Bloomberg — Los fans llevan 15 años esperando la reunión de Oasis, pero en lo que respecta a la economía del Reino Unido, el impacto parece ser definitivamente más bien un tal vez.
Los hermanos Gallagher saltaron a la fama a mediados de los 90, cuando el britpop, Tony Blair y el crecimiento económico estaban en auge. Ahora, con los laboristas de nuevo en el poder, el primer ministro Keir Starmer quizá espere que los 17 conciertos de regreso de la banda en el Reino Unido e Irlanda el año que viene auguren un impulso similar al ánimo nacional, después de que llegara a Downing Street refunfuñando por la nefasta herencia económica de sus predecesores.
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Los economistas advierten de que no hay que darle demasiada importancia a la feroz lucha por las entradas que comenzó este sábado a las 9 a.m. de Londres, y que colapsó múltiples sitios web de venta de entradas, incluidas las páginas Gigs and Tours y seetickets.com de la promotora SJM Concerts, con sede en Manchester.
Aunque los aficionados dijeron a Bloomberg que están dispuestos a gastar lo que haga falta, ese celo no se reflejará necesariamente en los datos económicos del Reino Unido. Tampoco dirá mucho sobre la fortaleza de las finanzas de los hogares, sobre todo porque pesan más otros factores: Los británicos se enfrentan a facturas energéticas más elevadas este invierno y los costos de los préstamos siguen siendo elevados.
“Es más probable que veamos un factor de bienestar que un aumento significativo del PIB”, dijo Modupe Adegbembo, economista de Jefferies en Londres. “Cualquier impulso al sentimiento de los consumidores, incluso si es fuerte, es probable que sea limitado si no está también respaldado por una mejora de las perspectivas macroeconómicas”.
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Como en tantas otras cosas, Taylor Swift sentó precedente. Se preveía que los consumidores británicos gastarían casi 1.000 millones de libras (US$1.300 millones) en entradas, viajes y alojamiento para sus conciertos de junio y agosto, según un informe de Barclays previo a las actuaciones. Pero eso parece haber tenido solo un efecto limitado en las cifras del PIB: Los datos oficiales mostraron que la producción de las artes, el entretenimiento y las actividades recreativas subió solo un 0,1% entre mayo y junio.
“Normalmente, los consumidores intentan compensar el gasto en estos servicios de gran coste recortando en otros ámbitos, por ejemplo, comiendo menos fuera o saltándose las actividades de ocio cuando es posible”, afirma Ana Andrade, de Bloomberg Economics. Aun así, “la idiosincrasia de la próxima gira de Oasis es que tendrá lugar principalmente en el Reino Unido, por lo que se producirá un impulso del gasto procedente del extranjero que de otro modo no se produciría”.
Aun así, es probable que cualquier impulso sea pequeño y temporal. Se prevé que los Juegos Olímpicos de París -otro acontecimiento por el que la gente viaja, y que es mucho mayor que cualquier reunión de Oasis- hayan elevado temporalmente el crecimiento trimestral del PIB de Francia en sólo un 0,3%, según las estimaciones de Bloomberg Economics.
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Los conciertos pueden crear un repunte puntual en los precios de los hoteles y las entradas, al igual que hizo Swift cuando la inflación de los servicios fue más alta de lo esperado en junio, lo que hace que esos datos sean un poco más difíciles de leer justo antes de una decisión “al filo de la navaja” sobre los tasas de interés. Pero los picos de los precios hoteleros vinculados a la reunión de Oasis podrían igualmente no registrarse, ya que solo se recogen en ciertas fechas específicas que la ONS no revela de antemano.
El viernes, los hermanos Gallagher lanzaron una advertencia después de que las entradas obtenidas en la preventa aparecieran en sitios web de reventa no oficiales por miles de libras. Un post en la página X de la banda decía que las entradas solo podían venderse a través de los sitios oficiales y que cualquier entrada que incumpliera los términos y condiciones sería cancelada por los promotores.
Si los precios de las entradas de Oasis marcan la diferencia, aparecerán en la lectura de los datos del Banco de Inglaterra solo en 2025, ya que cuentan para las cifras de inflación cuando tiene lugar el acontecimiento y no cuando se compran las entradas. Los responsables políticos del Banco de Inglaterra prefieren actuar en función de las tendencias a largo plazo, incluso si estar de pie en un campo con un mod cutre resulta ser una de ellas.
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