El presidente de Paraguay, Santiago Peña, promulgó una ley que endurece las penas por abuso sexual infantil, elevándolas hasta 30 años de prisión en los casos que involucren a niños menores de 10 años. El acto de sanción se llevó a cabo en el Palacio de López, sede del Ejecutivo en Asunción, y representa un cambio significativo en la legislación del país en materia de protección infantil.
La normativa había sido aprobada por el las cámaras de Senadores y Diputados y ahora fue puesta en vigor por el Poder Ejecutiva.
Detalles de la nueva legislación
La ley sancionada modifica los artículos 128 y 135 del Código Penal paraguayo, inicialmente establecidos por la Ley N° 1160/1997 y revisados en 2008 y 2017. Según el texto aprobado, cualquier persona que realice actos sexuales con niños menores de diez años, incluyendo el coito, enfrentará una pena mínima de 20 años de prisión, que podrá extenderse a 30 años en casos agravados.
“Con lo que hoy estamos promulgando, el Paraguay revierte esta situación y se convierte en el país con mayores penas para abusadores de toda la región”, aseguró el presidente Peña.
Un contexto preocupante
El Ministerio de la Niñez y Adolescencia reporta aproximadamente 3.500 denuncias de abuso sexual infantil al año en Paraguay, un delito que afecta principalmente a niñas. Según el ministro Walter Gutiérrez, el 82% de las víctimas son de sexo femenino, la edad promedio de los niños abusados es de nueve años, y en la mayoría de los casos, los victimarios provienen del entorno cercano de las víctimas, con una edad promedio de 27 años.
En respuesta a esta realidad, la reforma incorpora conceptos legales como “integridad sexual”, “entorno cercano” y “afinidad en la familia”, para asegurar sanciones más efectivas. También tipifica el abuso sexual infantil a través de medios tecnológicos, adaptándose a los desafíos de la era digital.
Penas más severas y medidas complementarias
En su discurso, Peña destacó que esta reforma responde a la necesidad de corregir una injusticia histórica: “Históricamente las leyes de protección contra el abuso infantil contemplaban penas muy blandas, donde en algunas veces las condenas por abigeato eran mayores. Una situación intolerable y vergonzosa”.
Aunque reconoció que el endurecimiento de las penas no resuelve por completo el problema, Peña subrayó que esta medida es “un paso decisivo” para proteger a los niños del país. “Vamos a sacarlos de circulación, alejarlos de sus víctimas y de otros niños y niñas, y que mediten por el resto de lo que les quede de vida sobre lo que hicieron desde la reclusión”, afirmó.
El ministro Gutiérrez celebró la sanción de la ley, señalando que esta reforma convierte al abuso sexual infantil en el segundo delito con penas más severas en el sistema penal paraguayo, solo por detrás del homicidio. “Es una señal contundente para combatir uno de los crímenes más atroces”, declaró.
Aunque las autoridades reconocen que la legislación por sí sola no resolverá el problema, la iniciativa busca enviar un mensaje claro y disuasorio a quienes cometan este tipo de crímenes.
Este cambio legislativo representa un avance en la lucha contra el abuso infantil y refuerza el compromiso del país en la protección de los derechos de los niños, afirmó el mandatario.