Bloomberg — La ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, dimitió del gabinete por diferencias sobre cómo prepararse para la administración Trump, un terremoto político que sacude de lleno al gobierno del primer ministro Justin Trudeau.
Freeland ha sido la persona con más poder al servicio de Trudeau durante años y también ostentaba el título de viceprimera ministra. Después de que Donald Trump ganara las elecciones presidenciales de EE.UU., el primer ministro la nombró para dirigir un grupo del gabinete que desarrollaba una estrategia sobre cómo responder a las políticas de EE.UU.
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Anunció su salida en un post en las redes sociales el lunes por la mañana, diciendo en una carta al primer ministro que los dos están “en desacuerdo sobre el mejor camino a seguir para Canadá”. La carta se publicó pocas horas antes de que la ministra presentara en el Parlamento una actualización de la situación fiscal y económica del país.
Trudeau aún no ha nombrado un sustituto. El dólar canadiense se debilitó hasta C$1,4271 por dólar, mientras que los bonos soberanos retrocedieron.
Freeland era uno de los ministros más leales a Trudeau y ocupó altos cargos en el gabinete durante los nueve años de su gobierno. El primer ministro también ha perdido a varios altos funcionarios en los últimos meses. Su Partido Liberal va unos 20 puntos por detrás del Partido Conservador en las últimas encuestas de opinión pública antes de las elecciones del próximo año.
La carta de dimisión de Freeland hablaba del “agresivo nacionalismo económico” de Trump, incluida su amenaza de imponer aranceles del 25% contra productos de Canadá y México, una medida que sería extremadamente perjudicial para la economía canadiense.
“Nuestro país se enfrenta hoy a un grave desafío”, escribió Freeland. “Debemos tomarnos esa amenaza muy en serio. Eso significa mantener nuestra pólvora fiscal seca hoy, de modo que tengamos las reservas que podamos necesitar para una próxima guerra arancelaria. Eso significa evitar costosos trucos políticos, que no podemos permitirnos y que hacen dudar a los canadienses de que reconozcamos la gravedad del momento”.
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La expresión “trucos políticos” se refiere probablemente al anuncio hecho por el gobierno el mes pasado de suspender por dos meses el cobro del impuesto a la venta de determinados artículos, como juguetes y árboles de Navidad, y enviar cheques de C$250 a millones de canadienses. La exención fiscal entró en vigor el 14 de diciembre, pero hasta ahora el gobierno no contaría con los votos necesarios para aprobar los cheques de reembolso. El costo total de ese paquete se estimó en más de C$6.000 millones (US$4.200 millones).
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