La era de los récords de calor descontrolado ha llegado

El cambio climático está provocando picos de temperatura que baten cada vez más récords al tiempo que los científicos prevén saltos más grandes de un máximo al siguiente

Es difícil monitorear los márgenes con nuevos récords de calor pues existen numerosas maneras de definir un evento de calor.
Por Eric Roston - Matthew Griffin - Alexander Battle Abdelal
24 de agosto, 2024 | 10:06 AM

Bloomberg — La ciudad de Las Vegas registró un récord de calor de 117°F (47,2°C) en 1942, y a lo largo de 82 años no hubo ningún sistema meteorológico capaz de superarlo. Desde 2005, los termómetros han registrado esta misma temperatura en cuatro ocasiones más, sin alcanzar un nuevo máximo. Y entonces llegó el 2024.

Se superó el récord de calor, y no por muy poco. La temperatura del aeropuerto Harry Reid de Paradise, Nevada, alcanzó los 120ºF (48,8°C) el 7 de julio.

Las elevadas temperaturas en La Bisbal d'Empord en Girona

Durante este verano se han superado récords en todo el planeta, siguiendo una racha de trece meses con las temperaturas medias mensuales más altas jamás registradas.

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Por lo menos dos importantes agencias científicas han establecido hace poco que el mes de julio batió otra vez la marca de máximas temperaturas y además registró los dos días más calientes en todo el mundo desde que se tiene conocimiento.

Existe actualmente una probabilidad de más del 95% de que el 2024 supere al 2023 como el más caliente desde que comenzaron a llevarse registros.

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Sin embargo, no es solo que se estén alcanzando récords de calor con más asiduidad que antes. En muchos de estos picos de temperatura se están rompiendo récords locales con márgenes considerablemente amplios. Y esto despierta un renovado interés entre los científicos que elaboran modelos de temperaturas futuras, a la vez que el planeta sigue calentándose a gran velocidad.

El calor de este verano batió todos los récords que ocurrieron cinco veces desde 1942.

El calor extremo que bate récords se ha convertido en una consecuencia esperada del ritmo del cambio climático entre los científicos que lo estudian.

Los científicos del clima suelen enmarcar los peligros hablando del nivel de calentamiento, comparando las condiciones que se desarrollarían tras un aumento de las temperaturas medias de 2°C o 3°C. Pero cuando se trata de la magnitud de los nuevos récords de calor en las próximas décadas, el ritmo de calentamiento puede llevar las de ganar.

Se trata de una cuestión fundamental planteada por las investigaciones de Erich Fischer, científico del clima de la ETH de Zúrich. Fischer empezó a preguntarse hace varios años si el mundo estaba viendo cómo los récords caían de forma más dramática.

La simulación de olas de calor extremas en EE.UU. le llevó a una conclusión tan inusual que inicialmente la rechazó. Observó en sus datos la posibilidad de que en las próximas décadas se produjeran “extremos que batieran récords, casi imposibles en ausencia de calentamiento”, escribieron él y otros investigadores en un documento de 2021.

Ese análisis se ha mantenido frente a los acontecimientos del mundo real.

Cuatro semanas después de que una revista aceptara su artículo, el oeste de Norteamérica experimentó una ola de calor anómala a la misma escala que él proyectó. Un pueblo de la Columbia Británica batió tres días seguidos el récord de calor de Canadá, establecido hace 84 años en 45°C (113°F), alcanzando los 49,6°C (121,3°F).

Al día siguiente, un incendio forestal arrasó gran parte del pueblo, matando a dos personas. Un equipo de científicos declaró posteriormente que se encontraba entre las seis olas de calor más intensas jamás registradas.

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"El clima se comporta actualmente como un tipo que viniera y saltara un metro más lejos que nadie antes", dijo Fischer. "Se diría que es un atleta con esteroides".

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Fischer descubrió que esas alzas extremas podrían ser hasta siete veces más comunes en 2050, en comparación con los últimos 30 años, si el mundo continúa con un alto nivel de emisiones de gases de efecto invernadero.

Eso concuerda con otros hallazgos sobre el gran papel que desempeña el cambio climático en estos picos extragrandes. El calor de Las Vegas en julio fue 22 veces más probable debido al calentamiento del clima, según la organización de investigación sin ánimo de lucro Climate Central, mientras que una ola de calor en primavera en Vietnam fue 38 veces más probable debido a factores climáticos.

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La capital de Malí, Bamako, batió cuatro récords diarios en abril durante un mes de calor 90 veces más probable debido al cambio climático.

Un estanque seco en la provincia de Bac Lieu, Vietnam. El país soportó una ola de calor primaveral mucho más probable por el cambio climático.Fotógrafo: Linh Pham/Bloomberg

A medida que lleguen nuevos extremos, Fischer predice que las temperaturas máximas, antes raras, se convertirán en algo más habitual.

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Una ola de calor de 1 en 1.000 años en cualquier momento entre 1951 y 2019 habrá pasado a ser un acontecimiento de 1 en 100 años en torno a 2020, según su estudio. Esa ola de calor no tan inusual pasará de nuevo a ser un acontecimiento de 1 entre 40 años a mediados de la década de 2020.

Las temperaturas pico durante las recientes olas de calor sobrepasan los  máximos previos.

Un pequeño número de científicos está trabajando en la cuestión de los registros de calor descontrolado. Fischer y otros esperan, basándose en su comprensión de la física del clima, ver cómo se acumulan los ejemplos en las próximas décadas.

No es una tarea trivial vigilar los márgenes de nuevos récords de calor, en parte porque hay muchas maneras de definir un acontecimiento térmico. ¿Una temperatura máxima de un día? ¿Una máxima media a lo largo de tres días? ¿Y en un área muy extensa? Incluso en regiones bien vigiladas, como Estados Unidos y Europa, los datos no son concluyentes.

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Tomemos como ejemplo el Reino Unido. Las temperaturas alcanzaron los 40°C (104°F) por primera vez en 2022, y el número de días por encima de los 30°C (86°F) se ha más que triplicado.

Sin embargo, la cantidad de datos que necesitarían los científicos para determinar que el cambio climático está causando un salto en los márgenes es inmensa, dijo Mike Kendon, de la Oficina Meteorológica del Reino Unido.

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Trabajadores beben agua durante el fuerte calor en El Cairo. Este año se superó en 0,6°C el récord nacional de Egipto de altas temperaturas en junio, que tenía 63 años.Fotógrafo: Islam Safwat/Bloomberg

Por ahora, no hay suficientes episodios meteorológicos atípicos para que el fenómeno pueda observarse de forma concluyente en los datos del mundo real en lugar de proyectarse en modelos científicos.

Pero los ejemplos que se han producido sólo en el último año centran la imaginación: la temperatura más alta jamás alcanzada en junio en África, 50,9°C (123,6°F), descendió sobre Asuán, en Egipto, pulverizando en 0,6°C un récord nacional de 63 años. Costa Rica alcanzó los 41,5°C (106,7°F) en marzo, 1,1°C por encima de su marca de 2010.

¿Cuánto calor es demasiado para el cuerpo humano?

Todo ello se traduce en grandes subidas térmicas a nivel mundial. El pasado septiembre se batió el récord mundial por un margen tan amplio que un científico climático estadounidense lo calificó memorablemente de “absolutamente asombroso y loco”.

Mingfang Ting, profesor de clima de la Universidad de Columbia, se encuentra entre los investigadores que esperan que los datos futuros muestren un cambio en los márgenes. “Mi sensación personal es que creo que lo estamos viendo, pero aún no tenemos un registro lo suficientemente largo como para demostrarlo”, afirmó.

--Con la colaboración de Marie Monteleone y Brad Skillman.

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