Bloomberg — El candidato republicano Donald Trump reunió a sus partidarios en el lugar donde se produjo un intento de asesinato en julio, volviendo a la sede de Pensilvania donde la bala de un pistolero ensangrentó su oreja y puso patas arriba la campaña presidencial.
“Vuelvo a Butler tras la tragedia y el dolor para transmitir un mensaje sencillo al pueblo de Pensilvania y al pueblo de Estados Unidos”, dijo Trump a la multitud el sábado. Nuestro movimiento, dijo, está “más cerca de la victoria que nunca”.
Trump invitó al multimillonario Elon Musk a unirse a él en el escenario, llamándolo “un tipo verdaderamente increíble”.
“Esta es la elección más importante de nuestra vida”, dijo Musk en su primera aparición en el escenario con Trump en la campaña. “El presidente Trump debe ganar para preservar la Constitución. Debe ganar para preservar la democracia en Estados Unidos”.
Encerrado en una reñida pugna por la Casa Blanca con la vicepresidenta Kamala Harris exactamente un mes antes de la jornada electoral, Trump promocionó durante días su aparición en el estado indeciso.
Harris ha recortado la ventaja de Trump en varios estados disputados, según la última encuesta de Bloomberg News/Morning Consult. La carrera está empatada y ninguno de los candidatos muestra una clara ventaja de cara a la jornada electoral del 5 de noviembre.
“Y si ganamos Pensilvania, lo ganaremos todo”, dijo Trump el sábado.
El mitin se convirtió en una peregrinación para algunos de los aliados y seguidores más fervientes de Trump. Decenas de legisladores y donantes prominentes estaban programados para asistir, junto con miles de asistentes al mitin que llenaban el recinto ferial, un entorno que los ayudantes de Trump dicen que le da energía.
John Paulson, el multimillonario de los fondos de cobertura, uno de los principales donantes de Trump y posible Secretario del Tesoro en una futura administración, habló brevemente a la multitud antes de que Trump subiera al escenario.
“Cuando sea elegido presidente, dará a Estados Unidos el mayor auge económico que jamás hayamos visto”, dijo Paulson.
Brady Marnell, un hombre de 59 años de San Diego que dijo que ha estado viajando por la Costa Este para asistir a los mítines de Trump, calificó el regreso a Butler de “agridulce”.
“Siento que es algo importante terminar”, dijo. “Este tiene más que ver con la reflexión y con echar la vista atrás a los acontecimientos de julio”.
Para Musk, consejero delegado de Tesla Inc. y SpaceX y el hombre más rico del mundo, es su momento más destacado hasta ahora como parte de una campaña política. Tras años de mantener un perfil político bajo, ha emergido en las elecciones de 2024 como un partidario clave de Trump.
Musk ha sido uno de los temas de conversación favoritos de Trump en los últimos días, ya que el expresidente elogió el despliegue del equipo Starlink de SpaceX para ayudar a restablecer las comunicaciones en las ciudades estadounidenses asoladas por el huracán Helene. También criticó la respuesta al desastre de la administración Biden e hizo afirmaciones infundadas sobre la reorientación de miles de millones de dólares para apoyar a los inmigrantes indocumentados.
Musk lanzó un super PAC pro-Trump en mayo y apoyó públicamente al candidato republicano horas después del atentado en Butler. Se le unió el multimillonario Bill Ackman en medio de una avalancha de apoyo a Trump tras el ataque, que mató a un asistente y dejó dos heridos.
El apoyo más visible de Musk a Trump se manifiesta en X, la plataforma de medios sociales antes conocida como Twitter que compró en 2022 por 44.000 millones de dólares. En agosto, organizó una conversación con Trump en X en la que el magnate de la tecnología le propuso un papel en caso de que Trump ganara un segundo mandato en la Casa Blanca.
Trump aprovechó la idea para ofrecer a Musk un papel en su próxima administración y proponerle un puesto en el Gabinete.
Como propietario de X y cuenta más seguida, Musk marca el tono de X y ha orientado todo el sitio hacia la derecha política.
Su enfoque de no intervención en lo que publican los usuarios ha provocado críticas en Estados Unidos y en todo el mundo por permitir que florezca la desinformación, incluidas las recientes falsedades de las que se hizo eco Trump, según las cuales los inmigrantes de una ciudad de Ohio estaban detrás de una ola de delincuencia local y eran los culpables de la desaparición de perros y gatos.
Trump se dirigió a la multitud congregada en el recinto ferial Butler Farm Show desde detrás de un cristal protector, una medida de seguridad que pone de relieve el refuerzo de la seguridad puesto en marcha tras el atentado del 13 de julio. Los drones de seguridad también eran visibles, así como un francotirador detrás de Trump.
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