Bloomberg — Kamala Harris se enfrenta a una prueba crítica tanto de sus habilidades políticas como de su estrategia de campaña más amplia cuando se siente el jueves para su primera entrevista en profundidad y en directo desde que se hizo con la nominación demócrata.
La primera entrevista de una campaña es siempre un reto, ya que se pregunta a los candidatos sobre sus posiciones políticas y se les pide que opinen sobre algunos de los temas más difíciles a los que se enfrenta la nación.
Pero la entrevista de Harris con Dana Bash, de la CNN, que se emitirá a las 9 p.m., hora del este, no se parece a ninguna otra en la historia política moderna.
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El ascenso de última hora de la vicepresidenta a lo más alto de la candidatura demócrata tras la decisión del presidente Joe Biden de apartarse no tiene precedentes, y su frenética pero exitosa lucha por construir una campaña significa que muchos votantes aún albergan preguntas candentes sobre su plataforma política y su enfoque de la presidencia.
Eso sería suficiente presión teniendo en cuenta que faltan menos de 70 días para el día de las elecciones. Pero la decisión de Harris de aplazar una entrevista durante semanas suscitó los ataques de su oponente republicano, Donald Trump, que ha señalado anteriores pasos en falso de la vicepresidenta en escenarios no guionizados para argumentar que está eludiendo a los medios de comunicación.
La decisión de Harris de incluir a su compañero de fórmula, Tim Walz, en la entrevista del jueves no ha hecho más que avivar las burlas republicanas, al tiempo que ha suscitado preguntas sobre si sus ayudantes de campaña, algunos de los cuales pasaron años aconsejando a Biden que evitara el escrutinio de los medios, pueden dar un giro a su estrategia.
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Prioridades de la campaña
Las personas cercanas a Harris insisten en que el escrutinio es exagerado.
Dicen que simplemente tenía sentido dar prioridad a asegurar la nominación del partido y planificar la convención nacional de la semana pasada en Chicago, ampliamente anunciada, antes de girar hacia las entrevistas con los medios. Sentarse conjuntamente con Walz, argumentan, es similar a las entrevistas conjuntas que Trump ha mantenido con sus compañeros de fórmula JD Vance y Mike Pence.
Y los miembros de los medios de comunicación, dicen, tienden a sobrevalorar enormemente la importancia del acceso a la prensa o de una única entrevista televisiva en la mente de los votantes.
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“Tuvo que comprimir lo que normalmente es una campaña de más de un año en el transcurso de semanas”, dijo Kara Turrentine, una estratega demócrata nacional. “La cadencia de los últimos meses ha sido salvaje. Ahora que esa cadencia se ha ralentizado, la campaña está preparada y lista para empezar”.
Aun así, Trump se ha pasado las últimas semanas acosando a Harris para que participe en más entrevistas y debates por una razón: cualquier paso en falso o error podría ofrecerle un punto de apoyo en su intento de invertir el impulso en una carrera en la que las encuestas muestran que los demócratas van ahora en cabeza.
“Ella no es lo suficientemente inteligente como para hacer una conferencia de prensa”, dijo Trump a principios de agosto, burlándose de Harris. “Ella no hará entrevistas con gente amiga porque no puede hacerlo mejor que Biden”.
Jugar para ganar
Para Harris, que se ganó la reputación de ser una entrevistada espinosa y a la defensiva durante duros intercambios sobre inmigración y política exterior a principios de su vicepresidencia, el jueves será la primera vez que se la cuestione públicamente sobre algunas de las dramáticas evoluciones políticas que ha emprendido desde su campaña presidencial de 2020.
La vicepresidenta necesita "jugar para ganar" centrándose en exponer su visión de futuro y los logros de su carrera, dijo el miércoles Antjuan Seawright, un estratega demócrata.
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“A menudo los políticos se encuentran tratando de no cometer un error en determinadas situaciones”, dijo Seawright. “Ella tiene que pasar por la cinta con esta entrevista”.
La decisión de aparecer junto a Walz alimentó al menos la percepción republicana de que Harris -o su equipo- no confiaban en sus capacidades.
La gobernadora de Arkansas y exsecretaria de prensa de la Casa Blanca de Trump, Sarah Huckabee Sanders, dijo que demostraba que “saben que Kamala Harris no puede superar una entrevista ella sola”.
"No hay mucha confianza en alguien para convertirse en líder del mundo libre y pedirle a la gente que la haga presidenta de Estados Unidos", dijo Sanders en una aparición en Fox News.
Pero, según Turrentine, la decisión de aparecer junto a Walz beneficiaría a Harris más de lo que le perjudicaría, ya que ambos parecen alineados y capaces de amplificar los mejores atributos del otro.
"Representan a este equipo que no vemos en el otro lado", dijo. "En el lado Trump-Vance, vemos una candidatura muy desarticulada. No parece haber coordinación ni sincronía entre ellos en cuanto a cómo están enfocando esta campaña."
La elección de CNN
La elección de la CNN para la entrevista puede jugar a favor de Harris.
Bash está ampliamente considerado como un reportero ecuánime y duro, y la cadena se ganó los elogios -incluso de Trump- por su gestión del primer debate presidencial, que finalmente obligó a Biden a abandonar la carrera.
La vicepresidenta también habría recibido probablemente críticas si hubiera optado por una entrevista con la NBC -teniendo en cuenta la programación liberal de la MSNBC- o la ABC, donde la división de noticias está supervisada por la ejecutiva de Walt Disney Co. Dana Walden, amiga de Harris desde hace mucho tiempo.
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La CNN también tiene su sede en Georgia, un estado disputado crítico en el que Harris y Walz están llevando a cabo una gira de dos días en autobús destinada a reforzar su posición entre los votantes rurales y negros que podría resultar crucial en noviembre.
Pero es probable que la entrevista resuene mucho más allá del estado.
Incluso Quentin Tarantino, el famoso director de Pulp Fiction, opinó sobre la estrategia durante una entrevista en podcast con el cómico Bill Maher a principios de esta semana, diciendo que Harris no debería poner en peligro su loca carrera hacia el día de las elecciones entablando un diálogo innecesario con la prensa.
"Ella está corriendo - no se va a detener para tropezar", dijo.
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