Bloomberg — Este mes, los mercados de Japón han registrado las oscilaciones más extremas de las últimas décadas: el yen ha pasado de su mínimo de los últimos 38 años a su nivel más elevado desde el inicio del 2024, y la renta variable se ha visto sacudida por una caída sin precedentes, la más grave desde el desplome de octubre de 1987.
También aumentó la volatilidad en el mercado de renta fija, lo que puso a prueba a los inversionistas que intentaban sortear el giro desde las tasas de interés ultrabajas en Japón, que contribuyeron a desencadenar todas las convulsiones del mercado.
Al tiempo que Wall Street se recuperaba del descenso del 3% del índice S&P 500 registrado el 5 de agosto, el índice Topix japonés se hundía más de un 12%, tras caídas del 6% y el 3% en los días previos.
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Ahora que agosto llega a su fin, he aquí una serie de gráficos que ilustran todo este drama:
El índice bursátil Nikkei 225, en el que se concentran los grandes exportadores japoneses de los sectores tecnológico y automovilístico, experimentó su mayor oscilación mensual en 34 años, según los niveles de precios intradía.
En un periodo de tres días, el Nikkei y el índice más amplio Topix cayeron un 20%. Es la mayor caída en los datos recopilados por Bloomberg que se remontan a 1959 para el Topix y a 1970 para el Nikkei. La recuperación también ha sido espectacular, y ahora sólo han bajado un 3% y un 1,5%, respectivamente, este mes.
La cotización de la divisa japonesa fue igualmente impresionante, con una diferencia cercana al 13% entre el máximo de julio y el mínimo de agosto para el par dólar-yen.
A medida que el yen remontó desde el nivel más débil desde la época de la economía de burbuja de Japón, las operaciones de carry trade se vinieron abajo en todos los mercados mundiales.
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En el mercado de renta fija, la volatilidad móvil a 20 días de los futuros de los bonos japoneses a 10 años subió a niveles que superan con creces la media de la última década, lo que subraya lo excepcionales que han sido los movimientos del mercado.
También se han observado grandes fluctuaciones en el mercado de divisas en términos de volatilidad realizada para el yen, que se disparó hasta un máximo de cuatro años. Eso llevó a inversores como Jupiter Asset Management a apostar fuerte por las ganancias de la divisa japonesa.
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Los inversionitstas extranjeros han acumulado deuda japonesa, con la suma móvil de cuatro semanas de sus compras de los valores y futuros de las notas a 10 años subiendo al máximo desde abril de 2023.
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