fruta.
Además, Colombia, el segundo mayor productor de café arábica, todavía se está recuperando de los efectos de la sequía causada por el fenómeno de El Niño a principios de este año, mientras que las recientes lluvias intensas han generado preocupaciones sobre posibles daños a los cultivos en Honduras, según Bloomberg.