Bloomberg — Estaba previsto que Barry “Butch” Wilmore y Sunita “Suni” Williams permanecieran únicamente ocho días en el espacio. En cambio, estos astronautas de la NASA permanecerán en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) aproximadamente ocho meses.
Esto implica que se perderán cumpleaños, aniversarios de boda, funciones de los niños e incluso las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Hasta ahora se lo han tomado con calma. “Nos lo estamos pasando genial aquí en la ISS ”, comentó Williams durante una conferencia de prensa desde el espacio en el mes de julio. “Butch y yo ya habíamos estado aquí anteriormente, y es como volver a casa. Es agradable flotar por ahí”.
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Sus familiares dicen que ellos también se las arreglan, aunque sus seres queridos se pierdan acontecimientos importantes.
Por ejemplo, Wilmore estará en el espacio durante su 30 aniversario de boda. “Simplemente, tienes que aceptarlo y prepararte para lo inesperado”, dijo Deanna, la esposa del astronauta, a WVLT. Para compensarlo, el astronauta ha estado comunicándose por FaceTime con su familia.
Las ampliaciones imprevistas de los viajes espaciales no son inéditas.
La NASA mantiene la Estación Espacial Internacional bien provista de alimentos, suministros y equipos para garantizar que los astronautas estén seguros, cómodos y debidamente informados sobre la vida en la Tierra. Es más, la NASA cuenta hasta con protocolos que permiten a los astronautas emitir su voto desde el espacio, en virtud de un proyecto de ley aprobado por la Legislatura de Texas en 1997.
No es muy diferente a solicitar una boleta de voto en ausencia en la Tierra, excepto que los astronautas tienen que indicar su dirección actual en la solicitud como “Estación Espacial Internacional, Órbita Terrestre Baja”. Desde allí, reciben un PDF cifrado de una boleta en su computadora portátil personal a través de un proceso de correo electrónico seguro, según la NASA.
Una vez que han seleccionado a sus candidatos, los datos de la votación final se transmiten vía satélite a una antena terrestre. La NASA transfiere esos datos encriptados al Centro de Control de la Misión en Houston y luego a la oficina del secretario del condado.
Aún así, los viajes largos e inesperados pasan factura.
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“Cuando estás en el espacio durante casi un año, estás en el espacio para casi todo: cada cumpleaños, cada Navidad, cada festividad”, dijo Scott Kelly , un exastronauta de la NASA que pasó casi un año en la Estación Espacial Internacional de 2015 a 2016. “Creo que la única festividad en la que nunca estuve en el espacio fue el Día de San Patricio”.
Si bien los astronautas entran en órbita sabiendo que posiblemente no aterrizarán tan pronto como lo habían planeado, no siempre están completamente preparados para estadías tan prolongadas.
“Sabía en lo que me estaba metiendo y me preparé mentalmente para ello. Lo consideraba como si cada día que pasaba allí fuera una especie de insignia de honor cuanto más tiempo pasaba allí”, dijo Kelly. “Cuando no te lo esperas, hay una mentalidad un poco diferente”.
Cuando Frank Rubio descubrió que su misión de seis meses se extendería a un año debido a una fuga de refrigerante en su nave espacial, tuvo sentimientos encontrados.
“Probablemente fue lo que menos queríamos como familia: que se extendiera por 12 meses completos.
Eso se debió principalmente a las cosas que sabía que me perdería desde una perspectiva familiar”, dijo Rubio, quien ahora tiene el récord del vuelo espacial continuo más largo para un astronauta estadounidense. “Pero luego hay una parte de ti que dice: ‘oye, sabes, esto va a ser bastante genial en cuanto a la experiencia del espacio, ¿verdad?’”.
Adaptarse a una estancia prolongada en órbita no es diferente a prepararse para vivir en el extranjero durante un año. Los astronautas tienen que encontrar gente que se ocupe de sus casas y pague sus facturas, lo que puede no ser un problema para Wilmore y Williams, pero puede serlo para otros.
“Por lo que tengo entendido, ambos están casados y estoy segura de que su cónyuge puede ocuparse de eso. Pero ¿y si no lo estás? ¿Cómo cuidas tu casa?”, dijo Kelly. “Los astronautas solteros cuentan historias de haber estado en el espacio durante seis meses y haber regresado y que su casa no estaba en las mismas condiciones en las que la habían dejado”.
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Los habitantes de la estación espacial no están totalmente aislados de la vida en la Tierra. Hay una buena conexión a Internet a bordo y una red de satélites permite realizar llamadas telefónicas, aunque sean breves, a la Tierra.
“La mayoría de las llamadas telefónicas pueden durar entre cinco y veinte minutos”, dijo Rubio. “En cuanto cambias de un satélite a otro, la llamada se corta. Por lo general, intentas que la llamada se haga en ese momento”.
Para Rubio, la mayor decepción fue perderse todo el último año de su hijo mientras estaba en órbita.
“Eso fue especialmente conmovedor para nosotros porque me perdí su nacimiento cuando me desplegaron en Irak”, dijo Rubio. “Así que, como padre, me sentí un poco más culpable por eso. Pero lo bueno es que él estaba bastante orgulloso de eso y, de hecho, probablemente era más resiliente que yo, y eso realmente me ayudó a mantener una actitud positiva al respecto”.
Otra cosa que los astronautas deben preparar, dijo Kelly, es regresar a casa.
“Todo parece nuevo”, dijo Kelly sobre su regreso al planeta después de un año de ausencia. “Recuerdo la primera vez que vi un perro después de estar en el espacio durante casi un año. Fue como conocer a un ser extraterrestre que nunca había visto antes. Fue genial”.
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