El Bitcoin venía teniendo un gran año en 2024, impulsado en buena parte por la aparición de los fondos cotizados en Bolsa (ETF) basados en la moneda y también en el halving. Sin embargo, el 5 de noviembre se produjo un hito clave que le permitió a la criptodivisa subir cerca de 35% en apenas 8 días: el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, quien pareciera volver al poder con una mirada muy favorable al ecosistema.
Ahora bien, ¿tiene margen alcista aún este activo? Los entusiastas cripto están convencidos de que sí y hasta se ilusionan con que supere los US$100.000 más pronto que tarde (hoy ronda los US$90.000), pero también es cierto que las alturas, a veces, marean y hay quienes temen que el rally de los últimos días, en algún momento, deberá calmarse.
Entusiasmo y cautela
“El Bitcoin, en plena era Trump, genera tanto entusiasmo como cautela, con una elevada volatilidad caracterizando su trayectoria”, señala un informe del holding financiero de origen suizo Mirabaud.
El estudio explica: “A pesar de las críticas iniciales de Trump, la criptodivisa ha ganado legitimidad, entre otras cosas, gracias a la aprobación de los ETF al contado, que facilitan el acceso de los inversores a los activos digitales al tiempo que proporcionan un marco más regulado. Aunque el Bitcoin está ya firmemente asentado en el panorama financiero mundial, su evolución sigue marcada por grandes fluctuaciones, lo que lo convierte en un activo tan prometedor como arriesgado”.
¿Cuáles son las razones para ser cautelosos respecto del Bitcoin, aún con Trump? En primer lugar, como todo activo financiero es riesgoso y, en particular el Bitcoin, ha mostrado una gran volatilidad. Por otro lado, algunas proyecciones indican que la política de Trump pueden tener impacto inflacionario y obligar a la Reserva Federal (Fed) a mostrar una postura restrictiva. Y el Bitcoin ha mostrado una gran sensibilidad a los aumentos de tasa en estos años.
Trump y el Bitcoin
En el pasado, Trump ha criticado abiertamente el Bitcoin y las criptodivisas, al menos desde julio de 2019. En aquel momento, cuando aún era presidente, Trump publicó un tuit en el que expresaba su desaprobación: “No soy fan del Bitcoin ni de otras criptodivisas, que no son dinero y cuyo valor es muy volátil y se basa en el aire”.
En aquella época de desconfianza hacia la cripto, Trump también advirtió de que las criptomonedas podrían facilitar actividades ilegales, como el tráfico de drogas y otros delitos. En 2021, tras dejar el cargo, Trump reiteró su postura negativa hacia el Bitcoin, calificándolo de “estafa” y expresando su temor a que pudiera “competir con el dólar” como moneda de reserva mundial. Sin embargo, en un giro de 180 grados, el presidente electo declaró su afinidad en 2024 por las criptodivisas, afirmando que eran una moneda del futuro.
En campaña sostuvo que buscará hacer de Estados Unidos la “capital cripto del mundo” e incorporar a Bitcoin en las reservas federales.
Mirabaud resumió los factores que explican este cambio:
- Desconfianza en las instituciones tradicionales: Trump ha criticado a menudo a las grandes instituciones financieras y a la Reserva Federal, una línea argumental que encuentra un eco natural en la ideología descentralizada de las criptodivisas, que se consideran una alternativa al sistema bancario tradicional.
- Proteger las libertades individuales y resistirse a la vigilancia: Las criptodivisas abogan por el control personal de los activos, un mensaje que se alinea con los valores de Trump, incluido su compromiso con la reducción de la intervención gubernamental y la preservación de las libertades económicas.
- Apoyo a la innovación y al crecimiento económico: El sector de las criptomonedas representa un inmenso potencial económico y tecnológico. Desde una perspectiva empresarial, Trump podría fomentar este ámbito para atraer capital, crear empleo y fortalecer la economía estadounidense.
- Diversificación lejos del dólar: Aunque Trump defiende el poder del dólar, sigue desconfiando de la influencia extranjera en la economía estadounidense. Por tanto, las criptodivisas podrían desempeñar un papel en la diversificación de divisas, reduciendo la dependencia del dólar y de la política monetaria de la Fed.
- Influencia de figuras pro-Trump en el sector: Algunas figuras influyentes de la tecnología y la criptomoneda apoyan a Trump o comparten sus valores sobre la independencia económica. Su impacto podría influir positivamente en su acercamiento a las criptomonedas.
Las promesas de Donald Trump con relación al Bitcoin
El fundador de Wealth Mastery, Lark Davis, publicó un artículo resumiendo las principales promesas de campaña de Donald Trump con relación al Bitcoin. Davis mencionó:
- Bitcoin como activo de reserva estratégica de EE.UU.: Trump prometió transferir los 207.000 bitcoins que actualmente están en poder del Departamento de Justicia al Departamento del Tesoro, donde se mantendrán como un activo de reserva estratégica. Trump también aseguró que el gobierno detendrá cualquier venta adicional de bitcoin.
- Aumentar la minería doméstica: después de una reunión en verano con ejecutivos de minería, Trump publicó en Truth Social que “el odio de Biden hacia Bitcoin solo ayuda a China, Rusia y a la izquierda comunista radical. ¡Queremos que todo el Bitcoin que quede se HAGA EN EE.UU.! ¡Esto nos ayudará a ser ENERGÉTICAMENTE DOMINANTES!”, escribió.
- Proteger la autocustodia: en el evento Bitcoin 2024, Trump declaró que protegerá el “derecho a la autocustodia” de los individuos.
- Indulto a Ross Ulbricht: Trump también dijo que indultará al fundador de Silk Road, un extinto sitio de la dark web en el que se comercializaba con criptomonedas. Muchos en la comunidad de Bitcoin consideran que la sentencia de prisión de doble cadena perpetua de Ulbricht es excesiva e injusta.
- Despedir a Gary Gensler: Trump afirmó que destituirá al presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) Gary Gensler, el primer día de su mandato.
- No a las CBDC: Trump prometió prohibir la creación de cualquier moneda digital (CBDC, por sus siglas en inglés) del banco central de Estados Unidos.