El precio del dólar y la aversión al riesgo están entre los principales factores que siguen tanto inversores como analistas en Latinoamérica luego de que la Reserva Federal (Fed, en inglés) decidiera bajar las tasas de interés de referencia en medio punto porcentual hasta un rango de entre el 4,75% y el 5%.
El impacto para Latinoamérica de una bajada de tasas de interés dependerá de la estructura económica de cada país, pero se puede esperar una mezcla de alivio cambiario, mejora en las condiciones de crédito y posibles desafíos para las exportaciones clave hacia EE.UU., según fuentes consultadas por Bloomberg Línea.
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“La reducción de tasa de 50 puntos básicos se alinea con la mayor expectativa del mercado y da una señal de cambio de tendencia en la visión y política de la Fed”, dijo a Bloomberg Línea el analista financiero Gregorio Gandini.
En su opinión, esto haría más atractivas las altas tasas de bonos en Latinoamérica y generaría flujos que “salgan de dólares y fortalezcan las monedas locales”.
“Todavía estamos viendo una alta aversión al riesgo, por lo que estamos viendo en México, Brasil -con los datos fiscales- y en Colombia -con la reforma tributaria y demás-. Entonces, creo que eso aún le agrega mucho ruido; sin embargo, la bajada de tasas en EE.UU. mueve un poco el apetito de riesgo a favor de nosotros”, dijo Gandini.
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El precio del dólar en LatAm podría verse influenciado por las decisiones de tasas
Uno de los efectos más notables que evidencia el especialista es que el dólar global ya empezó a debilitarse. Este factor es clave para Latinoamérica en momentos en los que la cesta de las principales divisas de la región pierde terreno frente al dólar.
En lo que va corrido del año, el sol peruano se ha depreciado un -1,26% en comparación al dólar, el peso chileno un -5,67% y el peso colombiano un -7,82%. Las más depreciadas son el real brasileño (un -10,98%), el peso mexicano (-11,94%) y el peso argentino (-15,98%).
No obstante, en septiembre, el real brasileño se ha apreciado un 2,73% y el peso mexicano un 2,31%. En cambio, el sol peruano pierde en el mes un -0,05%, el peso colombiano un -0,11%, el peso argentino un -1,15% y el peso chileno un -2,27%.
“La baja en las tasas tiende a debilitar el dólar, lo que podría traducirse en una apreciación de las monedas locales de la región a corto plazo. Esto aliviaría parte de la presión inflacionaria que muchos países latinoamericanos han estado enfrentando debido a la fortaleza del dólar y el encarecimiento de las importaciones, especialmente de productos básicos como energía y alimentos”, dijo a Bloomberg Línea la analista en la firma de análisis GHTrading, Lucía Chardin.
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El analista jefe en Squared Financial LATAM, Renato Campos, explica a este medio que las monedas en Latinoamérica tienden a aprovechar el incentivo monetario ante previsiones favorables para las materias primas en torno a su demanda y, por ende, una mayor recaudación para las economías exportadoras.
“No descartamos a corto plazo continuar viendo un deterioro de las monedas por la preocupación que el panorama sugiere; sin embargo, las previsiones comenzarían a ser más favorables. En tanto, las valorizaciones de los mercados de renta variable miran con atención los sólidos resultados y el carácter flexible que adoptan los bancos centrales de la región, que se han anticipado a los cambios de viento concretados por la FED recientemente”.
Efecto en las exportaciones y mejores condiciones de financiamiento
Chardin señala que las economías que dependen fuertemente de las exportaciones hacia EE.UU. podrían ver una disminución en la competitividad de sus productos, ya que estos se encarecerían a precios internacionales.
Sin embargo, sectores como el financiero y el inmobiliario, probablemente se beneficien de mejores condiciones de financiamiento, especialmente si las tasas de interés locales comienzan a alinearse con la tendencia de la Fed, considera la analista.
“Esto podría estimular las inversiones en ese rubro”, dijo.
En todo caso, el contexto global seguirá siendo crucial, especialmente en lo que respecta a las perspectivas de crecimiento y estabilidad financiera internacional, según la analista en la firma GHTrading, Lucía Chardin.
La inflación soporta las decisiones de la Fed, pero la atención se ha centrado en el empleo
A medida que los datos de inflación contribuyen con un relajamiento de la política económica de EE.UU., y se acercan al objetivo del 2% de la Fed, las preocupaciones de los responsables políticos ahora se centran más en el empleo.
“El comité ha adquirido una mayor confianza en que la inflación se está moviendo de forma sostenible hacia el 2%, y juzga que los riesgos para alcanzar sus objetivos de empleo e inflación están más o menos equilibrados”, dijo la Fed en un comunicado.
El índice de precios al consumidor (IPC) en Estados Unidos disminuyó en cuatro décimas durante agosto y llegó al 2,5 % interanual, lo que representa el nivel más bajo desde febrero de 2021.
Entre tanto, la tasa de desempleo en Estados Unidos cayó al 4,2% en agosto. No obstante, el número de desempleados en el país ha llegado a 7,1 millones, por encima de los 6,3 millones de hace un año.
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En un marco de alta inflación y choques en la cadena de suministro, el banco central subió las tasas 11 veces, llevando su referencia a un máximo de dos décadas en julio de 2023.
Para Renato Campos, analista jefe de Squared Financial LATAM, la Reserva Federal es consciente de que la victoria sobre la inflación no ha sido declarada, tal y como lo ha señalado el presidente de la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal, Jerome Powell.
“Si bien los precios han logrado moderarse y el gasto de los consumidores brindan un próspero escenario, el mercado no mira con buenos ojos los hechos concretos. El recorte de 50 puntos básicos en un contexto de enfriamiento para el mercado laboral y un crecimiento que no muestra un sólido escenario aún, complica las condiciones de la economía mundial”, dijo Campos.
