Bloomberg Línea — La Semana Santa es el período más sagrado del año en la Iglesia católica, abarcando desde el apogeo de la Cuaresma hasta la Vigilia Pascual, antes del Domingo de Resurrección.
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En 2025, la Cuaresma, tiempo litúrgico de preparación para la celebración de la Pascua, comienza el 5 de marzo, con el Miércoles de Ceniza, es decir, 40 días antes del Viernes Santo.
La Semana Santa 2025 comienza el Domingo de Ramos, el 13 de abril, cuando la Iglesia recuerda la entrada triunfante de Jesús en Jerusalén montado en un pollino, anticipando su Pasión y muerte.
Durante esta semana se celebran numerosas tradiciones y eventos clave, como la institución de la Eucaristía en la Última Cena del Jueves Santo, el 17 de abril, incluyendo el lavatorio de pies, un rito de gran significado para la congregacio´n, además de los solemnes actos del Viernes Santo, entre ellos, el Vía Crucis, en el que los fieles meditan sobre el viaje de Jesús hacia el Calvario, lugar también llamado “Gólgota”.
La Semana Mayor concluye con la Pascua de Resurrección o Domingo de Pascua, el domingo 20 de abril, festividad que celebra la resurrección de Jesucristo y es considerada la fiesta más importante del cristianismo.
Las fechas de la Semana Santa 2025:
13 de abril: Domingo de Ramos
14 de abril: Lunes Santo
15 de abril: Martes Santo
16 de abril: Miércoles Santo
17 de abril: Jueves Santo
18 de abril: Viernes Santo
19 de abril: Sábado de Gloria
20 de abril: Domingo de Resurrección
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En América Latina, la Semana Santa tiene una profunda influencia, al celebrarse con fervor y tradiciones arraigadas que varían de un país a otro.
México, Colombia, Venezuela, Perú, y Guatemala son algunos de los países que destacan por sus elaboradas procesiones y representaciones teatrales de la Pasión de Cristo, que atraen a miles de fieles y turistas, reunidos para reforzar la identidad y el sentido de pertenencia en las comunidades.
Asimismo, en casi toda la región, este es un período de feriados nacionales, así como de recesos en escuelas, universidades y oficinas de gobierno, permitiendo a las personas participar en procesiones, misas y otros eventos religiosos, así como contar con tiempo para descansos largos.
No obstante, en contraste con las celebraciones, la situación en Cuba y Nicaragua es preocupante debido a la represión ejercida por sus gobiernos, incluso vetando algunas de las procesiones de Semana Santa en diferentes ciudades, como han alertado organizaciones de derechos humanos.
