Bloomberg — El sindicato que representa a los estibadores de la costa este y del Golfo de México iniciaron el miércoles una reunión de dos días en Nueva Jersey para discutir las demandas salariales con la patronal portuaria bajo la amenaza de una huelga que interrumpiría las rutas del comercio marítimo desde Houston a Boston.
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Las negociaciones sobre un contrato laboral que cubra seis de los 10 puertos más activos de EE.UU. están estancadas desde junio, cuando la Asociación Internacional de Estibadores suspendió las conversaciones salariales de alto nivel con la Alianza Marítima de Estados Unidos, un grupo conocido como USMX que representa a los transportistas marítimos y a los operadores de terminales.
Unos 45.000 trabajadores y tres docenas de puertos en total podrían verse afectados en caso de huelga. Y a menos de un mes de la fecha límite del 30 de septiembre, los minoristas estadounidenses están renovando su petición a la Casa Blanca para que ayude a salir del estancamiento.
“En un momento en que la inflación sigue una tendencia a la baja, una huelga u otra interrupción tendría un impacto significativo en los minoristas, los consumidores y la economía”, declaró el martes el presidente de la Federación Nacional de Minoristas, Matthew Shay. “La administración necesita ofrecer todo su apoyo para que las partes vuelvan a la mesa a negociar un nuevo contrato”.
Aumento del 80%
El sindicato busca un aumento salarial de casi el 80% en seis años, según una persona familiarizada con las conversaciones. Eso es bastante más que el aumento salarial del 32% que consiguieron sus homólogos de la Costa Oeste el verano pasado.
El presidente del ILA, Harold Daggett, ha advertido repetidamente de una huelga si no se llega a un acuerdo en el plazo previsto. Ha arremetido contra el uso de la automatización en las terminales portuarias y dijo el 22 de agosto que el sindicato está “luchando por un contrato justo y decente frente a las compañías navieras extranjeras que están obteniendo beneficios multimillonarios en los puertos estadounidenses”.
USMX ha dicho que ha hecho una oferta "líder en la industria" en materia de salarios y ha propuesto mantener el lenguaje sobre automatización del contrato existente.
Ambos grupos han informado al gobierno federal de la disputa como es preceptivo, aunque los avisos no son un acuerdo para la mediación, dijo USMX en un comunicado el viernes. Daggett ha dicho que no quiere que la administración Biden se involucre.
Repercusiones económicas
Los expertos en logística han estimado que cada semana de paro laboral provocaría alrededor de un mes de retrasos en los envíos. Según una entrada de blog del 21 de agosto de Mia Ginter, directora de servicios oceánicos en Norteamérica del gigante logístico C.H. Robinson Worldwide Inc., el ILA no ha realizado una huelga en toda la costa desde hace casi 50 años.
Con las elecciones presidenciales a sólo dos meses de distancia, una huelga el 1 de octubre sería peligrosa para una economía ya debilitada y un campo de minas político para las campañas que intentan ganar votos de los obreros.
De momento, el gobierno de Biden mantiene las distancias.
"Apoyamos la negociación colectiva y creemos que es la mejor forma de que los trabajadores y los empresarios estadounidenses lleguen a un acuerdo", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Robyn Patterson, en una declaración a Bloomberg el 29 de agosto. "Por eso animamos a todas las partes a permanecer en la mesa de negociación y negociar de buena fe".
Aumento de los beneficios
Mientras tanto, la industria mundial del transporte marítimo de contenedores vio aumentar sus beneficios a más de 10.000 millones de dólares en el segundo trimestre gracias a los volúmenes récord y al aumento de las tarifas de flete vinculadas a los ataques del Mar Rojo, según un informe publicado el sábado por el veterano de la industria John McCown.
Además de la escasez de capacidad provocada por los ataques de los Houthi, que obligan a los buques a tomar rutas más largas, la demanda estadounidense se ha disparado a medida que los minoristas y otros importadores se abastecen en los almacenes antes de la temporada alta de vacaciones, en medio de la preocupación por una huelga y más aranceles sobre los productos chinos.
“La cadena de suministro mundial está realmente extendida hasta su capacidad porque los transportistas siguen sin moverse por el Canal de Suez”, dijo Stephanie Loomis, responsable de flete marítimo para las Américas de Rhenus Logistics. “Cada día es un gran problema”.
Efectos dominó
El director general de A.P. Moller-Maersk A/S, Vincent Clerc, dijo a los periodistas en un acto celebrado en Los Ángeles la semana pasada que una huelga no sólo “crearía un gran atasco” en EE.UU., sino que tendría un efecto dominó en otras regiones. Maersk, el segundo transportista de contenedores del mundo y uno de los principales operadores de terminales, es miembro de la USMX.
Clerc dijo que tiene esperanzas de que el contrato se prorrogue si no se llega a un acuerdo antes de la fecha límite.
"Mientras podamos mantener a la gente hablando y trabajando de buena fe hacia algo que sea viable para ambas partes, entonces deberíamos ser capaces de hacer algo", dijo.
Las empresas que transportan mercancías hacia y desde Norteamérica han tenido que hacer frente a otras interrupciones laborales en las últimas semanas, incluido un breve cierre patronal de los trabajadores ferroviarios canadienses que terminó cuando el gobierno solicitó que la disputa se sometiera a arbitraje.
Según un comunicado emitido el martes por su grupo patronal, un sindicato de 730 capataces de muelles de la Columbia Británica -donde se encuentra el puerto más activo de Canadá, en Vancouver- ha votado a favor de autorizar una huelga.
--Con la colaboración de Justin Sink.
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