Banco Mundial mejora previsión de crecimiento de Latam al 1,9%: a qué países les irá mejor

A pesar de estas perspectivas, el Banco Mundial señala que la inversión pública y privada en la región siguen siendo bajas. Además, los países no están aprovechando plenamente las oportunidades del nearshoring

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Bloomberg Línea — El Banco Mundial (BM) ajustó al alza sus proyecciones de crecimiento para la economía de Latinoamérica y el Caribe en 2024 desde el 1,8% previsto en junio pasado al 1,9% proyectado en el último reporte de este mes, aunque ahora es más negativo frente al 2025.

Para 2025 se espera que la región crezca un 2,6%, por debajo del 2,7% previsto en el informe de este organismo en junio. “Estas son las tasas más bajas entre todas las regiones del mundo, lo que pone de relieve los persistentes obstáculos estructurales”, indicó el BM.

Para acelerar el crecimiento, explica que la región debe aprovechar la actual dinámica económica, pero la inversión pública y privada en la región siguen siendo bajas.

De hecho, en términos reales, la inversión extranjera directa (IED) está en niveles inferiores a los de hace 13 años “y los anuncios de nuevas inversiones favorecen a otras regiones”.

Además, los países siguen sin aprovechar plenamente las oportunidades del nearshoring.

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Pese a tener salarios competitivos en comparación con China y otros destinos, los altos costos del capital, los débiles sistemas educativos, la energía e infraestructura deficientes y la inestabilidad social reducen el atractivo de la región como destino de nearshoring.

En medio de las turbulencias económicas globales, se espera que la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de reducir las tasas de interés proporcione cierto alivio.

La previsión es que la economía regional que más crezca este año es Guyana (43%) en medio del boom petrolero que atraviesa ese país sudamericano, mientras que en 2025 su PIB se expandiría un 12,3%.

En la otra cara, las economías que sufrirían una mayor contracción en el 2024 son Argentina (−3,5%) y Haití (−4,2%). En el 2025, Argentina le daría vuelta a este desempeño con un crecimiento del 5%, mientras que Haití avanzaría un leve 0,5%.

Entre las mayores economías regionales, Brasil crecería un 2,8% en 2024 (2,2% en 2025), México un 1,7% (1,5%), Chile un 2,5% (2,2%), Colombia un 1,5% (3%), Perú un 3,1% (2,5%) y Uruguay un 3,2% (2,6%).

De otra parte, el PIB de Paraguay se expandiría un 3,9% este año (3,6% en 2025), mientras Bolivia un 1,4% (1,5%) y Ecuador un 0,3% (1,6%).

En el caso de Centroamérica, Panamá crecería un 2,4% (3% EN 2025), Costa Rica un 4% (3,5%), El Salvador un 2,9% (2,7%), Guatemala un 3,7% (4%) y Nicaragua un 3,6% (3,5%).

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“La región ha logrado avances en el manejo de la inflación y la estabilización macroeconómica. Este es un momento clave para aprovechar estos logros y atraer las inversiones necesarias para el desarrollo sostenible, fomentar la innovación, construir capital humano, crear más y mejores empleos y empoderar a la región para liberarnos de este ciclo de bajo crecimiento”, manifestó el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo.

El Banco Mundial indica en el reporte que la región está a punto de ganar la batalla contra la inflación, considerado “el segundo gran desafío macro derivado de la pandemia luego de las recesiones iniciales”.

Entre los países grandes, explica, es probable que Brasil y Perú alcancen sus metas de inflación en 2024, mientras que las demás economías principales les seguirían poco después. “Las expectativas inflacionarias se mantienen ancladas y las autoridades monetarias comienzan a reducir tanto las tasas nominales como reales de interés”.

En todo caso, considera que los avances en la lucha contra la pobreza y la desigualdad siguen siendo lentos, con un coeficiente de Gini de 49,9%.

Aunque en 2024 prevé que la pobreza monetaria disminuya levemente hasta 24,7% de la población de Latinoamérica y el Caribe (basado en una línea de pobreza de ingreso medio alto de US$6,85 por día en términos de PPA de 2017).

El BM señala que el elevado endeudamiento y los servicios de deuda “continúan obstruyendo la capacidad de la región para crear el espacio fiscal necesario para el gasto y la inversión públicos”.

“Cerrar esta brecha es parte de una agenda de desarrollo más amplia, que incluye mejoras en la capacidad administrativa, el gasto y la recaudación impositiva”, explicó.

Según el informe, la relación deuda-PIB escaló al 62,8% en 2024, frente al 59,1% en 2019.

Entre las posibles salidas se analiza el rol de los impuestos a la riqueza como alternativa para generar espacio fiscal, igualar los ingresos y estimular el crecimiento, entre ellos, los que se aplican a las propiedades.

En la actualidad, América Latina y el Caribe tiene algunos de los impuestos a las corporaciones más altos a nivel mundial, con un promedio de 24,7%, por encima del promedio de la OCDE, de 23,9%, y de Asia, de 19%.

No obstante, la región recauda solo el 2,7% de sus ingresos a través de impuestos a la riqueza, en comparación con el 12,8% en Norteamérica y el 4,3% en Europa occidental y central.

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