Bloomberg — Netflix Inc. (NFLX) está en conversaciones para estrenar el próximo remake de Greta Gerwig en las pantallas de Imax Corp. (IMAX) en todo el mundo, lo que supondría uno de los mayores acuerdos comerciales de la plataforma de streaming con los cines, según personas familiarizadas con el asunto.
Gerwig, directora del éxito de taquilla Barbie del año pasado, aspira a estrenar Narnia en los cines, una fórmula de distribución a la que Netflix se ha resistido en gran parte. Netflix da prioridad a los espectadores de su servicio de streaming homónimo.
No obstante Netflix y las grandes cadenas de cines no han logrado jamás ponerse de acuerdo respecto a un modelo de negocio, pero tanto Gerwig como los productores del film ven una oportunidad en Imax, que tiene aproximadamente dos mil pantallas en noventa países.
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Imax ha indicado a Gerwig que agregará el film a su lista de próximos estrenos si Netflix acepta un acuerdo de este tipo, señalaron estas fuentes, que solicitaron no ser mencionadas ya que la información es privada.
Las conversaciones se encuentran en una fase temprana y no se ha concretado ninguna decisión, dijeron las personas. Y las proyecciones aún estarían condicionadas a la aprobación de cadenas de cines como AMC Entertainment Holdings Inc. (AMC) y Regal, del grupo Cineworld, que albergan pantallas Imax.
Los representantes de Gerwig, Imax y Netflix declinaron hacer comentarios.
Netflix adquirió los derechos cinematográficos de los queridos libros infantiles de C.S. Lewis en 2018 y contrató a Gerwig el año pasado para dirigir una adaptación. La compañía espera gastar al menos US$175 millones y probablemente más en la película, que podría ser la primera de una franquicia.
Anteriormente, Gerwig convirtió Mujercitas (Little Women) de Louisa May Alcott en un éxito que recaudó US$218,9 millones en todo el mundo.
Gerwig tendrá que recrear el mundo de las novelas de fantasía, el tipo de espectáculo visualmente arrebatador que funciona bien en las pantallas Imax. Sin embargo, Netflix se ha mantenido firme en su negativa a estrenar películas en un gran número de cines.
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Ha estrenado títulos selectos, como Roma de Alfonso Cuarón y El Irlandés (The Irishman) Martin Scorsese en cientos de pantallas. Pero las grandes cadenas no proyectarán las películas de Netflix a menos que la empresa acceda a retenerlas en sus servicios de streaming durante semanas.
Cineastas, antiguos ejecutivos de Netflix e incluso el CEO de Imax consideran que la compañía está renunciando a cientos de millones de dólares en ventas de entradas al no poner en los cines películas tan populares como The Gray Man (El hombre girs) y Glass Onion: un misterio de Knives Out.
Sin embargo, Netflix se ha resistido a la presión de los cineastas y sus representantes, argumentando que puede ofrecer una enorme audiencia en casa sin necesidad de salas de cine. Sus clientes pagan por ver sus películas de esa forma en el momento del estreno.
Un acuerdo para la exhibición en salas de cine de Gerwig no indica un cambio fundamental en la estrategia de Netflix, pero es otra excepción a su modelo, por lo demás directo al streaming, del que se ha desviado ocasionalmente para satisfacer a los cineastas que quieren estrenar sus películas en cines.
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En enero, Scott Stuber, antiguo jefe de cine de Netflix, se marchó tras no conseguir convencer a sus jefes de estrenar películas en los cines. Fue sustituido por el productor Dan Lin. Quien pretende frenar el gasto de la compañía sin dejar de comprometerse con grandes proyectos como Narnia.
Barbie de Gerwig , estrenada por Warner Bros. Discovery Inc. (WBD) el año pasado, vendió entradas de cine por valor de US$1.400 millones, lo que la convirtió en la película más taquillera de la historia de la distribuidora Warner Bros.
A comienzos de octubre, la actriz Margot Robbie y otros productores de la próxima película de Emerald Fennell, Wuthering Heights (Cumbres borrascosas) rechazaron una oferta de Netflix para adquirir la película. En su lugar, la vendieron a Warner Bros., que ha garantizado el estreno en salas de la película.
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