Bloomberg — El oro avanzó hasta un máximo histórico después de que la Reserva Federal bajara el miércoles su tasa de interés de referencia en medio punto porcentual, en un agresivo inicio de un cambio de política para impulsar el mercado laboral y defender la economía.
Se preveía ampliamente que la Fed bajaría las tasas de interés tras mantenerlos en máximos de dos décadas durante más de un año, pero los operadores y los pronosticadores estaban divididos sobre lo agresivo que sería el primer recorte.
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El oro, que tiende a beneficiarse de unas tasas más bajas, subió hasta un 0,8% hasta un nuevo máximo histórico de US$2.590,13 en Nueva York.
Los precios del oro han irrumpido con fuerza este año, disparándose más de un 25% hasta alcanzar sucesivos récords. Aunque el repunte de principios de 2024 se vio apuntalado por la demanda de los mercados emergentes -en particular de los bancos centrales y de los consumidores e inversores asiáticos-, en los últimos meses el foco de atención se ha desplazado directamente a la Fed y a las perspectivas de la economía estadounidense. Los lingotes sin rendimiento suelen beneficiarse en un entorno de tasas bajas, y las preocupaciones recesivas tienden a llevar a los inversores a buscar seguridad en el oro.
Los operadores de los mercados financieros llevaban meses debatiendo la magnitud del primer recorte de las tasas de interés del banco central estadounidense, analizando los datos económicos y los comentarios de los responsables políticos. El oro al contado ha batido repetidos récords durante la semana pasada mientras los inversores sopesaban las perspectivas de que la Fed desplegara una reducción de tasas superior a un cuarto de punto porcentual en la reunión de esta semana.
El oro, los bonos del Tesoro y el índice S&P 500 han subido normalmente cuando la Fed empieza a bajar las tasas, según un análisis de Bloomberg News de los últimos seis ciclos de relajación que se remontan a 1989.
La bajada de tasas anunciada el miércoles pone fin a un periodo de cambio en el mercado del oro, ya que algunos analistas han apuntado a una vuelta a pautas comerciales más tradicionales y, en particular, a la antigua tendencia del oro a subir y bajar en dirección opuesta a los rendimientos reales. Esa relación se había roto en los últimos años, ya que el oro se mantuvo históricamente elevado incluso cuando las tasas se dispararon, con los precios apoyados en cambio por las enormes compras de los bancos centrales, así como por la creciente demanda de los inversores y consumidores de Asia.
En los últimos meses, ha habido indicios de que los inversores occidentales han vuelto al mercado del oro a medida que aumentaban las apuestas de que la Fed estaba a punto de pivotar. Las participaciones en fondos cotizados en bolsa respaldados por oro han aumentado durante diez de las últimas 12 semanas, mientras que las posiciones en oro a largo plazo en los futuros del oro Comex rondan el nivel más alto de los últimos cuatro años.
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