La inflación de la zona euro cayó al nivel más bajo desde mediados de 2021, lo que refuerza los argumentos a favor de un nuevo recorte de las tasas de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) en menos de dos semanas.
Los precios al consumo subieron un 2,2% respecto a hace un año en agosto, según informó Eurostat este viernes. Esta cifra fue significativamente inferior al 2,6% de julio e igualó la estimación media de los analistas en una encuesta de Bloomberg.
La inflación subyacente, que excluye componentes volátiles como los alimentos y la energía, también se redujo al 2,8% tras tres meses en el 2,9%, tal y como preveían los economistas.
Las noticias positivas sobre la inflación ayudarán a mantener el ánimo optimista que se puso de manifiesto en la reunión anual de Jackson Hole de la Reserva Federal la semana pasada, en la que el presidente Jerome Powell se unió a los funcionarios del BCE y del Banco de Inglaterra para señalar con firmeza que las tasas se dirigen a la baja.
Los inversores apuestan por dos o tres recortes más del BCE este año, además de medidas adicionales en 2025. La histórica reducción de junio comenzó a deshacer la campaña de endurecimiento sin precedentes desatada para domar la escalada de los precios que alcanzó un máximo del 10,6% en 2022.
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“Podemos estar cada vez más seguros de que en septiembre es posible bajar las tasas de interés oficiales”, declaró a Bloomberg en Tallin el jefe del banco central estonio, Madis Muller.
Pero mientras su homólogo portugués, Mario Centeno, ha calificado de “fácil” la decisión de septiembre de bajar la tasa de depósito al 3,5% desde el 3,75%, los últimos días han traído advertencias de influyentes funcionarios de que su batalla contra los precios sigue incompleta.
Lo que dice Bloomberg Economics:
“Es una buena noticia para el BCE, pero esperamos que el Consejo de Gobierno se centre más en el inoportuno aumento de la inflación de los servicios. Esto probablemente no será suficiente para disuadir al BCE de recortar las tasas en 25 puntos básicos en septiembre. Sin embargo, la rigidez de las presiones subyacentes reforzará los argumentos para que mantenga un ritmo gradual y trimestral de relajación”, dice la economista Maeva Cousin.
Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo, fue la última en pronunciarse a primera hora del día, afirmando en un discurso que persisten los riesgos para las perspectivas de inflación -sobre todo en el sector servicios- y que el BCE no debería recortar las tasas con demasiada rapidez.
“Dado que el camino de vuelta a la estabilidad de precios depende de una serie de supuestos críticos, la política debe proceder de forma gradual y cautelosa”, dijo en Tallin, Estonia. “El ritmo de la relajación de la política no puede ser mecánico. Debe basarse en datos y análisis”.
La publicación de este viernes de Eurostat reveló que la inflación de los servicios, que se está viendo impulsada al alza por los fuertes aumentos salariales de los trabajadores, se aceleró hasta el 4,2%. El BCE considera que el aumento de los precios volverá de forma sostenible a su objetivo del 2% a finales de 2025, pero prevé altibajos por el camino.
Esa predicción se basa en la moderación del crecimiento salarial, en que los beneficios empresariales absorban parte del aumento de los salarios y en que una mayor productividad reduzca el coste por unidad de producción. Aunque los datos de productividad del segundo trimestre decepcionaron, los aumentos salariales acordados a través de la negociación colectiva fueron menores de lo esperado durante ese periodo.
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Sin embargo, datos separados del viernes sugirieron una mayor rigidez del mercado laboral, ya que el desempleo de la eurozona descendió inesperadamente hasta el 6,4%.
Ello podría ayudar a levantar una economía cuyo impulso de principios de año se ha tambaleado últimamente, reforzando los argumentos de algunos responsables políticos a favor de un recorte de las tasas del BCE el 12 de septiembre. Otros, sin embargo, siguen firmemente centrados en la inflación, que según una previsión actual de Bloomberg Economics aumentará hasta el 2,3% en septiembre.
"Tenemos que ser prudentes y no debemos bajar las tasas de interés oficiales demasiado deprisa", declaró a última hora del jueves el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel. "Aún no hemos llegado a ese punto. Aunque nuestro objetivo del 2% está a la vista, no lo hemos alcanzado".
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