Bloomberg — El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, criticó duramente a la Corte Penal Internacional (CPI) por emitir órdenes de arresto contra él y un exministro, y dijo que su gobierno no se dejará disuadir de continuar su guerra contra Hamás en Gaza.
El anuncio hecho el jueves por el tribunal con sede en La Haya fue “antisemita” e Israel seguirá “defendiendo a sus ciudadanos”, dijo Netanyahu en sus primeros comentarios directos.
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"Israel no reconocerá la validez de esta decisión", dijo. "No hay guerra más justa que la que Israel ha estado librando en Gaza después de que Hamás nos atacara sin provocación, lanzando la peor masacre contra el pueblo judío desde el Holocausto".
La CPI también emitió órdenes de detención contra el exministro de Defensa israelí Yoav Gallant y el comandante de Hamás Mohammed Deif. Israel dijo que este último fue asesinado en Gaza hace meses, aunque Hamás, un grupo militante respaldado por Irán y designado organización terrorista por Estados Unidos y otros países, nunca confirmó su muerte.
Aunque es poco probable que Netanyahu llegue a ser juzgado por la CPI, tendrá que tener cuidado con los lugares a los que viaja. La mayoría de los principales aliados de Israel -incluidos el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón- son signatarios de la CPI y, en teoría, deberían detenerle si la visita.
Aún así, Hungría se convirtió en el primer signatario de la CPI en decir que haría caso omiso de la medida de la CPI. El primer ministro Viktor Orban, estrecho aliado de Netanyahu, dijo el viernes que invitará al líder israelí a Budapest y le garantizará que no será detenido.
El principal valedor de Israel, Estados Unidos, no es signatario y condenó a la CPI.
“La emisión por parte de la CPI de órdenes de detención contra dirigentes israelíes es escandalosa”, dijo el presidente Joe Biden. “No hay equivalencia -ninguna- entre Israel y Hamás. Siempre estaremos con Israel contra las amenazas a su seguridad”.
Israel quiere que Biden imponga sanciones que prohíban la entrada de personal de la CPI en Estados Unidos, entre otras medidas, según un funcionario israelí que pidió no ser identificado.
Si no lo hace, Israel espera que el presidente electo Donald Trump lo haga. Otras ideas incluyen sancionar a los países que accedan a las órdenes de detención de la CPI, dijo el funcionario.
Michael Waltz, a quien Trump ha elegido como su asesor de seguridad nacional, dijo que el tribunal no tiene "ninguna credibilidad".
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"Se puede esperar una respuesta contundente al sesgo antisemita de la CPI" en enero, cuando Trump entre en funciones, dijo Waltz.
Israel entró en guerra con Hamás después de que el grupo militante asaltara el sur del país el 7 de octubre de 2023, matando a unas 1.200 personas y tomando a 250 como rehenes. Alrededor de 44.000 personas han muerto en la posterior ofensiva israelí en Gaza, según la autoridad sanitaria del territorio palestino, dirigida por Hamás, que no distingue entre combatientes y civiles.
Las órdenes de detención de la CPI son "por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra", dijo el tribunal. Éstos incluyen "la inanición como método de guerra" así como "el asesinato, la persecución y otros actos inhumanos".
Gran parte de Gaza ha quedado convertida en escombros y el conflicto ha desencadenado protestas antiisraelíes en Estados Unidos, Europa y el mundo árabe.
Conversaciones estancadas
Las conversaciones para una tregua entre Israel y Hamás, principalmente con la mediación de EE.UU., Qatar y Egipto, llevan meses estancadas. Aunque Israel ha destruido gran parte de la infraestructura de Hamás y ha matado quizá a la mitad de sus cerca de 35.000 combatientes, todavía hay intensos combates en el norte de Gaza.
Estados Unidos dijo anteriormente que la CPI "pondría en peligro" las conversaciones de alto el fuego si emitía órdenes de detención contra Netanyahu y Gallant.
Las Naciones Unidas dicen que hay una crisis humanitaria en gran parte de Gaza y que las organizaciones de ayuda están luchando para proporcionar suficiente asistencia. Estados Unidos y otros países han instado a Israel a que permita la entrada de más alimentos, medicinas y combustible.
Israel ha dicho que está haciendo todo lo posible para que la ayuda entre en Gaza y que muchos de los camiones que cruzan al territorio palestino son saqueados por Hamás y otros grupos. Las organizaciones de ayuda culpan a Israel de la ruptura de la ley y el orden.
El gobierno israelí ha negado repetidamente las acusaciones del fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, que solicitó las órdenes judiciales a los jueces del tribunal en mayo.
El ejército israelí añade que cumple con el derecho internacional y que toma muchas medidas para tratar de garantizar que los civiles no resulten dañados por sus ataques aéreos y operaciones terrestres.
El conflicto de Israel contra Hamás se ha extendido al Líbano, donde el ejército israelí lucha contra Hezbolá, otro grupo respaldado por Irán y designado organización terrorista por Estados Unidos.
Las conversaciones para una tregua en esa guerra han progresado esta semana, y Amos Hochstein, uno de los enviados de Biden a Oriente Próximo, ha viajado a Líbano e Israel para reunirse con funcionarios. Dice que ha conseguido salvar algunas distancias entre las partes, pero aún no está claro si podrá cerrar un acuerdo.
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