Bloomberg — Beyoncé Knowles-Carter se está metiendo en el negocio del alcohol. Recién salida de un álbum country de éxito y del lanzamiento de una línea de cuidado del cabello, la superestrella se ha unido a Moët Hennessy, filial de LVMH, para crear un nuevo whisky estadounidense llamado SirDavis.
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El whisky, de US$89 la botella, está compuesto por un 51% de centeno y un 49% de cebada malteada, y su creación corrió a cargo del maestro destilador Bill Lumsden, conocido por su trabajo en las escocesas Glenmorangie y Ardbeg.
El nombre del whisky se inspiró en el bisabuelo paterno de Beyoncé, Davis Hogue, un granjero que elaboraba alcohol ilegal durante la Ley Seca en el sur de Estados Unidos. Knowles-Carter dice que cuando se enteró de cómo Hogue escondía las botellas de whisky en los nudos vacíos de los cedros para que las encontraran su familia y sus amigos, la idea de lanzar una marca de whisky le pareció “predestinada”. Una letra de la canción “Bodyguard” de Cowboy Carter dice: “ruedas en la grava, Davis en mis huesos”.
En un guiño a las raíces de Knowles-Carter en Houston, SirDavis se terminará, mezclará y embotellará en Texas. La botella de cristal -con su medallón de caballo- también recuerda al Estado de la Estrella Solitaria. El whisky estará disponible en septiembre en EE.UU., así como en Londres, París y Tokio.
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El marido de Knowles-Carter, Jay-Z, también tiene una marca de alcohol propiedad de LVMH. En 2021, Moët Hennessy compró una participación del 50% en Armand de Brignac, un productor de champán propiedad de la estrella del hip-hop y empresario.
Las marcas de alcohol propiedad de famosos han despegado en los últimos años; las más exitosas son el tequila Casamigos de George Clooney y la ginebra Aviation de Ryan Reynolds, ambas compradas por el gigante de las bebidas Diageo Plc por nada menos que US$1.600 millones. Bruno Mars apostó por el ron, mientras que Cate Blanchett es la directora creativa de una marca de sake.
No es la primera colaboración de Beyoncé con la mayor empresa de lujo del mundo. Protagonizó campañas publicitarias para Tiffany, y el mes pasado presentó al equipo USA durante los Juegos Olímpicos de París, del que LVMH era el patrocinador premium.
Sin embargo, el crecimiento de las ventas del gigante del lujo se ralentizó el trimestre pasado, ya que los compradores adinerados frenaron el gasto en bolsos caros y champán. Las acciones han bajado más de un 11% en los últimos 12 meses.
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