El CEO de la aplicación de mensajería Telegram, Pavel Durov (39 años), estará bajo detención policial en París, Francia, al menos otras 48 horas, por decisión de un juez de instrucción.
La fiscalía de París explicó en un comunicado que, después de ese plazo, las autoridades deberán ponerlo en libertad o presentar cargos contra él.
Durov es ciudadano de Rusia, Francia, Emiratos Árabes Unidos y la isla caribeña de San Cristóbal y Nieves, pero vivió parte de su infancia en Italia.
El ejecutivo ruso fue detenido el sábado 24 de agosto en el aeropuerto de Le Bourget, a raíz de una investigación judicial abierta el mes pasado por supuestas 12 infracciones penales.
Según explica un artículo de France 24, entre estas infracciones aparecen la presunta complicidad en la venta de material de abusos sexuales a menores y en el tráfico de drogas, fraude, operaciones de delincuencia organizada y negativa a compartir información o documentos con los investigadores cuando así lo exige la ley.
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La discusión que surge en torno a este tema es si los ejecutivos de la compañía son culpables o no de los delitos que se llevan a cabo mediante el uso de las app.
Repercusiones mundiales
Funcionarios del Gobierno ruso se mostraron indignados por la detención de Durov y, según France 24, consideraron que tiene motivación política y que es prueba prueba de una supuesta doble vara de Occidente en materia de libertad de expresión. Sin embargo, en 2018, las propias autoridades rusas intentaron bloquear Telegram pero fracasaron, retirando la prohibición en 2020.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo el lunes que la detención de Durov no era una medida política, sino parte de una investigación independiente. Macron publicó en X que su país “está profundamente comprometido» con la libertad de expresión” pero “las libertades se defienden dentro de un marco legal, tanto en las redes sociales como en la vida real, para proteger a los ciudadanos y respetar sus derechos fundamentales”.
Quien cuestionó al Estado francés por esta situación, pero lo hizo mediante una ironía, fue el CEO de Tesla y de la red social X, Elon Musk. Que tuiteó: “Libertad, ¡Libertad!, ¿Libertad?”, cuestionando una supuesta traición a uno de los pilares básicos de la Revolución Francesa.
Por su parte, Ravina Shamdasani, portavoz de la oficina de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas, dijo que estaba buscando más información sobre el caso de Durov de las autoridades francesas.
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“En esta fase de la investigación, simplemente no tenemos suficiente información y realmente sería demasiado pronto para que pudiéramos opinar”.