¿Cuál es la incidencia del trabajo informal en Latinoamérica, país por país? Datos de la OIT

Los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestran a Bolivia como el país más afectado por estas condiciones. Uruguay y Chile, en el extremo opuesto

Desempleo - informalidad
11 de septiembre, 2024 | 05:00 AM

Alrededor de la mitad de trabajadores latinoamericanos se desempeñaba en el marco de la informalidad a mediados de 2023, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La situación afecta de manera mucho más directa a los jóvenes, entre quienes el empleo informal alcanza al 58% de los trabajadores, contra un 45% de los adultos.

El relevamiento, realizado en 11 países de la región, arrojó un 48% de trabajadores informales, lo que representa una mejora en relación al porcentaje de 2019 (49%), es decir, año anterior a los confinamientos generados por el coronavirus. No obstante, si se tomasen en cuenta todos los países de la región, el número seguramente atravesaría la barrera del 50%.

Entre los seleccionados, Bolivia es el país que presenta los peores números (81 de cada 100 trabajadores son informales), mientras que Uruguay está en el otro extremo (22 de cada 100 trabajadores son informales).

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Según otro informe publicado por la OIT, en 2019 Latinoamérica y el Caribe representaban un 7,7% del empleo informal del mundo.

La informalidad laboral, país por país

Entre los 11 países de los cuales toma cifras la OIT, los datos de informalidad arrojan el siguiente porcentaje respecto del total de trabajadores (en orden alfabético):

  • Argentina: 47,4%
  • Bolivia: 80,8%
  • Brasil: 37,2%
  • Chile: 25,8%
.
  • Costa Rica: 35,9%
  • Ecuador: 68,7%
  • México: 53,1%
  • Paraguay: 62,5%
.
  • Perú: 73,6%
  • República Dominicana: 55,6%
  • Uruguay: 22,2%
.

En lo que refiere a Colombia, la cuarta economía más grande de la región y el tercer país más poblado, el estudio de la OIT no incluye sus datos, pero el último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) del país muestra que la informalidad laboral alcanzó al 55,8% de los trabajadores colombianos.

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Comparación mundial

Un estudio elaborado por la OIT en 2019, denominado “Mujeres y hombres en la economía informal”, arrojaba para Latinoamérica y el Caribe una informalidad del 53,6%, cifra que difiere con los datos del trabajo mencionado en esta nota, lo que podría estar explicado por diversos factores, como, por ejemplo, una muestra que haya contemplado a más países.

Hecha esta aclaración, la comparativa de aquel año mostraba una informalidad del 58,2% a nivel mundial. Las regiones más afectadas por este fenómeno eran África (84,3% de trabajadores informales) y Asia Pacífico (65,9%). En tanto, los países árabes mostraban una informalidad del 54%.

El impacto del empleo informal, según OIT

Según explicaron desde OIT a Bloomberg Línea, las consecuencias de la informalidad para los trabajadores son profundas y diversas. Estos son algunos de los aspectos más problemáticos:

  • Los trabajadores informales carecen de protección social y laboral, lo que los deja especialmente vulnerables a crisis económicas y a choques externos, como las pandemias o desastres naturales. Esto implica que estos trabajadores enfrentan altos déficits de trabajo decente, lo que a menudo se traduce en bajos ingresos laborales y, por ende, en pobreza laboral.
  • Los trabajadores informales tienen el doble de probabilidades de ser pobres en comparación con los trabajadores formales.
  • Para los Estados, la informalidad compromete la sostenibilidad del sistema previsional y limita la capacidad de recaudar impuestos. Al no contribuir al sistema de seguridad social, se agrava la presión sobre los sistemas previsionales, afectando su sostenibilidad a largo plazo.
  • Al no haber una adecuada recaudación impositiva por parte de empresas y trabajadores informales, se restringen los ingresos públicos, lo que reduce el margen de actuación del gobierno y socava la capacidad para implementar políticas sociales y económicas. Esto, en última instancia, también debilita el estado de derecho y la equidad en la distribución de derechos y obligaciones entre los ciudadanos.
  • En cuanto a las empresas, aquellas que operan informalmente tienen menor productividad y limitaciones de acceso a mercados y capital, lo que compromete su sostenibilidad y las convierte en una fuente de competencia desleal frente a las empresas formales que cumplen con sus obligaciones fiscales y laborales.