Bloomberg — Entre las risas de algunos de los asistentes, el presidente Vladimir Putin dijo que ya había tomado una decisión en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Tras mostrarse partidario de un segundo mandato de Joe Biden, Putin dijo que ahora Rusia quiere que la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris gane en noviembre porque había sido respaldada por el demócrata en ejercicio.
“Biden era nuestro favorito, pero abandonó la carrera”, dijo Putin en respuesta a una pregunta en la sesión plenaria del Foro Económico Oriental en la ciudad rusa de Vladivostok el jueves. “Pero recomendó a todos sus partidarios que apoyaran a Harris, así que nosotros también lo haremos”.
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Los comentarios de Putin equivalieron a una campaña de troleo presidencial un día después de que la administración Biden anunciara que entidades respaldadas por Rusia habían llevado a cabo una operación de años para interferir en las elecciones estadounidenses y promover ampliamente los intereses del Kremlin. El FBI citó documentos de planificación interna de una de las entidades que decían que era de interés para Rusia garantizar que Donald Trump u otro candidato republicano ganaran la Casa Blanca.
Pero también reflejan la opinión del Kremlin de que, con las relaciones en su punto más bajo en décadas por la invasión rusa de Ucrania, hay pocas perspectivas de mejora gane quien gane la presidencia de Estados Unidos. Putin dijo que Biden era “predecible” cuando en febrero declaró a la televisión estatal que le prefería a él antes que a Trump en la Casa Blanca.
El jueves, Putin dijo que Trump había impuesto “tantas restricciones y sanciones contra Rusia” durante su primera presidencia. Harris “ríe de forma tan contagiosa y expresiva, que demuestra que lo está haciendo bien” y en ese caso podría abstenerse de tomar medidas similares, dijo Putin.
Aún así, corresponde al pueblo estadounidense decidir quién será presidente y Rusia respetará su elección, dijo.
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Putin tiene un historial de intervenir en las contiendas presidenciales estadounidenses. Meses después de que Trump anunciara por primera vez en 2015 que se presentaría a la presidencia, el líder ruso lo elogió como una figura “muy colorida y con talento”.
Los legisladores rusos estallaron en aplausos cuando se anunció la sorprendente victoria de Trump sobre Hillary Clinton en 2016. Las autoridades estadounidenses culparon a Rusia de una campaña de piratería informática dirigida contra el equipo de Clinton en los meses previos a la votación, algo que el Kremlin negó.
Aunque Estados Unidos intensificó las sanciones a Rusia y expulsó a diplomáticos durante el mandato de Trump, este se mostró reacio a criticar personalmente a Putin. En su cumbre de 2018 en Helsinki, Trump sorprendió a sus propios funcionarios al aclamar la oferta de Putin de ayudar a Estados Unidos a investigar las acusaciones de intromisión rusa en las elecciones como un gesto “increíble”.
Una evaluación de la comunidad de inteligencia estadounidense concluyó con un alto grado de confianza que Putin y el gobierno ruso también autorizaron y dirigieron un esfuerzo para influir en las elecciones de 2020. Biden tomó represalias con sanciones y expulsiones de diplomáticos rusos poco después de asumir el cargo.
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