Bloomberg — El repunte de casi US$3 billones de las acciones de Nvidia Corp (NVDA) en los casi dos años transcurridos desde la presentación de ChatGPT ha reconducido prácticamente el mercado bursátil estadounidense, otorgando al gigante de la fabricación de chips de inteligencia artificial (IA) una influencia desmesurada en un conjunto de índices bursátiles.
Wall Street fue testigo de esa influencia durante la caída de la renta variable a principios de este mes y el posterior rebote, en el que el índice S&P 500 recuperó US$4 billones de capitalización bursátil entre el 5 y el 23 de agosto, mientras la cotización de Nvidia se disparaba más de un 28% en solo tres semanas. Ahora, con las ganancias de la compañía programadas para después del cierre del mercado de este miércoles, los operadores estarán pegados a sus monitores en preparación para cualquier oscilación salvaje.
A juzgar por el mercado de opciones, se espera que los resultados de Nvidia hagan que sus acciones se desplomen casi un 10% en cualquier dirección, un movimiento que barajaría unos US$300.000 millones de capitalización bursátil. Y eso son solo sus propias acciones. El fabricante de chips representa el 6,7% del S&P 500 (SPY), lo que le convierte en la segunda mayor empresa del amplio índice de referencia de renta variable, por detrás de Apple Inc (AAPL). También tiene una ponderación de más del 8% en el Nasdaq 100, y constituye el 14% del Índice de Semiconductores de Filadelfia.
“Nvidia es obviamente la forma más limpia de juego puro para que los inversores evalúen la salud del espacio de infraestructura de IA”, dijo John Belton, gestor de cartera de Gabelli Funds. “Así que las ganancias de Nvidia son observadas porque tienen una lectura directa para tantas empresas en la cadena de valor de la IA”.
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En busca del crecimiento de los ingresos
El crecimiento de las ventas será el centro de atención de los resultados de Nvidia después de que informes anteriores de empresas predilectas de la IA como Alphabet Inc. (AAPL) y Amazon.com Inc (AMZN) mostraran enormes desembolsos de capital que produjeron baches relativamente insignificantes en los ingresos. Desde hace cinco trimestres, el fabricante de chips ha superado con creces las expectativas y ha prometido aún mayores ganancias en el futuro. Lo ha hecho convirtiéndose en el principal beneficiario de miles de millones en gasto en IA, por lo que cualquier desviación de esa tendencia plantearía dudas sobre la promesa de la tecnología.
Ese papel crucial ha transformado efectivamente al fabricante de semiconductores, que antes era poco conocido, en una medida clave de la fortaleza económica de EE.UU.
“No debería ser un indicador de la economía”, afirma Shana Sissel, fundadora y presidenta de Banríon Capital Management. “Pero se ha convertido en uno por el tamaño y el impacto de las acciones en el mercado general”.
Los analistas esperan que los ingresos trimestrales de Nvidia ronden los US$29.000 millones, más del doble que hace un año. Y anticipan otro aumento de las previsiones de ventas futuras. Pero hay una nueva arruga: la compañía tiene que dar una actualización sobre su chip Blackwell de próxima generación en medio de informes de retrasos y defectos de diseño. La empresa dijo a principios de agosto que la producción está en camino de aumentar en la segunda mitad del año.
“La preocupación por el retraso del chip Blackwell podría lastrar las expectativas al alza para el ejercicio fiscal 2025, por lo que los comentarios de la dirección -especialmente una perspectiva tranquilizadora para 2025- son fundamentales”, escribieron los analistas de Bloomberg Intelligence dirigidos por Kunjan Sobhani en una nota del 21 de agosto.
Cada palabra cuenta
Cualquier comentario sobre Blackwell en la llamada va a ser diseccionado como un anuncio de la Reserva Federal, según Howard Chan, director ejecutivo de Kurv Investment Management.
“Todo el mundo va a estar analizando cada una de las palabras”, dijo.
Los analistas y los inversores también estarán atentos a las señales de que otro chip de Nvidia, el H-200, está experimentando una demanda que podría compensar la salida de ingresos de Blackwell. Si Nvidia obtiene resultados sólidos con su actual pizarra de chips, probablemente sea un buen augurio para la próxima generación de productos.
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“Probablemente sea una buena señal si presentan unas cifras realmente buenas y éstas se deben a la fuerte demanda del H-200″, afirma Belton, de Gabelli. “Eso pinta probablemente un panorama alentador para la demanda incremental de Blackwell en el próximo año”.
Por supuesto, Wall Street sigue siendo abrumadoramente alcista con las acciones de Nvidia. La acción tiene 66 calificaciones de compra, 8 de retención y ninguna de venta, según datos recopilados por Bloomberg. Su precio objetivo a 12 meses de alrededor de 145 dólares implica una ganancia de aproximadamente el 13% desde donde cotizan actualmente. La valoración de Nvidia también se ha comprimido, con las acciones cotizando a una relación precio/beneficios a futuro combinada de unas 38 veces, por debajo de las 44 veces de junio y por encima de las 60 veces del año pasado. El S&P 500 cotiza a unas 21 veces sus beneficios futuros.
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La inquietud acerca de cuánto tiempo continuará el fuerte gasto en IA y las preocupaciones en torno al chip Blackwell pesaron sobre las acciones en el mínimo de principios de agosto. Pero el repunte registrado desde entonces demuestra que los inversores siguen dispuestos a comprar en las caídas del valor, ya que la manía de las grandes tecnológicas por la IA muestra pocos signos de detenerse... todavía.
“El listón se ha elevado, creo, en los últimos trimestres”, dijo Belton. “Si pensamos en lo que ha ocurrido con todos los valores de megacapitalización a lo largo de este ciclo de beneficios, creo que el mercado definitivamente quiere ver una superación saludable y una orientación trimestral por encima de las estimaciones publicadas. Creo que esta reciente racha alcista para el comercio a corto plazo es realmente importante.”
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