Transformación digital: Ingresos para la banca del futuro

La adopción de nuevas tecnologías impulsa a bancos y fintech en Latam a generar ingresos, transformando la experiencia del cliente y creando nuevas oportunidades

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La digitalización ha revolucionado el panorama financiero, impulsando a bancos y fintech a desarrollar estrategias de monetización que se alineen con los avances tecnológicos y las crecientes expectativas de los consumidores. Estas innovaciones no solo brindan mayor conveniencia y accesibilidad, sino que permiten atender tanto a habitantes de grandes ciudades como de zonas rurales.

Aunque los métodos tradicionales sin contacto siguen dominando dentro de las industria de pagos digitales, la llegada de la Generación Z, experta en tecnología, crea nuevas oportunidades. Esta generación demanda servicios financieros más rápidos y personalizados. Combinados con tecnologías modernas como la IA, blockchain y la banca abierta, estos servicios ofrecen a las instituciones financieras herramientas para innovar a un ritmo impresionante, mejorando la experiencia del cliente y abriendo nuevas fuentes de ingresos, como la monetización de datos y las soluciones financieras integradas.

Las billeteras digitales se han convertido en herramientas clave para facilitar los pagos, eliminando la necesidad de efectivo o tarjetas físicas. McKinsey estima que entre 2020 y 2025, el volumen de transacciones realizadas utilizando billeteras digitales en América Latina tendrá una tasa de crecimiento anual compuesta superior al 20%. Además, estas tecnologías fomentan la inclusión financiera, permitiendo que segmentos no bancarizados accedan a servicios básicos como pagos y transferencias mediante dispositivos móviles

Las tarjetas prepagadas y los vales siguen siendo una fuente importante de ingresos, especialmente para las empresas que ofrecen incentivos laborales y facilidades para la adquisición de productos y servicios. Estas tarjetas generan ingresos recurrentes por tarifas de uso y fortalecen la relación entre las instituciones financieras y las compañías que las adoptan, al enfocarse en el bienestar laboral. Por ejemplo, los beneficios de transporte pueden gestionarse mediante tarjetas prepagadas que facilitan el pago de pasajes. Un informe de Visa señala que la tecnología de pago sin contacto en el transporte público ha crecido rápidamente en América Latina, con más de 20 millones de transacciones desde 2020, modernizando el transporte e impulsando la inclusión financiera.

Por su lado, las tarjetas de crédito se han reinventado en el entorno digital, manteniéndose como una fuente importante de ingresos. La adopción de pagos sin contacto y la integración con el comercio electrónico han fortalecido su uso. Además, estrategias de fidelidad como recompensas y millas aéreas incentivan su uso y generan ingresos adicionales a través de tarifas de transacción y cargos anuales. Desde 2022, las transacciones con tarjetas de crédito en América Latina han crecido significativamente. En Brasil, crecieron un 33% debido a la digitalización y el sistema Pix. Visa reportó un aumento del 20% en transacciones sin contacto en la región, destacando a países como México, Brasil y Colombia. Según Euromonitor, el 73% de las transacciones presenciales en Panamá ya son sin contacto, reflejando la rápida adopción de pagos digitales.

Para aprovechar estas oportunidades, las instituciones financieras recurren a la Gestión de Tarjetas como Servicio (CMaaS, por sus siglas en inglés). Esta herramienta les permite generar nuevas fuentes de ingresos y optimizar sus operaciones. Al reducir costos operativos con soluciones en la nube y usar funciones avanzadas como la emisión de tarjetas virtuales, el monitoreo en tiempo real y las ofertas personalizadas, están impulsando la innovación y mejorando la experiencia del cliente.

BPC apoya esta transformación con sus soluciones integrales de CMaaS, que permiten a las instituciones reducir su costo total de propiedad y mejorar la eficiencia operativa. La plataforma de BPC facilita la gestión del ciclo de vida de las tarjetas y la integración con sistemas existentes, ayudando a las instituciones a mantenerse competitivas en un mercado digital en constante evolución.

En este contexto, contar con un socio tecnológico como BPC y su plataforma SmartVista es clave para implementar pagos digitales, billeteras electrónicas y soluciones de “compra ahora, paga después” (BNPL). Estas herramientas no solo mejoran la experiencia del cliente, sino que también optimizan costos, reducen tiempos de procesamiento y brindan acceso a datos valiosos que permiten personalizar ofertas y crear nuevas oportunidades de monetización.