Bloomberg — Las emisiones de CO₂ derivadas de los combustibles fósiles se incrementaron en este año y se calcula que marcarán un récord, lo que pondrá aún más en peligro la perspectiva de que el planeta logre un objetivo clave establecido en el Acuerdo de París de 2015 que busca limitar el calentamiento global, de acuerdo con un informe anual que hace un seguimiento de las emisiones.
La quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural provocó un alza estimada del 0,8% en las emisiones de dióxido de carbono, alcanzando la cifra récord de 37.400 millones de toneladas métricas en 2024, según el estudio Global Carbon Budget.
Si se tienen en cuenta las emisiones derivadas de los cambios en el uso del suelo, se prevé que el total aumente hasta 41.600 millones este año, lo que elevará los niveles de CO₂ en la atmósfera un 52% por encima de los niveles anteriores a la revolución industrial.
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Este nuevo informe se conoce en momentos en que los responsables políticos se reunieron en la cumbre climática COP29 de Bakú, Azerbaiyán. Constituye una señal más de que el planeta se aproxima a un grado de calentamiento peligroso.
Actualmente, hay un 50% de posibilidades de que dentro de seis años el planeta se haya calentado más de 1,5ºC por encima de la media preindustrial, una cifra que hoy parece “tan reducida que ya prácticamente carece de sentido”, señaló Glen Peters, investigador principal del Centro de Investigación Climática Internacional de Noruega y autor del estudio.
“Mi analogía es: su cara está volando hacia la pared. Todavía no ha chocado contra la pared, pero en cualquier momento lo hará”, dijo. Los autores del estudio prevén que las emisiones mundiales podrían alcanzar pronto su punto máximo.
Entre los combustibles fósiles, el gas es el que más contribuye al aumento, seguido del petróleo y el carbón.
En la última década, las emisiones procedentes de los combustibles fósiles han aumentado de media, mientras que las emisiones derivadas del cambio en el uso de la tierra, como la deforestación, han disminuido.
Ambas métricas aumentarán este año gracias a las condiciones de sequía que exacerbaron los incendios forestales en lugares como Brasil y Canadá. Con el tiempo, la creación de nuevos bosques y la reposición de los antiguos han compensado cerca de la mitad de las emisiones derivadas de la deforestación, según el informe.
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En general, el crecimiento de las emisiones se ha ralentizado hasta situarse en torno al 0,6% anual en la última década, desde cerca del 3% en la década de 2000, según Peters. Esto demuestra que la aparición de energías renovables y la adopción de vehículos eléctricos están marcando la diferencia.
Entre los países, se calcula que las emisiones de la India crecerán un 4,6%, mientras que las de la Unión Europea y Estados Unidos disminuirán un 3,8% y un 0,6% respectivamente. Se prevé que las emisiones de CO₂ de China, que representan aproximadamente un tercio del total mundial, se mantengan prácticamente estables.
“Hasta que no alcancemos las emisiones netas de CO₂ a nivel mundial”, afirmó el autor principal del estudio, Pierre Friedlingstein, profesor de la Universidad de Exeter, “las temperaturas mundiales seguirán aumentando y causando impactos cada vez más graves”.
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