Trabajadores de Boeing en Seattle se declaran en huelga por primera vez desde 2008

Boeing se encuentra en una situación financiera difícil desde que el accidente del 5 de enero sacó a la luz las deficiencias en sus fábricas y obligó al fabricante de aviones a reducir la producción

Workers on strike outside Boeing's facility in Renton, Washington, US, on Sept. 13.
Por Julie Johnsson
13 de septiembre, 2024 | 09:34 AM

Bloomberg — Trabajadores en las fábricas de Boeing Co. (BA) abandonaron sus puestos de trabajo por primera vez en 16 años después de que los miembros de su mayor sindicato votaran abrumadoramente a favor de rechazar una oferta salarial y declararse en huelga.

Los miembros de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales, o IAM por sus siglas en inglés, el cual representa a 33.000 empleados de Boeing en la costa oeste de EE.UU., dejaron de trabajar a medianoche del viernes. Cientos de trabajadores formaron piquetes en la fábrica de Renton, a las afueras de Seattle, que fabrica el avión más vendido de Boeing, el 737 Max.

Las acciones de Boeing caían hasta un 3,9% en las operaciones previas a la apertura del mercado este viernes. Y acumulan una baja de un 38% este año tras la crisis desencadenada por el desprendimiento de un panel de un 737 en pleno vuelo en enero.

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Los maquinistas votaron en un 94,6% a favor de rechazar la oferta de Boeing y en un 96% a favor de una huelga. Aunque ambas partes han expresado su deseo de volver a la mesa de negociación, la medida es otro dolor de cabeza para Boeing. La empresa ha sido golpeada por problemas de calidad tras la casi catástrofe de principios de año, la cual provocó investigaciones, disgustos entre sus clientes y una reorganización de la plana ejecutiva.

“Esto ha tardado mucho en llegar, nuestros miembros han hablado alto y claro esta noche”, dijo Jon Holden, presidente del distrito 751 del IAM, ante una sala abarrotada de miembros del sindicato y medios de comunicación. “Está claro que había aspectos de este acuerdo que no eran suficientemente buenos”. Para cuando terminó de hablar, los cánticos de “huelga, huelga” eran ensordecedores.

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Seattle, sede histórica de Boeing, sigue siendo su mayor centro de fabricación. Además de los 737, la compañía fabrica los modelos 777 y 767 en sus instalaciones de Everett, al norte de la ciudad.

Holden añadió que la oferta de Boeing no compensaba 16 años de estancamiento salarial, el aumento de los costos de la salud y la relocalización de miles de empleos sindicales. “Hay mucho en juego aquí para nuestros miembros, así que estoy orgulloso de ellos”, dijo. “Y vamos a volver a la mesa lo antes posible”.

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Boeing dijo en un comunicado que sigue “comprometida a restablecer nuestra relación con nuestros empleados y el sindicato, y estamos dispuestos a volver a la mesa para llegar a un nuevo acuerdo”.

Al declararse en huelga, los miembros del sindicato ignoraron llamados del nuevo CEO de Boeing, Kelly Ortberg, quien ha prometido restablecer las relaciones laborales. Y desoyeron la recomendación de sus propios dirigentes sindicales de que aceptaran condiciones que incluían un aumento salarial garantizado del 25% en cuatro años.

Aunque se trata de la mayor subida salarial de este tipo jamás ofrecida por el fabricante de aviones, los trabajadores habían esperado un aumento mucho mayor. Tampoco les gustó que la empresa tratara de eliminar un bono anual.

Boeing se encuentra en una situación financiera difícil desde que el accidente del 5 de enero sacó a la luz las deficiencias en sus fábricas y obligó al fabricante de aviones a reducir la producción. Como resultado, la empresa ha estado perdiendo efectivo y su calificación crediticia está un escalón por encima del grado especulativo, ya que tiene que hacer frente a una pesada carga de deuda de US$45.000 millones.

Cai von Rumohr, analista de TD Cowen, calcula que un paro de 50 días, en línea con huelgas anteriores, recortaría entre US$3.000 y US$3.500 millones del flujo de caja de Boeing.

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