La inclusión financiera sigue siendo un desafío para el sector bancario en América Latina. Sin embargo, la adopción de herramientas digitales y el avance tecnológico han impulsado un mayor acceso a servicios financieros en la región. Según un estudio de Grupo Credicorp realizado en 2024, Argentina ocupa el primer lugar en inclusión financiera entre los ocho países evaluados, seguida por Chile y Panamá, que mostró un notable desempeño durante 2021 y 2022.
Como resultado de este crecimiento, cada vez más personas se acercan a las herramientas de inversión para gestionar sus ahorros. Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reveló que, aunque la participación en inversiones en América Latina sigue siendo baja en comparación con otras regiones, ha aumentado entre un 20% y 30% en los últimos años, impulsada principalmente por la digitalización.
Entre los principales obstáculos para que más personas inviertan se encuentran la falta de educación financiera, el temor a perder dinero y la informalidad laboral. Además, la desconfianza hacia las instituciones financieras, debido en parte a la inestabilidad económica regional, sigue siendo un factor determinante. En este contexto, la diversificación financiera se ha convertido en una estrategia clave para preservar el capital y obtener rendimientos en un entorno caracterizado por tasas de interés elevadas en varios mercados latinoamericanos.
La diversificación consiste en distribuir las inversiones entre distintos tipos de activos, como acciones, renta fija, bienes inmuebles y efectivo. Para aquellos que buscan un portafolio con flujos de caja estables o que tienen una menor tolerancia a la volatilidad, la renta fija es una opción ideal.
Los depósitos a plazo fijo, en particular, ofrecen una forma segura de generar rendimientos predecibles, protegiendo el capital inicial. La aparición de productos como los depósitos a plazo fijo digitales y las plataformas de ETFs ha simplificado enormemente el proceso de inversión. En Panamá, instituciones como Banistmo lideran este tipo de innovación con productos como el Depósito a Plazo Fijo Digital.
La digitalización de estos productos permite un acceso más flexible y cómodo, eliminando las barreras físicas y burocráticas que antes dificultaban el proceso. Esto resulta especialmente beneficioso en un contexto de incertidumbre económica, donde muchos buscan opciones de bajo riesgo. Entre los principales beneficios de este Depósito a Plazo Fijo Digital de Banistmo destacan:
- La posibilidad de invertir desde un mes y generar intereses.
- La capacidad de calcular el Depósito a Plazo Fijo a través de la Banistmo App.
- Invertir de manera sencilla y segura directamente desde la aplicación móvil.
Conoce más de Depósito a Plazo Fijo Digital de Banistmo aquí
