Bloomberg — La vicepresidenta Kamala Harris recaudó US$361 millones en agosto, destacando cómo su ascenso a la cima de la candidatura demócrata ha energizado a los donantes y a la base del partido y ha trastocado la carrera con el republicano Donald Trump.
Harris ha recaudado US$615 millones desde que el presidente Joe Biden anunció que se apartaría el 21 de julio. Su botín incluye el dinero recaudado para su campaña, el Comité Nacional Demócrata y los partidos estatales. La candidata presidencial demócrata tenía US$404 millones en el banco a principios de septiembre, superando los US$295 millones que Trump declaró para ese periodo.
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Harris recaudó casi el triple de los US$130 millones que T. “Si grava las ganancias no realizadas, va a acabar con el mercado de valores”, dijo Mark Cuban, un multimillonario que ha elogiado a Harris, al programa “Squawk Box” de la CNBC, añadiendo que no cree que Harris llevara a cabo una medida de este tipo.
La avalancha de dinero para Harris pone de relieve cómo su candidatura ha galvanizado a los demócratas, impulsando un aumento en las cifras de las encuestas y en la recaudación de fondos.
“Este es el mes de mayor éxito en la recaudación de fondos de las bases en la historia de las elecciones presidenciales”, dijo el copresidente de la campaña, Jeffrey Katzenberg, quien añadió que el 95% de las contribuciones procedieron de donantes que dieron menos de US$200.
Donantes con mucho dinero
También destacó el entusiasmo entre los donantes con mucho dinero. “Lo que hemos visto es una verdadera aceleración en torno a Silicon Valley, Wall Street y las grandes empresas”, dijo Katzenberg. Aunque la candidata demócrata apoya firmemente a los votantes de la clase trabajadora y a los sindicatos, también quiere que las empresas estadounidenses sean competitivas, añadió.
La propuesta de Harris de aumentar los ingresos mediante un impuesto sobre las plusvalías latentes -un tema clave para los inversores y los capitalistas de riesgo- no ha mermado el apoyo que le brindan los contribuyentes más ricos, dijo Katzenberg.
"Ciertamente es un tema de conversación, pero no ha disuadido a los donantes", dijo.
Algunos miembros de la comunidad empresarial piden cautela. “Si grava las ganancias no realizadas, va a acabar con el mercado de valores”, dijo Mark Cuban, un multimillonario que ha elogiado a Harris, al programa “Squawk Box” de la CNBC, añadiendo que no cree que Harris llevara a cabo una medida de este tipo.
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Daniella Ballou-Aares, que dirige el grupo empresarial de centro-izquierda Leadership Now Project, dice que los ejecutivos no estarán de acuerdo con todos los aspectos de la política económica de Harris, pero su coalición cree que ella ofrecería más coherencia para el sector privado que Trump, especialmente en términos de seguridad nacional e integridad electoral.
“Hasta ahora ha dado muestras de reconocer lo importante que es un entorno empresarial dinámico para nuestra economía”, dijo en una entrevista Ballou-Aares, cuya organización respalda a Harris. “El mundo empresarial es más diverso de lo que era en términos de raza y género. Se parece más al país que históricamente”.
Más del 60% de los donantes de la campaña en agosto fueron mujeres, dijo la campaña en un comunicado, mientras que una quinta parte eran republicanos registrados o independientes. Casi 3 millones de personas hicieron donaciones, de las cuales 1,3 millones hicieron su primera donación en el ciclo electoral de 2024, según la campaña.
¿Cuánto ha gastado Trump?
La campaña de Trump y sus sustitutos han restado importancia a la proeza de Harris en la recaudación de fondos, diciendo que esperaban desde hace tiempo que los demócratas recaudaran más que ellos y que seguirán teniendo suficiente efectivo para llevar a cabo una operación eficaz.
Aun así, la capacidad de Harris para reunir grandes sumas es un hecho preocupante para Trump, que tomó brevemente la delantera en la carrera por el dinero a finales del segundo trimestre para volver a quedarse atrás, cuando los candidatos entran en la recta final desde el Día del Trabajo hasta el día de las elecciones, a menudo la más frenética y costosa en una carrera presidencial.
La irrupción de Harris obligó al expresidente a cambiar de estrategia, abandonando su contención del gasto para verter dinero en publicidad en un intento de definir a su nueva oponente en las elecciones generales y hacer subir sus negativos. Su campaña gastó US$64,5 millones en medios pagados en agosto, según AdImpact, frente a los US$2,6 millones de julio. La campaña de Trump gastó US$32 millones más de lo que recaudó ese mes.
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La campaña de Harris ha gastado mucho en medios y recursos para conseguir el voto en noviembre. Tiene más de 312 oficinas en estados disputados, con más de 2.000 empleados. Los voluntarios hicieron 900.000 llamadas y llamaron a 150.000 puertas en un fin de semana reciente, contactando con más de un millón de votantes, según la campaña, que ha reservado US$370 millones en medios de comunicación de pago entre el Día del Trabajo y el día de las elecciones.
La candidata demócrata ha ganado terreno en las encuestas, borrando la ventaja nacional de Trump en muchos sondeos y tomando la delantera en estados clave disputados. Una encuesta de Bloomberg News/Morning Consult realizada entre el 23 y el 27 de agosto la situó por delante con un 49% frente a un 47% entre los votantes registrados en siete estados indecisos.
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