La NASA busca vida extraterrestre en la luna helada de Júpiter

Los científicos están esperanzados en que muchas moléculas que sirven como componentes básicos para la vida estén presentes en la luna, Europa, tal como se encuentran en todo el sistema solar

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Bloomberg — La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) lanzó este lunes una misión de US$5.200 millones a Europa, la luna helada de Júpiter, un paso de importancia para determinar si ese lejano mundo reúne las condiciones para albergar vida.

Durante un viaje que lleva más de diez años preparándose, la nave espacial Europa Clipper despegó a bordo de un cohete Falcon Heavy de SpaceX desde Florida a las 12:06 p.m., hora de Nueva York.

Se prevé que el cohete desplegará la nave Clipper en aproximadamente en la primera hora de la misión, lo que pondrá a la sonda espacial en ruta para llegar a Europa en 2030.

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En el transcurso de la misión, la cápsula se acercará hasta 25,7 kilómetros a la superficie. La sonda no aterrizará, pero efectuará unos 50 sobrevuelos a lo largo de cuatro años.

El objetivo es ver si la luna de Júpiter tiene potencial para que prospere la vida. Mientras que los científicos han centrado durante mucho tiempo tales esfuerzos en Marte, que es más similar a la Tierra, la NASA apunta a Europa debido a un océano masivo que se cree que hay debajo de su corteza helada.

Si hay vida, estaría allí, razón por la que la NASA quiere echar un vistazo más de cerca.

“Tiene más agua que la Tierra”, afirmó Amanda Nahm, científica adjunta del programa de la NASA para la misión Europa Clipper. La mayor parte de la vida requiere agua, añadió Nahm.

Durante el último medio siglo, los científicos han reconstruido la existencia de este océano gracias a las mediciones de telescopios terrestres y sondas del espacio profundo como las dos naves Voyager, que pasaron por allí en 1979.

La nave espacial Galileo de la NASA, lanzada en 1989, pasó cerca de Europa casi una docena de veces y realizó mediciones de su campo magnético que indicaron la existencia de una masa de agua bajo una capa de hielo que se cree que tiene entre 16 y 24 kilómetros de espesor.

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No es sólo el océano de agua salada en sí lo que tiene intrigados a los científicos. Otras mediciones indican que podría estar interactuando con el cálido núcleo rocoso de Europa, proporcionando el calor y la energía necesarios para alimentar la vida.

Además, los científicos tienen la esperanza de que muchas moléculas que sirven como componentes básicos para la vida, incluidos el carbono, el hidrógeno y el nitrógeno, estén presentes en la luna, al igual que se encuentran en todo el sistema solar.

"Estar allí nos facilita 'ver' realmente el interior", afirmó Nahm.

Aunque Europa Clipper no determinará si hay vida, la nave está equipada con nueve instrumentos para estudiar la luna en detalle, lo que permitirá a los científicos comprender mejor lo que podría estar acechando debajo. La nave espacial no aterrizará, pero realizará unos 50 sobrevuelos a lo largo de cuatro años.

Una posibilidad intrigante es que realmente broten penachos de agua salada de debajo de la superficie de Europa, algo que el telescopio espacial Hubble ayudó a descubrir. De ser así, es posible que Europa Clipper atraviese en algún momento un penacho en erupción, lo que daría a la nave espacial la oportunidad de tomar muestras directas de partes del océano invisible.

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La nave tiene un largo recorrido para llegar a Júpiter, un camino que implica dar vueltas alrededor de la Tierra y de Marte, utilizando la gravedad de los planetas para coger velocidad.

Una vez allí, Europa Clipper tendrá que sobrevivir a un bombardeo constante de partículas irradiadas, ya que Júpiter posee uno de los entornos de radiación más duros del Sistema Solar.

Los científicos de la NASA empezaron a temer que los componentes electrónicos de la nave no fueran lo bastante resistentes para soportar la radiación. Las pruebas adicionales realizadas el mes pasado determinaron que el vehículo es capaz de soportar lo que le espera.

Si Europa Clipper logra sobrevivir y llevar a cabo su monumental misión, la NASA, y el mundo, podrían estar por fin un paso más cerca de responder a la pregunta de si hay vida más allá de la Tierra, afirmó Nahm.

"Si descubriéramos que Europa es actualmente habitable, creo que eso cambiaría el paradigma", afirmó.

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