Bloomberg — La empresa Amazon.com Inc. (AMZN) está haciendo más difícil que sus trabajadores discapacitados consigan permiso para trabajar desde casa. Esta decisión refuerza la determinación del gigante tecnológico de conseguir que sus empleados regresen a la oficina cinco días a la semana.
Hace poco, la compañía comunicó a sus trabajadores con discapacidades que estaba implantando un proceso de selección más estricto, tanto para nuevas solicitudes de trabajo desde casa como para prórrogas de las ya existentes.
Los trabajadores en cuestión tendrán que someterse a una “revisión por parte de un responsable multinivel” y se les podría exigir que regresaran a la oficina para someterse a pruebas durante un mes a fin de determinar si las adaptaciones se ajustan a sus necesidades.
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La revisión de esta política, sobre la que no se había comunicado nada previamente, está creando malestar en una plantilla ya contrariada por la obligación de reincorporarse a la oficina los cinco días antes de que comience el mes de enero.
Su CEO, Andy Jassy, asegura que esta medida fortalecerá la cultura de la compañía, que, en su opinión, se ha resentido desde la pandemia y se ha vuelto extremadamente burocrática.
Sin embargo, esta política ha convertido a Amazon en una compañía atípica en el sector tecnológico y es percibida por ciertos empleados como una manera de provocar bajas y reducir la plantilla.
Amazon ha negado tener un motivo oculto y dice que la nueva política de discapacidad refleja su filosofía más amplia de regreso a la oficina.
“Entendemos que esto va a ser una transición y estamos trabajando con nuestros empleados para que sea lo más fácil posible”, dijo la portavoz de Amazon Margaret Callahan en un comunicado. “Seguimos creyendo que las ventajas de estar juntos en la oficina son significativas. Cuando se necesiten adaptaciones en persona, las proporcionaremos y, en algunos casos, ofreceremos una excepción para trabajar desde la oficina”. Se negó a decir cuántas solicitudes se han aprobado.
La Ley de Estadounidenses con Discapacidades exige que los empleadores realicen “adaptaciones razonables”, como animales de servicio, espacios de estacionamiento reservados y reuniones con subtítulos, para ayudar a los empleados con discapacidades a realizar su trabajo.
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Pero no existen reglas estrictas que garanticen a esos trabajadores el derecho a trabajar de forma remota, lo que le da a Amazon la posibilidad de llamarlos de regreso a las oficinas incluso si han estado trabajando exitosamente desde casa.
Los empleados afectados están recibiendo llamadas de “consultores de adaptación” que explican cómo funciona la nueva política. Revisan la documentación médica y comentan la eficacia del trabajo desde casa para los empleados que ya han recibido una adaptación, así como los intentos anteriores de ayudar a la persona a trabajar en la oficina.
Si el consultor está de acuerdo en que se le debe permitir a la persona trabajar desde casa, otro gerente de Amazon debe dar su aprobación. Si no lo hace, la solicitud se envía a un tercer gerente.
Durante una conversación con un empleado que sufría un trastorno de estrés, según una persona familiarizada con el intercambio, un consultor de alojamiento intentó establecer una relación pero también le preguntó a la persona sobre cuestiones médicas delicadas, como por ejemplo cómo se desenvuelve la persona en la vida fuera del trabajo y cuánto tiempo le lleva regular las emociones durante un ataque de pánico.
Un empleado, que pidió el anonimato porque temía represalias por parte de Amazon, dijo que el proceso es tan complicado que han pasado semanas desde que solicitó una excepción por discapacidad. El médico del empleado escribió una carta en la que detallaba por qué se le debía permitir al trabajador trabajar desde casa, y el equipo de discapacidad solicitó más documentación. El trabajador describió que había respondido una pregunta y que otra persona le había vuelto a preguntar.
Algunos trabajadores temen que el proceso haya sido diseñado para que las solicitudes tengan menos probabilidades de ser aprobadas, dijeron dos empleados. En las salas de chat internas, según uno de ellos, los empleados han acusado a Jassy de hipocresía porque el proceso burocrático contradice su determinación declarada de reducir la burocracia que, según él, está ralentizando a Amazon.
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En 2023, tras el auge del trabajo a distancia, el 22,5% de las personas con discapacidades estaban empleadas, el porcentaje más alto desde que la Oficina de Estadísticas Laborales comenzó a rastrear la métrica en 2008. Trabajar desde casa puede beneficiar a personas con una variedad de discapacidades, incluidas alergias crónicas, movilidad limitada y trastornos de ansiedad.
Algunos defensores de las personas con discapacidad temen que la posición de Amazon como el segundo empleador privado más grande del país pueda influir en otras empresas y erosionar los beneficios de la era de la pandemia para los trabajadores con discapacidad.
“Sienta un precedente peligroso con otros empleadores”, dijo Ariel Simms, presidente y CEO de Disability Belongs, un grupo de defensa. “Algunos empleados simplemente abandonan sus trabajos si el proceso de adaptación es demasiado difícil de abordar”.
Los trabajadores a los que se les niega el permiso para trabajar de forma remota pueden presentar denuncias por discriminación ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo, una agencia federal que investiga las denuncias por discriminación en el lugar de trabajo.
Eso pondría en Amazon la carga de demostrar que estar en la oficina es una parte esencial del trabajo, dijo Kenneth Shiotani, abogado sénior de la Red Nacional de Derechos de Discapacidad.
“Esa es una gran área gris. ¿Hasta qué punto es esencial el aspecto presencial del trabajo?”, dijo Shiotani. “Es evidente que hay trabajos en los que estar presente en persona es una función esencial. Es mucho más difícil demostrarlo en un trabajo de oficina, ya que la comunicación electrónica es bastante eficaz”.
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