Bloomberg — Un incremento en la producción de energía solar contribuyó a que esa fuente de energía verde sorepasara a las centrales de carbón en la UE por primera vez en el 2024, según demuestra un informe.
El hito, obtenido a partir de datos del grupo de expertos Ember, es la más reciente prueba del declive del carbón en la Unión Europea, que pretende abandonar su uso como combustible fósil altamente contaminante.
No obstante, este éxito en la red energética europea no bastará para limitar el papel del carbón en el planeta, dado que la demanda impulsada por China seguirá superando récords en los próximos años.
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Según los datos de Ember, la producción de energía solar en la UE creció un 22% en el 2024, hasta los 304 teravatios hora. La energía procedente del carbón disminuyó cerca de un 16%, hasta poco más de 269 teravatios hora.
“Si bien la transición eléctrica de la Unión Europea ha avanzado más rápido de lo que nadie preveía durante los últimos 5 años, no puede darse por descontado que el progreso continúe”, afirmó en un comunicado Chris Rosslowe, analista principal de Ember. “Es necesario acelerar el suministro, sobre todo en el sector eólico”.
Mientras que la energía solar dio un salto significativo, la electricidad de origen eólico apenas aumentó. Los parques eólicos produjeron sólo un 1,5% más en 2024 que el año anterior. Aún así, la eólica fue una fuente de energía mayor que las centrales de gas por segundo año consecutivo, según muestran los datos de Ember. La generación a gas cayó un 5,6% hasta el nivel más bajo desde 2015.
El auge de las fuentes de energía renovables también se vio favorecido por la mediocre demanda en la UE, que aumentó alrededor de un 1,2%, todavía muy por debajo del nivel registrado antes de que la pandemia y la crisis energética de 2022 ahogaran el consumo.
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