Bloomberg — China concederá a sus productos nacionales una ventaja de precio en la contratación pública, una medida destinada seguramente a ayudar a sus cadenas de suministro a hacer frente a posibles alzas arancelarias por parte de EE.UU.
Los productos de fabricación china aparecerán en las listas a precios inferiores en un 20% a la cifra real de ventas cuando sean considerados junto a productos fabricados en el extranjero, de acuerdo con un proyecto de normativa hecho público este jueves por el Ministerio de Finanzas, que está buscando la opinión del público. Generalmente, el gobierno pone en vigor los proyectos de normas una vez resueltos los trámites.
Estos productos continuarían vendiéndose al Estado a su precio íntegro.
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Según el borrador, para que un producto se califique de fabricación nacional debe contener una determinada proporción de componentes hechos en el país. Las empresas deberán garantizar que los principales procedimientos de fabricación de determinados artículos se llevan a cabo en su territorio.
El objetivo de la medida parece ser ayudar a los fabricantes nacionales que se enfrentarían a una segunda guerra comercial con EE.UU., dado que el presidente electo Donald Trump ha amenazado con aplicar mayores gravámenes a los productos chinos. Además, ofrecería algunos incentivos a las empresas extranjeras para que mantengan sus líneas de producción en el país.
El aumento de los aranceles estadounidenses podría afectar las perspectivas de las exportaciones, que han sido un importante motor de crecimiento para la economía china desde la pandemia. Impedir que los fabricantes se muden de China sería importante para estabilizar un mercado laboral que ya está bajo presión debido a la débil demanda interna.
Pekín ha presionado para lograr la autosuficiencia tecnológica frente a las restricciones impuestas por Estados Unidos, lo que ha alentado a las agencias gubernamentales y a las empresas estatales a recurrir a empresas nacionales en áreas como la informática .
Muchas empresas extranjeras se han quejado durante mucho tiempo de discriminación en las contrataciones públicas y de falta de claridad sobre la definición exacta de “Hecho en China”.
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