Bloomberg — Israel y Líbano intercambiaron acusaciones de violar el acuerdo de alto el fuego que ha puesto fin a más de un año de combates, aunque la tregua con Hezbolá parece mantenerse.
El ejército libanés dijo que Israel violó el acuerdo en múltiples ocasiones durante los dos últimos días mediante “violaciones aéreas y el ataque a territorios libaneses con diversas armas”, según un comunicado en X. La agencia estatal de noticias libanesa informó de que dos personas resultaron heridas por disparos israelíes en el pueblo fronterizo de Markaba, situado en una zona en la que las tropas israelíes han estado intentando impedir la entrada de civiles.
Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que atacaron una instalación de Hezbolá en el sur del Líbano tras identificar “actividad terrorista” del grupo militante respaldado por Irán, y por separado abrieron fuego contra “varios sospechosos” que, según dijeron, habían violado los términos del alto el fuego.
Decenas de miles de libaneses han desoído las advertencias israelíes de mantenerse alejados de las zonas fronterizas y, en su lugar, han atascado la principal autopista costera del país y las carreteras para regresar a sus hogares en el sur del país. Miles de personas han muerto y más de un millón de libaneses - casi una cuarta parte de la población - se han visto desplazados por el conflicto, que comenzó cuando Hezbolá empezó a lanzar cohetes contra Israel en solidaridad con Hamás tras el inicio de la guerra en Gaza.
Tanto Hezbolá como Hamás cuentan con el respaldo de Irán y han sido designadas organizaciones terroristas por Estados Unidos y muchos otros países.
Según el acuerdo que entró en vigor el miércoles, Israel tiene 60 días para abandonar las zonas que ha ocupado tras su invasión terrestre del Líbano el 1 de octubre. Durante ese periodo, el ejército libanés debe desplegarse en una zona al sur del río Litani, a unos 30 kilómetros (19 millas) de la frontera israelí, y garantizar el fin de la presencia militar de Hezbolá allí, tal y como estipulaba una resolución anterior de Naciones Unidas.
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El estado de ánimo entre gran parte de la población libanesa ha sido de alivio, rabia y fatiga, así como de aprensión por lo que viene a continuación para un país ya maltratado por conflictos anteriores y por una importante crisis económica.
“Insto a Hezbolá a que lea detenidamente los términos del acuerdo de alto el fuego para que no lo viole y sumerja al Líbano en otra guerra”, declaró el viernes Ghayath Yazbeck, legislador del Bloque Líbano Fuerte encabezado por el partido Fuerzas Libanesas, uno de los principales oponentes de Hezbolá, en una entrevista en la emisora de radio libanesa VDTL.
En Israel, el gobierno parecía comprometido con el alto el fuego, a pesar de que el primer ministro Benjamin Netanyahu advirtió el jueves de que las FDI responderían con contundencia a cualquier infracción.
Los civiles, en particular las decenas de miles de personas desplazadas del norte de Israel, también permanecieron en guardia. Más del 60% de los israelíes se oponen o no están seguros sobre el alto el fuego, según una encuesta de la televisión israelí.
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