Bloomberg — Un juez colombiano ordenó a Ecopetrol SA (ECOPETL) y a Petróleo Brasileiro SA (PETR4) detener la perforación de un pozo de gas en las aguas caribeñas del país después de que una comunidad indígena solicitara protección legal.
La comunidad de la zona de Taganga, cerca de la ciudad de Santa Marta, alegó que debería haberse solicitado su consentimiento antes de permitir a las empresas perforar el pozo Uchuva-2, según una copia del documento publicada el viernes por Caracol Radio. Petrobras es el operador del bloque Tayrona con una participación del 44,4% y Ecopetrol tiene el 55,6% restante.
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Se espera que la empresa colombiana publique un comunicado comentando la decisión. Petrobras no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
A punto de enfrentarse a un déficit de gas natural a principios del próximo año, las esperanzas de Colombia dependen del futuro potencial de sus pozos en aguas profundas. La jefa de Ecopetrol en alta mar, Elsa Jaimes, dijo en una entrevista el mes pasado que la producción en aguas del Caribe podría entrar en funcionamiento ya en 2029, dependiendo de las aprobaciones de las comunidades locales y de la obtención de licencias medioambientales.
La decisión del juez de detener la perforación de Uchuva-2, que comenzó en junio, no es el único contratiempo al que se enfrenta Ecopetrol.
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El mes pasado, la autoridad de licencias medioambientales de Colombia suspendió el proceso para permitir la perforación de otro pozo petrolífero en alta mar que establecería un nuevo récord mundial de perforación. La compañía energética estatal y Occidental Petroleum Corp. han dicho que planean empezar a perforar el pozo Komodo-1 a finales de este año a una profundidad de unos 3.900 metros (casi 13.000 pies).
El fallo sobre Uchuva-2 también representa otro importante revés en la exploración en alta mar para Petrobras. En Brasil, se le ha bloqueado la perforación en una sección clave del llamado Margen Ecuatorial debido a preocupaciones medioambientales.
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