Bloomberg — La vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, propuso una tasa impositiva del 28% sobre las ganancias de capital para las personas que ganen un millón de dólares o más, una medida que, según la candidata presidencial, garantizaría que los ricos paguen su parte justa.
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“Mientras nos aseguramos de que los ricos y las grandes corporaciones paguen lo debido, gravaremos las ganancias de capital a una tasa que recompense la inversión en los innovadores, empresarios y pequeñas empresas de Estados Unidos”, dijo Harris el miércoles en un acto en Portsmouth, New Hampshire.
Con esta propuesta Harris busca marcar una diferencia con el presidente Joe Biden, quien había propuesta una tasa del 39,6%. La tasa actual del impuesto sobre las ganancias de capital es del 20%.
The Wall Street Journal informó más temprano la propuesta de Harris de una tasa más baja que la de Biden.
En las últimas semanas, Harris ha intentado desplegar su agenda y convencer a los votantes de que confíen en ella en materia de economía. Ha dicho que trabajará para frenar los altos precios que han golpeado a los hogares de EE.UU. bajo la actual administración.
Sus propuestas incluyen ampliar los créditos fiscales para los padres y ayudas de US$25.000 para el pago inicial por una primera vivienda. Harris planea pagar esos recortes fiscales aumentando la tasa corporativa del 21% al 28%, imponiendo un impuesto mínimo sobre la renta a los multimillonarios y cuadruplicando un gravamen sobre la recompra de acciones, según un funcionario de la campaña que habló bajo condición de anonimato para detallar las discusiones políticas.
Alivio para pymes
Harris detalló el miércoles planes para ampliar exenciones tributarias para pequeñas empresas a empresarios. Multiplicaría por diez la deducción fiscal de los costos de puesta en marcha de una pequeña empresa, de US$5.000 a US$50.000. Y la vicepresidenta se ha fijado la meta de 25 millones de nuevas solicitudes de pequeñas empresas en su primer mandato, una cifra que superaría el récord de 19 millones alcanzado hasta ahora bajo Biden.
También propone medidas para reducir la burocracia para nuevas empresas, como el desarrollo de una deducción estándar para ahorrar tiempo a los propietarios de negocios al momento de declarar impuestos y flexibilizar barreras a las licencias ocupacionales para permitir que trabajadores y empresas ejerzan sus oficios a través de las fronteras estatales.
“Como presidenta, una de mis mayores prioridades será fortalecer a las pequeñas empresas de EE.UU.”, dijo Harris.
La política fiscal ocupa un lugar central en la contienda entre Harris y el republicano Donald Trump. Ambos proponen medidas para cortejar a los votantes en los estados indecisos y a líderes empresariales.
Trump propone recortes de impuestos para empresas, particulares y jubilados. Quienquiera que gane la Casa Blanca en noviembre tendrá que enfrentarse a un importante proyecto de ley fiscal el próximo año, ya que partes de los recortes fiscales que Trump decretó en 2017 para hogares y pequeñas empresas expirarán a fines de 2025.
El programa económico de Harris llega poco más de un mes después de que entrara en la carrera presidencial y a unos dos meses del día de las elecciones. La vicepresidenta ha subido en las encuestas y en la recaudación de fondos, pero las encuestas muestran que los votantes confían más en Trump para temas económicos.
En la campaña, los aliados de Harris la han presentado como una candidata proempresarial para calmar las preocupaciones sobre las políticas de la administración Biden.
“Su visión es pro-capitalismo, pro-innovación, pro-crecimiento, ya sabe, mucho empleo, mucha vivienda. Simplemente mira hacia delante”, dijo su marido, Doug Emhoff, en un acto celebrado el mes pasado.
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