Bloomberg Línea — El martes 15 de octubre por la noche, Victoria’s Secret (VSCO) celebró su primer desfile de moda en seis años, con alas y todo. El programa había sido cancelado en 2019 ya que la marca de lencería enfrentó rechazos por su falta de inclusión y los comentarios de un alto ejecutivo sobre no elegir modelos trans o de talla grande.
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El evento de este año contó con una alineación de actos musicales exclusivamente de mujeres, incluidas Cher y Tyla, más las pasarelas de Adriana Lima, Imaan Hammam, Gigi Hadid y otras supermodelos.
El desfile de 2024 marca un nuevo comienzo para Victoria’s Secret, que surgió en San Francisco, California, en 1977, cuando sus fundadores, el matrimonio de Roy y Gaye Raymond, idearon un lugar para que la gente fuera a comprar lencería sin sentir vergüenza.
En esa década, la ropa interior femenina estaba diseñada más hacia la practicidad y la durabilidad y, para la mayoría de las mujeres, la lencería elegante solo se usaba en lunas de miel y aniversarios de boda.
Roy comenzó a buscar financiamiento para iniciar su negocio. Consiguió US$40.000 con un préstamo bancario y otros US$40.000 con sus suegros. Con este capital semilla, logró abrir su primera tienda en un centro comercial de Palo Alto, California, a la que llamó Victoria’s Secret, un nombre inspirado en la época victoriana de Inglaterra, buscando evocar el refinamiento del siglo XIX. Su idea era imitar los tocadores de las damas de la alta sociedad con detalles en madera fina y cortinas de seda.
El primer año, Victoria’s Secret vendió US$500.000. Cinco años después, Raymond ya había conseguido abrir tres tiendas más y lanzar la primera edición de lo que se convertiría en el icónico catálogo, con artículos de lencería, como tangas de encaje y sujetadores push-up acolchados.
En 1982, Les Wexner, fundador de L Brands, compró la compañía por US$1 millón, y una década después tenía un valor estimado de US$1.000 millones, de acuerdo con The Guardian. En agosto de 1993, Roy Raymond falleció tras saltar del puente Golden Gate. Su exesposa Gaye, de quien se divorció tres años antes, declaró que creía que él había sufrido de depresión después de una serie de fracasos comerciales.
En 1995, Victoria’s Secret estrenó su desfile de moda. Las ediciones posteriores lanzarían las carreras de modelos como Tyra Banks, Gisele Bündchen y Heidi Klum, y atraerían a millones de televidentes de todo el mundo.
Victoria’s Secret en la actualidad
El declive de Victoria’s Secret comenzó a hacerse notar hacia finales de la década de 2010. A medida que la sociedad se volvía más consciente de la diversidad y la inclusión, las imágenes promovidas por Victoria’s Secret, que presentaban cuerpos perfectos y bellezas inalcanzables, comenzaron las críticas.
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Esta desconexión con las nuevas expectativas del consumidor llevó a una pérdida de relevancia y a una disminución en la base de clientes de la marca. El Victoria’s Secret Fashion Show, que había sido un evento anual muy esperado, también comenzó a perder audiencia y relevancia.
En 2019, decidió cancelar el desfile, citando bajas ventas y críticas por la falta de diversidad. Esto marcó un cambio de rumbo que la empresa necesitaba para adaptarse a los nuevos tiempos. Además de estos desafíos, Victoria’s Secret enfrentó problemas internos significativos.
Además, a Wexner —con un patrimonio neto estimado de US$6.000 millones— se le asoció con Jeffrey Epstein, llevando a la salida del ejecutivo en 2020. Estos problemas internos, junto con la creciente competencia de nuevas marcas como Savage X Fenty, de Rihanna, que promovían una imagen más inclusiva y realista, contribuyeron a los desafíos de Victoria’s Secret.
En agosto de 2021, Victoria’s Secret se separó de L Brands y se convirtió en una entidad independiente que comenzó a cotizar en la Bolsa de Nueva York bajo el ticker VSCO. Este cambio permitió que diversos inversores institucionales adquirieran participaciones significativas en la empresa.
Desde entonces, la empresa con sede Reynoldsburg, Ohio es propiedad principalmente de inversores institucionales como FMR LLC (Fidelity Institutional Asset Management) con el 11,5%, The Vanguard Group, con el 10,2%, Lone Pine Capital, con el 9,8%, The WindAcre Partnership con el 8,6%, y BlackRock con el 7,4%.
Actualmente, la CEO de la empresa es Hillary Super, quien asumió el cargo en septiembre. Antes de tomar este rol, fue directora ejecutiva y miembro de la junta directiva de Savage X Fenty.
Para 2024, el minorista estadounidense líder en lencería espera ventas netas de US$6.000 millones, más débiles que el año pasado, de acuerdo con Bloomberg. A la fecha, la compañía tiene unos 30.000 empleados en una presencia global de más de 1,370 tiendas minoristas en casi 70 países.