La OPEP reafirma que la demanda de petróleo crecerá hasta 2050, aunque otros opinen lo contrario

El consumo mundial de petróleo aumentará en 17,9 millones de barriles al día, o aproximadamente un 18%, hasta los 120,1 millones diarios, según indicó la organización

Para 2030, el consumo mundial de petróleo aumentará en 11,1 millones de barriles diarios hasta alcanzar una media de 113,3 millones al día, según las previsiones de la OPEP.
Por Grant Smith
24 de septiembre, 2024 | 09:03 PM
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Bloomberg — La OPEP redobló sus previsiones de que la demanda mundial de petróleo seguirá creciendo hasta mediados de siglo, una visión atípica que, según los científicos, provocaría una catástrofe climática.

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El consumo mundial de petróleo aumentará en 17,9 millones de barriles al día, o aproximadamente un 18%, hasta los 120,1 millones diarios en 2050, según indicó la Organización de Países Exportadores de Petróleo en su perspectiva anual a largo plazo. Aumentó las estimaciones para las dos próximas décadas con respecto al informe del año pasado.

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Incluso dentro de la industria petrolera, las estimaciones de la OPEP representan un punto de vista marginal. Las previsiones de BP Plc (BP), del gigante del comercio Vitol Group, de Goldman Sachs Group Inc (GS), de la consultora Wood Mackenzie y de la Agencia Internacional de la Energía indican que la demanda de petróleo podría dejar de crecer en la próxima década a medida que el mundo se oriente hacia los vehículos eléctricos y las energías renovables.

El cártel, liderado por Arabia Saudí, ha reconocido los peligros que plantea el calentamiento global y ha defendido que la industria petrolera debe formar parte de la solución, llegando incluso a asistir por primera vez a la cumbre del clima COP el año pasado. Sin embargo, su informe insignia ofreció pocos detalles sobre cómo la captura de carbono -su solución favorita para las emisiones de combustibles fósiles- puede superar los importantes obstáculos técnicos y comerciales para su adopción masiva.

Previsiones atípicas de la OPEP sobre la demanda de petróleo.

La OPEP afirmó que sus perspectivas cada vez más alcistas reflejan que, a la luz de la crisis energética de 2022, las economías avanzadas están reevaluando la transición de los combustibles fósiles a medida que reconocen "la necesidad de seguridad energética". Al mismo tiempo, las naciones en desarrollo presionan para acceder a combustibles asequibles, según el informe, elaborado por la secretaría de la OPEP con sede en Viena.

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Para 2030, el consumo mundial de petróleo aumentará en 11,1 millones de barriles diarios hasta alcanzar una media de 113,3 millones al día, según sus previsiones. Esto supone 1,3 millones diarios más que en las perspectivas del año pasado, que habían elevado las estimaciones con respecto al año anterior.

India será el país que más contribuya al crecimiento, añadiendo 8 millones de barriles diarios para 2050, más del triple del aumento previsto para China, según la OPEP. La petroquímica, el transporte por carretera y la aviación impulsarán la expansión mundial y, para 2050, los coches con motor de combustión interna seguirán componiendo más del 70% del parque automovilístico.

Sin embargo, estas predicciones son incompatibles con los objetivos climáticos internacionales. Para limitar el aumento de la temperatura a 1,5C, el mundo debe reducir inmediata y drásticamente el consumo de petróleo y detener las inversiones en nuevos proyectos de petróleo y gas, sostiene la AIE, con sede en París. Si la demanda sigue aumentando hasta 2050, las temperaturas podrían subir entre 2,5 y 3 grados, según investigadores del Imperial College de Londres.

Manifestantes en medio de una conferencia sobre perspectivas petroleras en Río de Janeiro, Brasil, el 24 de septiembre.

Los riesgos que plantea un planeta que se calienta han quedado patentes este año, desde una mortífera ola de calor en la India hasta inundaciones devastadoras en África y Europa, pasando por incendios forestales desde Grecia hasta la selva amazónica de Brasil, e incluso la tundra ártica. Los propios miembros de la OPEP se han visto a menudo en el extremo receptor, con un calor récord en Arabia Saudí que mató a más de 1.300 peregrinos, inundaciones que anegaron Dubai en los Emiratos Árabes Unidos y la red eléctrica llevada al punto de ruptura en Kuwait.

El informe pronosticaba que la OPEP y sus aliados podrán seguir aumentando los suministros hasta 2050, manteniendo su cuota del suministro total mundial de líquidos prácticamente estable en el 52%. Decía que la idea de eliminar progresivamente el petróleo y el gas era una “fantasía”.

Sin embargo, en mayo, el Secretario General de la OPEP, Haitham Al-Ghais, participó formalmente en las conversaciones previas a la conferencia COP29 en Bakú, Azerbaiyán, instando a la industria petrolera a ofrecer “soluciones al desafío climático”. Las perspectivas parten de la base de que las emisiones se limitarán mediante una “rápida expansión” de los proyectos de captura y almacenamiento de dióxido de carbono, una tecnología que los expertos consideran poco probada y cara.

La credibilidad de las perspectivas a largo plazo de la OPEP no se ve favorecida por sus previsiones a corto plazo.

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El cártel sigue proyectando que la demanda aumentará en 2 millones de barriles diarios este año, bastante más de lo previsto por gigantes de Wall Street como JPMorgan Chase & Co. (JPM) y Citigroup Inc. (C) e incluso en el extremo superior de la horquilla prevista por el gigante estatal Saudi Aramco. Las previsiones de la OPEP se ven desmentidas por los vacilantes precios del crudo, que han perdido cerca de un 13% desde principios de julio para cotizar cerca de los US$75 el barril en Londres.

Incluso los países miembros del grupo han mostrado una falta de confianza en su valoración alcista, optando por retrasar dos meses, hasta diciembre, el reinicio de la producción paralizada, en medio de la preocupación de que la demanda siga siendo demasiado frágil para absorber los barriles adicionales.

El discurso de Al-Ghais para presentar el informe en una conferencia en Río de Janeiro, Brasil, se vio brevemente interrumpido cuando se fue la luz en el escenario y un manifestante del grupo ecologista Greenpeace subió a la tarima.

"El clima y el planeta ya no pueden soportar la exploración y la quema de combustibles fósiles al ritmo actual, y mucho menos un aumento", declaró a la prensa Rômulo Batista, portavoz de Greenpeace Brasil, tras el incidente.

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--Con la colaboración de Peter Millard y Mariana Durao.

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