Bloomberg — Boeing Co. (BA) ofreció a su mayor sindicato un aumento salarial mayor mientras intenta superar una huelga debilitante que ha paralizado su fabricación de aviones en todo el noroeste del Pacífico.
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El fabricante de aviones ofreció a los trabajadores en huelga de la fábrica de Seattle un aumento salarial del 30% en cuatro años, por encima del aumento del 25% rechazado este mes por 33.000 miembros de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales. Boeing dijo que los términos son definitivos y sólo válidos hasta el 27 de septiembre, mientras intenta aumentar la presión sobre la otra parte para que acepte.
Las conversaciones están estancadas desde el 18 de septiembre, cuando dos días de mediación federal dieron escasos resultados. Después de que los trabajadores votaran casi unánimemente a favor de la huelga a principios de este mes, el distrito local dijo que tenía la intención de presionar para conseguir un aumento salarial sustancialmente mayor y para que Boeing restableciera un plan de pensiones de prestación definida para los afiliados.
El enfrentamiento entre Boeing y los trabajadores de su principal centro de fabricación está siendo seguido muy de cerca por Wall Street y la Casa Blanca, en un momento en que las luchas laborales se recrudecen en EE.UU. antes de las elecciones presidenciales. Una huelga prolongada empeoraría la ya tensa situación financiera de Boeing, después de que la empresa quemara más de US$8.000 millones en efectivo en el primer semestre al ralentizar la producción para solucionar los fallos de calidad expuestos por un accidente de avión en enero.
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"Hemos escuchado sus comentarios", dijo Boeing en un post en su página web promocionando la última oferta de contrato. "Hemos realizado mejoras significativas para ofrecer más dinero en áreas clave".
Las acciones del fabricante de aviones subieron hasta un 3,3% en Nueva York. Boeing ha perdido un 40% de su valor este año, el segundo peor comportamiento entre los miembros del Promedio Industrial Dow Jones. No se pudo contactar inmediatamente con los líderes sindicales para que comentaran la oferta.
El conflicto ha paralizado la fabricación del 737 Max, la gallina de los huevos de oro de Boeing, y de otros aviones de pasajeros, y podría drenar US$1.300 millones adicionales en efectivo de Boeing cada mes, según Sheila Kahyaoglu, analista de Jefferies. Ante el riesgo de que Boeing pierda su calificación crediticia de grado de inversión, el fabricante de aviones ha empezado a despedir a trabajadores y a tomar otras medidas para preservar el efectivo durante la huelga.
Los altos directivos, incluido el nuevo consejero delegado Kelly Ortberg, también han acordado aceptar recortes salariales mientras duren los permisos.
La huelga enfrenta al fabricante aeroespacial, en dificultades financieras, con trabajadores con un historial de activismo y un hacha que afilar con su empleador. Los maquinistas están amargados por un acuerdo de 2014 que les costó sus pensiones y les aseguró sólo modestos aumentos salariales mientras la inflación se disparaba a principios de esta década.
La última oferta de la empresa incluye la reinstauración de una bonificación anual que rondaba el 3,7% de los salarios y que se eliminó del acuerdo inicial, un punto álgido que los maquinistas en huelga citaron repetidamente en las entrevistas. Boeing también duplicó a US$6.000 la prima que recibirían los trabajadores si se aprueba el último acuerdo, y aumentó su contribución a un plan de pensiones, que sería gestionado por la empresa y no por el sindicato.
Los maquinistas también abandonaron el trabajo el lunes en Textron Aviation, que fabrica los jets de negocios Cessna Citation, tras rechazar una oferta de contrato del 26% durante el fin de semana. Y la posible huelga de los estibadores amenaza con paralizar el transporte marítimo estadounidense.
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