Bloomberg — El presidente Javier Milei quiere que los argentinos usen más dólares. Pero, por primera vez en años, sus compatriotas claman por pesos.
El aumento de la demanda de la moneda local en los últimos meses ha hecho que los bancos comerciales necesiten acceder a pesos, lo que ha llevado al Banco Central a reactivar una ventana de liquidez a la que no se recurría desde la crisis financiera de 2018.
La actividad en el mercado de repos comenzó a aumentar en septiembre y se disparó a principios de este mes, cuando los bancos tomaron prestados más de US$1.600 millones a un día de plazo, según muestran los datos del Banco Central. La demanda de préstamos en pesos indica los primeros signos de recuperación económica, aunque el país sigue sumido en la recesión. Milei, que asumió el cargo con planes radicales, se enfrenta a una realidad complicada.
El descenso de las tasas de interés, que cayeron de un máximo histórico del 133% al 40% en diez meses, está alimentando la demanda de crédito. La relación entre préstamos privados en pesos y depósitos aumentó al 64% este mes, frente al 42% de finales de 2023, según la consultora local 1816 Economía & Estrategia.
Aun así, el crédito bancario —que asciende al 12% del producto bruto interno— sigue siendo bajo en comparación con otros países de la región, como el 72% de Brasil, según datos del Banco Mundial.
El Banco Central ofrece esta ventanilla de liquidez a corto plazo para evitar que los bancos se vean obligados a deshacerse de sus tenencias de deuda del Tesoro o a subir las tasas de interés de los depósitos, lo que repercute en los costos de endeudamiento de la gente.
Un portavoz del Banco Central dijo que los repos activos forman parte del proceso de normalización del sistema financiero. Un portavoz del Banco Galicia, el mayor prestamista privado del país, dijo que prefiere recurrir a la línea de repos para poder vender gradualmente bonos y otros títulos.
Decisiones difíciles
Pero la reapertura de los repos activos no es sólo una señal de la demanda de los argentinos por liquidez. También es un indicio de lo difícil que es para Milei frenar la máquina de imprimir billetes, a pesar de su objetivo declarado de hacerlo después de que el gobierno anterior utilizara la expansión monetaria para sostener proyectos de inversión y consumo, alimentando la inflación.
A pesar de los recientes éxitos en la reducción de la inflación, todavía hay una abundancia de deuda en pesos en la economía. Ese “exceso monetario”, como algunos lo describen, supone un riesgo de devaluación de la moneda y podría provocar un rebrote de la inflación si no se gestiona adecuadamente. También impide al gobierno relajar sus controles monetarios, lo que lleva a Milei a experimentar con algo llamado “dolarización endógena”.
Las empresas y los particulares que no han podido enviar dividendos al extranjero o dar un mejor uso a sus ahorros se han visto obligados en los últimos años a mantener su dinero en bonos del Estado, depósitos u otros activos. Se trata de un exceso monetario que genera temor en los funcionarios cada vez que deben resolver si levantan las restricciones cambiarias. El resultado fueron más de US$100.000 millones en activos en pesos, según PPI, un bróker local.
Desarmar posiciones
El plan de Milei consistía en trasladar esas deudas en pesos del Banco Central argentino al Tesoro, y atraer a los tenedores —a menudo bancos— para que vendieran sus tenencias bajando las tasas de interés. Pero hasta ahora, eso no ha funcionado.
En los últimos 30 días, los bancos aumentaron su stock de letras del Tesoro, conocidas como LEFI, a 11,2 billones de pesos (US$11.400 millones), frente a 7,5 billones, según datos oficiales. Y en cada subasta de deuda, el Tesoro argentino vende más bonos de los que vencen, lo que hace que la pila de deuda en pesos aumente. La única excepción fue el 26 de septiembre, cuando la última subasta del Tesoro se saldó con una caída neta de bonos en pesos, según la correduría local Facimex Valores.
Al mismo tiempo, la pelea por la liquidez en pesos podría desencadenar un ajuste de las tasas de interés. “Las tasas de interés deberían estar más presionadas en un escenario de mayor demanda y escasez de pesos”, dice Martín Polo, economista jefe de Cohen Sociedad de Bolsa.
“Eso será un dolor de cabeza para el Tesoro Nacional, que es el que tiene que refinanciar su deuda con el mercado. Pero no hay camino a la felicidad sin tensión”.
Nota original: Argentine Loan Frenzy Leaves Banks Short on Pesos: Shock Therapy
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