El reciente debut de Paraguay en el mundo de la calificación crediticia de grado de inversión podría dar inicio a una ronda de acuerdos a medida que las empresas familiares locales buscan modernizar sus operaciones mediante capital extranjero y experiencia en gobierno corporativo, dijo el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández, en una entrevista.
El sector bancario probablemente verá los primeros acuerdos con inversionistas extranjeros que buscan exposición en acciones a la economía de rápido crecimiento de Paraguay, dijo Fernández desde la capital, Asunción.
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“Creo que ya a partir del año que viene, tenemos que empezar a ver a algunas empresas paraguayas ya tratando de realizar algún tipo de operación con el exterior, llámese eso abrir sus acciones a gente que quiera invertir o incluso teniendo una presencia en los mercados internacionales”, dijo.
Paraguay, un país sudamericano sin salida al mar de 6,1 millones de habitantes, está viviendo un gran momento. El gobierno obtuvo su primera calificación de grado de inversión el mes pasado, cuando Moody’s elevó al país de Baa1 a Baa3 con una perspectiva positiva. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, también visitó el país en julio para elogiar al presidente Santiago Peña —que asumió el cargo el año pasado— por su fuerte crecimiento y brillantes perspectivas económicas. Es un marcado contraste con su vecina Argentina, sumida en la recesión y enfrentada a una deuda de US$44.000 millones con el FMI de Georgieva.
Paraguay sigue estando un escalón por debajo del grado de inversión con S&P Global Ratings y Fitch Ratings, que mencionaron la debilidad de las instituciones y del estado de derecho como impedimentos para una calificación más alta. Fernández considera que la estrategia del gobierno de dar prioridad a la estabilidad económica y a las reformas acabará produciendo más mejoras en su calificación.
El gobernante Partido Colorado de Peña obtuvo la aprobación del Congreso para regular los fondos de pensiones, reorganizar la burocracia del gobierno central y mejorar la recaudación de impuestos durante su primer año de mandato. La administración planea patrocinar más reformas este año, incluyendo una legislación para revisar el servicio civil y la ley de participación público-privada, dijo Fernández.
Un proyecto de ley potencialmente polémico para hacer frente a los crecientes déficits del sistema de pensiones de los funcionarios públicos probablemente se presentará a los legisladores a principios de 2025, señaló. El último impulso reformista de Peña está lejos de ser un hecho. Fernández reconoció que el gobierno enfrenta una política económica y una agenda de reformas más desafiantes que durante su primer año.
“Este es el inicio de una nueva carrera y una carrera que es mucho más demandante que la anterior que teníamos”, aseveró.
Perspectivas para 2025
El proyecto de presupuesto para 2025 que el Ministerio de Economía y Finanzas presentará a los legisladores el 30 de agosto prevé un crecimiento del 3,8% y una inflación del 4%, dijo Fernández. El gobierno prevé que el déficit fiscal se reduzca al 1,9% el próximo año y al 1,5% en 2026, incluso sin una reforma de las pensiones del sector público, señaló.
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Fernández estimó que Paraguay venderá alrededor de US$1.000 millones en bonos globales en dólares y moneda local el próximo año para cubrir el déficit y refinanciar la deuda con vencimiento en 2026-2027. El gobierno considerará reabrir su primer bono global denominado en guaraníes o emitir un nuevo bono, dijo.
“Tenemos que consolidar el mercado de bonos en guaraníes en nueva York antes de empezar” estudiando otras opciones de financiación como los bonos vinculados a la sostenibilidad y los bonos verdes, sostuvo Fernández.
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