Guatemala confirma caso de ‘gusano barrenador del ganado’: ¿qué es y cómo afecta en humanos?

Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras ya han documentado casos de la plaga, lo que genera preocupación por la continua propagación hacia el norte del continente

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Bloomberg Línea — Por primera vez en tres décadas, Guatemala detectó el lunes el primer caso del gusano barrenador del ganado (GBG) en un ternero en Los Amates, Izabal, en la región nororiental del país.

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La confirmación de la plaga, que avanza rápidamente desde que se reportaron los primeros casos a la Organización Mundial de Sanidad Animal, procedentes de Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras, ha llevado al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) a declarar este martes un Estado de Emergencia de Sanidad Animal por la amenaza del GBG.

El acuerdo Ministerial 147-2024 fortalece las medidas y acciones sanitarias que ya estaban ejecutando las autoridades, además de crear una Comisión Específica de carácter interinstitucional que dará seguimiento y coordinará las diferentes acciones para evitar la propagación de esta plaga.

Por décadas, la mosca del gusano barrenador del Nuevo Mundo, un parásito carnívoro que afecta mayormente a los bovinos, parecía haber sido erradicado en la región centroamericana.

No obstante, en julio de 2023, las autoridades panameñas detectaron el primer caso en el punto de control de Agua Fría, un corregimiento en el distrito de Chepigana, provincia de Darién, que limita al este con Colombia.

La enfermedad, causada por la larva de Cochliomyia hominivorax, había sido controlada en el istmo a través de la Técnica del Insecto Estéril (TIE), como acción conjunta entre el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Prevención y Erradicación del GBG (COPEG).

El éxito de este método de control de plagas respetuoso con el medio ambiente se viene utilizando desde hace más de 60 años para hacer frente a plagas dañinas para el ganado.

La innovadora técnica contribuyó a erradicar el gusano barrenador de los Estados Unidos en 1966 y en México en la década de 1970, logró expandirse en Belice y Guatemala en 1994, El Salvador en 1995, Honduras en 1996, Nicaragua en 1999, Costa Rica en el año 2000 y en Panamá en 2006, según registros del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).

Sin embargo, en la actualidad, la enfermedad se mantiene en etapa de erradicación con incidencias de casos positivos en todas las provincias de Panamá a excepción de la Comarca Guna Yala, dice la COPEG.

Al 19 de octubre se habían presentado un total de 19.970 casos positivos, mientras que a nivel regional hay presencia de GBG en Costa Rica con un total de 7.531 casos desde la declaración del brote, en Nicaragua se suman 4.259 casos y en Honduras 20 casos por incursiones desde Nicaragua hasta la fecha.

El cambio climático y las movilizaciones masivas de ganado parasitado sin el debido control durante la sequía de 2023 producto del fenómeno de El Niño son algunos de los factores que pudieron haber propiciado la expansión demográfica y reinfestación del GBG en Panamá, Costa Rica y Nicaragua, dijo José Loaiza, investigador del Programa Centroamericano de Maestría en Entomología (PCMENT) de la Universidad de Panamá.

Otras causas de la reaparición de la enfermedad, según el académico, son el crecimiento en el sector agropecuario en la provincia de Darién, y la resiliencia de la plaga.

Las pérdidas económicas anuales por causa de la gusanera Cochliomyia hominivorax en Centroamérica podrían superar los US$150 millones, según estimaciones del docente, reflejadas en la pérdida de peso de los animales, disminución en la producción de lácteos, daños en el cuero y la muerte.

¿Cómo afecta el gusano barrenador del ganado (GBG)?

Esta plaga provoca infecciones graves al alimentarse de tejido vivo y en algunos casos, causando la muerte del individuo.

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La ganadería ilegal añade gravedad al desafío, actuando como un vehículo para la transmisión y propagación de esta enfermedad a través de las fronteras, y aumentando así el riesgo de brotes en más países de la región, de acuerdo con la organización Wildlife Conservation Society.

La mosca hembra grávida coloca sus huevecillos en las heridas y mucosas expuestas de animales de sangre caliente, incluyendo tanto a los animales silvestres como a los domésticos, como perros, gatos, caballos, vacas, cerdos, gallinas, y también a los seres humanos.

El contagio en personas ocurre de la misma manera que ocurre en los animales: al presentar heridas o mucosa expuestas, las hembras grávidas colocan sus huevos sobre los tejidos donde estos eclosionan en forma de larvas en 24 horas, las cuales empiezan a consumir el músculo, cartílago y hasta los huesos.

Acciones para evitar su ingreso a Estados Unidos

Es casi imposible eliminar los gusanos barrenadores con pesticidas sin causar daños colaterales a los ecosistemas, por lo que el COPEG cría masivamente moscas del gusano barrenador esterilizadas para mantener una barrera permanente en el este de Panamá para suministrar gusanos barrenadores esterilizados para la respuesta al brote en otros lugares.

La TIE interrumpe el ciclo biológico de los gusanos barrenadores y ayuda a reducir su población.

La respuesta de emergencia actual se encuentra basada en un aumento de producción de pupas estériles de 20 millones a 89,1 millones semanales y un aumento de dispersión área y terrestre, con un total de 18 vuelos semanales, 148 cámaras de liberación terrestre en Nicaragua y 54 posicionadas en Honduras que promedian una dispersión de más de 36,5 millones de moscas estériles.

Mantener alejadas a las moscas y a sus larvas carnívoras ahorra a los EE.UU. un estimado de US$1.300 millones en daños al ganado cada año, según el USDA.