Bloomberg — Las emisiones estadounidenses de gases de efecto invernadero y la actividad económica suelen crecer a la par. No obstante, hay indicios de que ambas empiezan a divergir, en una señal esperanzadora para el clima.
Según el informe de la empresa de investigación Rhodium Group, y por segundo año consecutivo, las emisiones de gases de efecto invernadero descendieron a pesar de la expansión económica, con un descenso estimado del 0,2%.
Según Ben King, director asociado de la división de energía y clima de Rhodium Group y autor del informe, esta divergencia (descenso de las emisiones al tiempo que aumenta la actividad económica) es “motivo de optimismo”.
Lea más: Morgan Stanley sigue los pasos de Citi y BofA y abandona el grupo climático
“Esto indica, potencialmente, el inicio de un progreso en los esfuerzos de descarbonización que contribuyen a reducir las emisiones, en vez de ser simplemente un efecto secundario de ciertos cambios estructurales más generales que se están desarrollando en la economía”, afirmó King.
Las emisiones de gases de efecto invernadero en EE.UU. han disminuido en un 20% desde 2005, pero la nación todavía está lejos de alcanzar los objetivos fijados para la próxima década. El objetivo propuesto por Biden de reducir las emisiones al menos en un 50% para el 2030 con respecto al 2005 exigiría que EE.UU. redujera sus emisiones más de un 7% por año.
Esto se perfila como una batalla cuesta arriba, ya que el presidente electo Donald Trump ha señalado sus intenciones de desmantelar las políticas destinadas a acelerar la descarbonización, incluidos los incentivos fiscales de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA por sus siglas en inglés) y las regulaciones de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).
Según un análisis independiente del Grupo Rhodium, la derogación total de la IRA y la reducción de las regulaciones podrían limitar la disminución de las emisiones. Sin embargo, una derogación total sería una tarea legislativa difícil y los esfuerzos por detener la transición energética podrían tener sus límites, ya que la industria de las tecnologías limpias ha crecido desde la última vez que Trump dejó el cargo.
“Es probable que la descarbonización continúe, pase lo que pase con el entorno político”, dijo King. “Es solo una cuestión de qué tan rápido”.
Lea más: El auge de la IA ralentizará el ritmo de reducción de emisiones en EE.UU., según informe
El sector industrial impulsó la continua divergencia entre las emisiones y el crecimiento, con una reducción de la contaminación del 1,8% debido en parte al abandono del uso del carbón y al paso al gas natural y las energías renovables.
Mientras tanto, el sector del petróleo y el gas emitió un 3,7% menos que el año anterior, según el informe. Las prácticas de producción más limpias han ayudado a limitar la cantidad de metano emitido en la producción, el procesamiento y el refinado.
Pero el resurgimiento de los viajes frenó el avance, ya que el consumo de combustible para aviones y gasolina aumentó, lo que elevó las emisiones un 0,8% en el sector. La electricidad utilizada para el aire acondicionado contribuyó a aumentar las emisiones del sector eléctrico, aunque la energía solar y eólica juntas generaron más electricidad que el carbón por primera vez.
El análisis de Rhodium Group utiliza datos económicos y energéticos preliminares, que la EPA no finalizará hasta 2026.
Lea más en Bloomberg.com