Bloomberg — Inversores de Nueva York, Londres y Tokio claman por comprar bonos con grado de inversión, lo que ha impulsado las ventas de estos títulos.
Esta semana se han lanzado o completado al menos 81 ventas de bonos de alta calificación en todo el mundo, 19 de ellas en Estados Unidos el miércoles, tras un récord de 29 el día anterior. Uber Technologies Inc. (UBER) vende hoy deuda, su primera oferta como empresa de alta calificación. Automatic Data Processing Inc, una empresa de nóminas, también se encuentra entre los vendedores.
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Los gestores de dinero están ansiosos por comprar bonos antes de que la Reserva Federal comience a recortar las tasas, un proceso que podría comenzar tan pronto como este mes y que podría hacer bajar los rendimientos de los bonos. Los directores financieros de las empresas están encantados de pedir prestado ahora porque los rendimientos son relativamente bajos, y podrían subir si las elecciones estadounidenses aumentan la preocupación por la inflación.
Los rendimientos de los bonos corporativos con grado de inversión a escala mundial se situaban en una media del 4,52% al cierre del martes, cerca de su nivel más bajo en unos dos años.
Robert Tipp, estratega jefe de inversiones y responsable de renta fija mundial de PGIM Fixed Income, dijo en una entrevista telefónica: “Para los emisores que buscan imprimir un cupón bajo, se puede ver claramente por qué estarían acudiendo al mercado en este momento”.
En Estados Unidos, las 29 empresas que vendieron bonos de alta calidad el martes representaron un número récord de emisores. En términos de dólares, se registraron ventas por valor de 43.300 millones de dólares, el tercer día más activo de la historia.
En Europa, 22 empresas de primera fila y emisores públicos captaron ayer 21.700 millones de euros (24.000 millones de dólares) en los mercados de deuda, y otras 11 ofertas saldrán al mercado el miércoles.
Los prestatarios asiáticos, incluido el Gobierno indonesio, vendieron el martes un total de 5.600 millones de dólares en pagarés en divisa estadounidense, según datos recopilados por Bloomberg.
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“Seguimos prefiriendo los créditos de mayor calidad”, afirmó Mark Reade, responsable de estrategia crediticia de Mizuho Securities Asia. Con la Reserva Federal a punto de empezar a recortar los tipos este mes y la economía mundial todavía en forma razonable, “no nos sorprendería ver que los diferenciales de crédito se estrechan un poco más a finales de año” para los bonos asiáticos en dólares, añadió.
El bombardeo de bonos no se limita a las empresas de alta calificación. Las empresas de grado especulativo también están entrando en acción, lanzando más de 17.000 millones de dólares en operaciones a través de los mercados de bonos de alto rendimiento y préstamos apalancados el martes, superando con creces la actividad del año pasado tras el Día del Trabajo.
En América Latina
Para los prestatarios latinoamericanos, el martes fue el día más activo del año en la región para la emisión de deuda en divisas fuertes. El gobierno uruguayo y los prestamistas BBVA México SA y Banco de Crédito del Perú se unieron al gigante petrolero brasileño Petrobras en la venta de bonos en dólares.
Deal Pipeline El fabricante japonés de piezas de automóvil Denso Corp. se dispone a vender deuda en dólares el miércoles. Se espera que las ventas de bonos estadounidenses de alta calificación alcancen los 125.000 millones de dólares este mes, en línea con los 124.100 millones del pasado septiembre.
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En los mercados de alto rendimiento, los prestamistas, que han estado especialmente ávidos de deuda para nuevas adquisiciones y compras apalancadas, están viendo por fin cómo la oferta llega al mercado. La Fórmula 1 puso en marcha una venta de préstamos apalancados por valor de 850 millones de dólares para ayudar a financiar la adquisición del Campeonato Mundial de MotoGP por parte de su propietario Liberty Media Corp.
Para John McClain, gestor de cartera de Brandywine Global Investment Management, la combinación de unos costes de endeudamiento favorables y la necesidad de adelantarse a las elecciones estadounidenses ha alimentado el frenesí emisor.
“Agosto adormeció a los inversores con unos diferenciales estrechos combinados con una demanda de crédito siempre fuerte”, afirmó. “Los emisores pueden pedir prestado a tipos que no habíamos visto en un par de años”.
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