El avión más necesario del mundo vuelve a ser fabricado

Cuando los incendios se dieron simultáneamente en la UE, comprendieron que el compartir recursos entre países no funcionaba si no había suficientes aeronaves

La nueva aeronave DHC-155 tendrá una capacidad similar de carga de agua que la anterior pero contará con algunas mejoras como el A/C  y control del timón.
Por Monique Mulima - John Ainger
14 de septiembre, 2024 | 11:16 AM

Bloomberg — Tras registrarse el peor año de incendios forestales en el planeta, con un área del tamaño aproximadamente al de Nicaragua, arrasada en 2023, un modelo de aeronave se ha erigido como el más importante de la Tierra.

Este avión anfibio especializado en la extinción de incendios, llamado popularmente Canadair por el nombre de su fabricante inicial, es único en el mercado por su dimensión y maniobrabilidad.

Un avión anfibio de lucha contra incendios Canadair CL-415 en la base aérea del Ala de Combate 113 de la Fuerza Aérea Helénica en Salónica, Grecia, en junio de 2022. Fotógrafo: Konstantinos Tsakalidis/Bloomberg

Puede transportar hasta 6.137 litros de agua (1621 galones), unas 20 bañeras llenas, y desplazarse a más de 322 kilómetros por hora.

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En un instante, estos aviones recogen agua de lagos o mares (se llenan en 12 segundos) y vuelan hasta 30 metros por encima de los fuegos para apagar sus llamas.

A la vez que el cambio climático hace más frecuentes e intensos los incendios forestales en todo el planeta, estos acrobáticos bombarderos de agua son hoy en día más necesarios que nunca. No obstante, estuvieron fuera de producción durante casi diez años. Ahora la situación ha cambiado.

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La empresa De Havilland Aircraft of Canada Ltd., adquirió los derechos de la aeronave en 2016, llegó este año a nuevos acuerdos con países de la UE para suministrar veintidós aviones de extinción de incendios DHC-515, la marca que es la heredera de los Canadair.

El pedido será la primera vez que De Havilland fabrique estos aviones de €50 millones (US$55 millones). Aunque la producción no terminará hasta finales de 2026 como muy pronto, la UE está dispuesta a esperar por una aeronave de extinción de incendios considerada incomparable con cualquier otro disponible.

“El llamado Canadair es el único avión operativo y en funcionamiento de esa categoría en este momento”, declaró en una entrevista Hans Das, subdirector general para operaciones europeas de protección civil y ayuda humanitaria de la Comisión Europea. “En los últimos años, hemos visto cómo los incendios forestales se expandían por toda Europa. Ya nadie escapa”.

Los incendios forestales han arrasado todo el continente este año, con mayor virulencia en Grecia y Turquía, mientras el mundo registraba el verano más caluroso de su historia. Al otro lado del Atlántico, la selva amazónica de Brasil se ha incendiado y en las últimas semanas ha propagado humo tóxico hasta Sao Paulo, la mayor ciudad del país.

En Norteamérica, California luchó en julio contra uno de los peores incendios forestales jamás registrados y las llamas han arrasado Alberta, la provincia natal de De Havilland. En Canadá, los incendios seguían ardiendo bajo la nieve en marzo, tras los incendios forestales sin precedentes de 2023.

La mayoría de los bomberos están sobre el terreno durante un incendio forestal, pero los aviones desempeñan un papel importante ayudando a sofocar los incendios con agua o deteniendo la propagación con retardante.

“A medida que los incendios siguen aumentando tanto en número como en escala, se hace cada vez más necesario contar con medios aéreos de extinción que ayuden a apoyar a los bomberos sobre el terreno para que no les pateen el trasero”, declaró en una entrevista Paul Petersen, director ejecutivo de la Asociación de Bomberos Aéreos Unidos.

Petersen estima que el mundo necesita el doble de aeronaves de extinción de incendios de los que dispone actualmente para satisfacer la demanda.

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Riva Duncan, jefe de bomberos jubilado del Servicio Forestal de Estados Unidos, coincidió en que la demanda ha estado superando la disponibilidad de aviones. “El creciente número de incendios que estamos teniendo, el alargamiento de la temporada de incendios hasta convertirse en un año de incendios, incendios más grandes y destructivos, necesitamos todas las herramientas de la caja de herramientas para poder gestionar estos incendios y los aviones son una gran parte de ello”, dijo.

Bombardier Inc. con sede en Quebec, el anterior fabricante de los aviones Canadair, vendió la unidad en 2016 al enfrentarse a una serie de dificultades financieras. Desde 2015 hasta el nuevo pedido de la UE, los aviones de bomberos habían estado fuera de producción.

Los incendios están desapareciendo bosque eenteros alrededor del mundo.

De Havilland habló por primera vez de reanudar la producción de los aviones en 2019, pero debido a los altos costes, necesitaba un compromiso firme de un número mínimo para conseguir que sus proveedores se subieran a bordo para las piezas, según Neil Sweeney, vicepresidente de asuntos corporativos de De Havilland. Dijo que el pedido de la UE de 22 aviones era suficiente para volver a poner las cosas en marcha.

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La línea de montaje de alas para el bombardero DHC-515 en la planta de producción de De Havilland Canada en Calgary, Canadá, en febrero. Fotógrafo: James MacDonald/Bloomberg

La Unión Europea empezó a estudiar la ampliación de su flota de aviones de extinción de incendios en 2020, teniendo en cuenta las lecciones aprendidas sobre la cadena de suministro durante la pandemia de Covid-19. Con los incendios sucediendo simultáneamente en todo el continente, el bloque descubrió que compartir recursos entre países no funciona si no hay suficientes aviones.

“Cuando todo el mundo se enfrenta a la misma dificultad, el sistema se paraliza”, declaró en una entrevista Balazs Ujvari, portavoz de la Comisión Europea. “Si tu casa se está quemando, entonces no puedes ayudar también a la casa del vecino que se está quemando”.

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Para esta temporada de incendios, la UE dispone de 26 aviones de extinción de incendios de nueve Estados miembros.

De Havilland dijo que hay aproximadamente 160 aviones Canadair en operación en 10 países: Turquía, Marruecos, Canadá, EEUU, Francia, Croacia, España, Italia, Grecia y Malasia.

Hay otros aviones capaces de bombardear con agua, pero o bien contienen menos agente extintor o bien sirven para una sola gran descarga antes de tener que volver a una estación para una recarga más lenta. Los Canadair, por el contrario, pueden dar la vuelta y rozar una masa de agua abierta una y otra vez, rellenando casi a toda velocidad.

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Aunque los países de todo el mundo han llegado a acuerdos regionales para compartir los recursos aéreos de extinción de incendios, incluido el préstamo de aviones fuera de temporada para los incendios forestales, el cambio climático ha ido convirtiendo esto en una pesadilla logística. Los países se enfrentan a temporadas de incendios más largas y lugares que antes no tenían muchos incendios los están viendo con más regularidad.

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Los bomberos trabajan para controlar el incendio forestal de Ática Oriental, al noreste de Atenas, en agosto.Fotógrafo: Nick Paleologos/Bloomberg

Esta es una de las razones por las que De Havilland espera ver más demanda de aviones de extinción de incendios en el futuro. La otra es que muchos países estarán deseosos de actualizar los aviones de su flota, que pueden tener hasta 50 años. Con el tiempo, los aviones que se acercan al agua salada pueden sufrir corrosión, y en climas más cálidos pueden empezar a oxidarse.

El nuevo avión DHC-515 tendrá una capacidad de agua similar a la de su predecesor, pero contará con algunas mejoras. Entre ellas, mejoras en el sistema de control de la caída de agua, la aviónica, el control del timón y el aire acondicionado.

Mike Flannigan, catedrático de investigación en gestión de emergencias y ciencias del fuego de la Universidad Thompson Rivers, dijo que puede que el De Havilland haya acaparado ahora el mercado de este tipo de aviones, pero es probable que otros fabricantes perciban una oportunidad a medida que los incendios forestales se conviertan en un problema más difícil de abordar para los países.

"Espero que acaben teniendo algo de competencia si este mercado sigue creciendo", dijo.

--Con la colaboración de Paul Tugwell.

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